El estallido de la burbuja del deporte de ¨¦lite
Las deudas condicionan la continuidad de los clubes entre los mejores, excepto el Valencia Basket
El anuncio de la desaparici¨®n del equipo de baloncesto femenino Ros Casares menos de dos meses despu¨¦s de proclamarse campe¨®n de Europa es el ¨²ltimo y el ejemplo m¨¢s llamativo del estallido de la burbuja en la que ha habitado el deporte de ¨¦lite valenciano. Empresarios vinculados al ladrillo llegaron al mundo del deporte profesional con la esperanza de obtener relevancia social y conseguir trenzar contactos. Hoy, las dificultades financieras de la mayor¨ªa de ellos y el incumplimiento de los compromisos adquiridos por parte de las instituciones p¨²blicas valencianas, a las que tambi¨¦n se les ha secado el grifo de las millonarias subvenciones, han provocado una onda expansiva cuyas consecuencias todav¨ªa no son del todo visibles.
En ese mar de incertidumbre, apenas sobrevive sin dificultades el Valencia Basket con su Cultura del Esfuerzo. Est¨¢n particularmente amenazados los clubes alicantinos. Lucentum, Mar Alicante o el mismo H¨¦rcules agonizan socialmente tras haberse embarcado en aventuras poco s¨®lidas que depend¨ªan para llegar a buen puerto de recursos ajenos.
El caso m¨¢s llamativo es el del Club Baloncesto Lucentum, al borde de la disoluci¨®n tras haber entrado en concurso de acreedores. Entre el Ayuntamiento de Alicante, la Diputaci¨®n provincial y la Generalitat acumulan el 80% de sus acciones. El juez inst¨® en marzo a la disoluci¨®n de la Sociedad An¨®nima Deportiva, que se pudo aplazar gracias a la inyecci¨®n de 400.000 euros por parte de la Generalitat, aunque el compromiso negociado por la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, con el Consell recog¨ªa el pago de otro medio mill¨®n que no ha llegado.
La desaparici¨®n del Ros
Las deudas del Lucentum superan los 9 millones de euros y su patrimonio, seg¨²n el administrador concursal, Antonio Amorrich, es de 2,1 millones. El presupuesto anual, de unos cuatro millones, depende en un 50% de las ayudas p¨²blicas. De hecho, esta misma temporada su camiseta ha lucido los logotipos de la Generalitat Valenciana y de la quebrada Ciudad de la Luz. Esta misma semana podr¨ªa anunciarse su disoluci¨®n si el Consell no le ingresa otros 600.000 euros.
Desde que ascendi¨® a la ACB el a?o 2000, el PP siempre ha controlado el Lucentum. El verano pasado accedi¨® a la presidencia Luis Castillo, exasesor deportivo de Ripoll en la Diputaci¨®n, que se hizo acompa?ar como vicepresidente por Juan Antonio Iniesta, un expresidente del Alicante Club de F¨²tbol que ya llev¨® al club a la ruina y al descenso a Tercera por impagos. El grupo inmobiliario Santa Ana, del que es presidente ejecutivo, tiene en concurso de acreedores a la empresa promotora Coprovi. Cuando Castillo presidi¨® el Lucentum entre 2001 y 2007, estuvo durante cinco a?os como patrocinador la empresa constructora Etosa.
El H¨¦rcules ha tenido que recurrir a tres concursos de acreedores desde que el empresario Enrique Ortiz, imputado en los casos Brugal y G¨¹rtel, accedi¨® a la propiedad del club. Lleg¨® ungido por el PP y el exalcalde D¨ªaz Alperi en 1999, cuando el H¨¦rcules, ya en la ruina, deb¨ªa casi 2.000 millones de pesetas (11 millones de euros).
Este mes se cumple un a?o desde que declar¨® su tercer concurso de acreedores por deudas acumuladas de 59 millones, a las que hay que a?adir otros 30 millones del pasivo de Aligesti¨®n, una empresa familiar de Ortiz que tiene en propiedad el estadio Rico P¨¦rez, y los 18 millones que debe al Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) de un cr¨¦dito concedido por la CAM y avalado por la Generalitat en marzo de 2010. Adem¨¢s, la Consejer¨ªa de Turismo le concedi¨® un patrocinio de 1,5 millones en 2011 que todav¨ªa no ha abonado.
El H¨¦rcules ha tenido
La ¨²nica posibilidad de que el H¨¦rcules hubiera podido afrontar el futuro con garant¨ªas de supervivencia era el ascenso a Primera, que no ha conseguido, si bien la temporada anterior en la m¨¢xima categor¨ªa increment¨® su pasivo en 22 millones de euros tras una nefasta gesti¨®n econ¨®mica y deportiva. Valga como ejemplo que, en plena crisis econ¨®mica, el H¨¦rcules presupuest¨® seis millones en concepto de patrocinador principal para el a?o que pas¨® en Primera.
