Camar¨®n planea en la memoria de la Noche Blanca

Hoy puede resultar dif¨ªcil de creer, pero cuando en 1979 se public¨® uno de los discos fundamentales de Camar¨®n de la Isla, La leyenda del tiempo, fue recibido con cierta frialdad por parte de la cr¨ªtica. En aquella primera gran prueba de la fusi¨®n del flamenco con otros sonidos intervino activamente Kiko Veneno, quien compuso Volando voy.

La noche del s¨¢bado, Veneno no dej¨® de tener presente a Camar¨®n. El m¨²sico del mech¨®n cano ¡ªhoy toda su cabellera est¨¢ plateada¡ª fue uno de los platos fuertes de la quinta edici¨®n de la Noche Blanca del Flamenco, dedicada esta vez al recuerdo de Jos¨¦ Monge, Camar¨®n de la Isla, de quien se cumplen 20 a?os de su fallecimiento. Pasadas las dos de la ma?ana, el gerundense con m¨¢s acento andaluz, se asom¨® al escenario de la plaza de la Corredera, en C¨®rdoba. En el espacio porticado le esperaban miles de seguidores que abarrotaban la plaza para escuchar sus temas de siempre. Pero quiz¨¢s algunos menos que en otras ediciones.

Y es que la Noche Blanca vivi¨® una edici¨®n en la que, a pesar de repetirse las riadas de gente circulando de escenario en escenario, el caudal fue algo menor. Un p¨²blico que peregrinaba para ver una mir¨ªada de conciertos y recitales gratuitos, a excepci¨®n del de Estrella Morente, ¨²nica cita de pago, en el teatro de la Axerqu¨ªa.

Adem¨¢s de Veneno, entre las figuras ¨ªntimamente ligadas a Camar¨®n que actuaron se encuentra uno de sus guitarristas de cabecera, Tomatito. ?l fue quien, hacia las 22.30 abri¨® la tromba de conciertos, en la plaza de las Tendillas, acompa?ado de su Sexteto. Dos horas despu¨¦s, fue el turno de Estrella Morente. El recuerdo de Camar¨®n fue acompa?ada por la memoria a su propio padre, Enrique Morente, fallecido hace dos a?os.