La utop¨ªa de Elena Asins
La artista ultima el montaje de la exposici¨®n ¡®Encuentros tard¨ªos¡¯, que se inaugurar¨¢ en el Koldo Mitxelena
Elena Asins (Madrid, 1940) recorre de un lado a otro con pausa los espacios que conforman su pr¨®xima exposici¨®n. Supervisa con precisi¨®n geom¨¦trica junto a los t¨¦cnicos que los proyectores est¨¦n a la distancia correcta para que sus dibujos recreen sobre la pared su particular universo de poes¨ªa y c¨¢lculo matem¨¢tico. La artista, una de las impulsoras del vanguardismo espa?ol en el siglo XX, revisa las paredes y los suelos que se alejan de la paleta crom¨¢tica para vestir de blanco y negro impoluto.
Los casi mil metros cuadrados que tiene la principal sala de exposiciones del Koldo Mitxelena en San Sebasti¨¢n est¨¢n mutando para adaptar al espacio el discurso creativo de las obras que la artista, Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas el pasado a?o, mostrar¨¢ en la exposici¨®n Encuentros tard¨ªos que se inaugurar¨¢ el pr¨®ximo el 21 de junio. Ser¨¢ la primera exposici¨®n individual de la artista en la capital donostiarra desde 2000 cuando expuso en la galer¨ªa Altxerri. La artista madrile?a, afincada en Azpiroz (Navarra), elude hablar de la pol¨¦mica suscitada tras asegurar que unos dibujos que la galer¨ªa donostiarra llev¨® a Arco este a?o no estaban firmados por ella.
Cambia de tercio y habla del montaje. Las paredes han sido pintadas de blanco y negro y el techo que normalmente est¨¢ abierto a la biblioteca con un cristal se ha cerrado con una lona. Era uno de los quebraderos de cabeza de la artista. El Menhir, una de sus obras clave, compuesta por 40 d¨®lmenes, est¨¢n alineados en la sala como una columna vertebral. ¡°Era bastante desconcertante la serenidad de la obra con aquella vitalidad de arriba. El menhir es una m¨²sica callada, necesita silencio, recogimiento¡±, explica.
¡°Sigo viva, sigo produciendo; no he terminado con el Reina Sof¨ªa¡±, dice
Sentada en una de las salas donde se podr¨¢n ver 37 v¨ªdeos sobre el desarrollo de sus dibujos, Asins reconoce que est¨¢ satisfecha con la exposici¨®n que ha alumbrado. Rehuye del concepto retrospectiva a pesar de ser consciente de que la muestra en el Museo Reina Sof¨ªa de Madrid el a?o pasado fue una mirada necesaria en el conjunto de su obra. ¡°La vi como un espectador m¨¢s, parec¨ªa que la hab¨ªa hecho otra persona. Me gusta lo que suelo hacer pero con el tiempo se ven de otra forma las obras¡±, explica. ¡°Me asusta mirar atr¨¢s y exponer obras de hace 30 a?os. Nunca puedes reproducir el momento. El pasado no existe, el futuro es incierto, lo ¨²nico que tenemos es el presente, y esta muestra es el presente¡±, a?ade.
Pero si algo quiere matizar Asins con su obra es que vive el presente, que no le gusta la nostalgia. ¡°Sigo viva, sigo produciendo; no he terminado con el Reina Sof¨ªa¡±, enfatiza dejando claro que todav¨ªa tiene cuerda para rato. Su formaci¨®n en el ¨¢rea de las matem¨¢ticas y la semi¨®tica junto al fil¨®sofo y ling¨¹ista Noam Chomsky le llevaron a ser una pionera del uso del ordenador aplicado al arte. Desde el dibujo, la escultura, las instalaciones hasta el v¨ªdeo, su gran obsesi¨®n en la actualidad. ¡°Es el futuro¡±, dice.
La muestra recoge sus ¨²ltimas obras con el v¨ªdeo como protagonista
Encuentros tard¨ªos es m¨¢s que una exposici¨®n, es la mirada de la artista sobre la vida. Tambi¨¦n es el nombre de un texto que ha escrito para acompa?ar a sus obras, una declaraci¨®n de intenciones sobre c¨®mo vive, c¨®mo crea y c¨®mo entiende el arte. ¡°No soy de las personas que me paso el d¨ªa recordando, quiero vivir hoy, ahora, en este momento¡±, dice volviendo a la idea del presente.
Asins no ten¨ªa claro c¨®mo se integrar¨ªan sus dibujos, esculturas y v¨ªdeos en el espacio expositivo. ¡°Una exposici¨®n en s¨ª bastante dispara mi entendimiento del mundo¡±, comenta sin atisbo de iron¨ªa. Ana Salaberria, directora de la Sala Koldo Mitxelena, no tiene dudas con el resultado. Conoce cada cent¨ªmetro del espacio. ¡°Llev¨¢bamos a?os queriendo traer a Elena y sab¨ªamos que ten¨ªamos que ofrecerle algo distinto, mostrar su obra m¨¢s reciente y que los v¨ªdeos tuvieran un gran protagonismo¡±, reconoce.
Et¨¦rea y menuda, pero en¨¦rgica a la vez, Asins invita a adentrarse en la sala donde se ultima una de las obras fundamentales de la artista que siempre que el espacio lo permite incluye en las exposiciones; El agujero negro. Es una habitaci¨®n sin luz, con paredes y suelos negros. Desconcertante pero relajante. Los t¨¦cnicos discuten si una cortina en la entrada ser¨¢ a¨²n m¨¢s claustrof¨®bico. ¡°Es una invitaci¨®n a la reflexi¨®n del pensamiento. Me gustar¨ªa que sirva para algo a la gente, que nos haga ser un poco mejores. Es mi utop¨ªa¡±, concluye Asins.
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