El Gobierno valenciano se siente enga?ado por los manejos de Ortiz y se ha llegado a plantear tomar el control del H¨¦rcules pignorando las acciones del club, que el empresario traspas¨® a la Fundaci¨®n herculana, bajo su control. Valencia, Levante y Elche tambi¨¦n fueron avalados por la Generalitat como parte del proyecto de salvaci¨®n de las tres entidades. Eso s¨ª, a cambio de modificar el rumbo. Los tres clubes han cumplido con sus obligaciones y pagan los pr¨¦stamos en los plazos marcados, pero el H¨¦rcules incumpli¨® con la primera cuota de 500.000 euros que ten¨ªa que devolver al IVF.
Para llegar hasta aqu¨ª, Ortiz lleg¨® a presentar un proyecto para reformar el Rico P¨¦rez, que le recompr¨® al Ayuntamiento en 2007, con una inversi¨®n de 65 millones y la implantaci¨®n en su manzana de un hotel de 120 metros de altura y un ¨¢rea comercial. Luego se reuni¨® con la ya alcaldesa, Sonia Castedo, y la oposici¨®n y anunciaron la construcci¨®n de un nuevo estadio con la materializaci¨®n de plusval¨ªas urban¨ªsticas. ¡°Me da igual si la operaci¨®n se llama recalificaci¨®n o aportaci¨®n¡±, lleg¨® a decir Ortiz. Pero nada se ha materializado.
El H¨¦rcules debe hoy casi 10 veces m¨¢s que cuando Ortiz lo compr¨® y s¨®lo si asciende a Primera podr¨¢ tener viabilidad. Pero la semana pasada dijo en la COPE que: ¡°Si quieren que me vaya, que cada herculano ponga 1.000 euritos¡ o mejor 1.500¡±.
El poderoso Playas de
El balonmano alicantino femenino tambi¨¦n est¨¢ contra las cuerdas. El presidente del Mar Alicante durante la ¨²ltima d¨¦cada, Toni Navarro, dimiti¨® el mes pasado oficialmente por razones de salud. Pero a nadie se le escapa que las deudas y promesas incumplidas por las administraciones han asfixiado a un club que en 2011 disput¨® la final de la Recopa europea y ¨¦sta alcanz¨® las semifinales de la Copa EHF.
El Mar Alicante necesita 160.000 euros para cerrar la temporada y poder volver a salir en Divisi¨®n de Honor la que viene. Y unos 100.000 son dinero p¨²blico prometido que no ha llegado.
Las jugadoras del Elda Prestigio tambi¨¦n llevan arrastrando problemas para cobrar desde octubre del a?o pasado, cuando el club todav¨ªa no hab¨ªa liquidado las n¨®minas de las jugadoras de la temporada anterior. Este club de balonmano femenino gan¨® entre 2000 y 2009 cuatro Ligas, dos Copas de la Reina, dos Supercopas de Espa?a y en Europa una Copa ABF. Su continuidad en la m¨¢xima categor¨ªa est¨¢ en cuesti¨®n. Lleg¨® a acumular una deuda de casi medio mill¨®n de euros. Y eso que la n¨®mina mensual que deb¨ªa abonar era de unos 22.000 euros.
Diversos impagos de la subvenci¨®n municipal, as¨ª como de la Diputaci¨®n, Generalitat y la empresa p¨²blica de gesti¨®n tributaria Suma llevaron al nuevo presidente de la entidad, Jes¨²s Iborra, a firmar un documento en el que el club se compromet¨ªa a liquidar la deuda con las jugadoras y el cuerpo t¨¦cnico en un plazo de entre ocho y diez meses.
En una situaci¨®n complicada se encuentra tambi¨¦n el Club Balonmano Femenino Elche Mustang. En su mejor temporada en Divisi¨®n de Honor, el t¨¦cnico, Jos¨¦ Francisco Aldeguer, ha decidido abandonar la entidad por las dificultades econ¨®micas del club. La historia del balonmano alicantino est¨¢ plagada de decepciones. Hace 19 a?os muri¨® en Benidorm el antiguo Calpisa (luego Tecnisan y Helados Alacant) tras 40 a?os en la ¨¦lite y ganar cuatro Ligas, cinco Copas y una Recopa de Europa.
El balonmano femenino
Una deuda de 130.000 euros y la falta de ayudas p¨²blicas tambi¨¦n han empujado al Rugby La Vila al borde de abandonar la Divisi¨®n de Honor un a?o despu¨¦s de ganar la Liga. Con un presupuesto de apenas medio mill¨®n de euros, el club vilero consigui¨® convertirse en el mejor equipo de Espa?a. La temporada 2010-11, la tercera en Divisi¨®n de Honor, gan¨® la Liga Renfe de Rugby despu¨¦s de haber sido subcampe¨®n de la misma competici¨®n y de la Copa. Y al inicio de la campa?a pasada se impuso en la final de la Supercopa al Cetransa El Salvador, de Valladolid.
La deuda acumulada ha sido producto de la retirada de la subvenci¨®n de 30.000 euros que recib¨ªan de la Diputaci¨®n de Alicante, aunque el Patronato de Turismo les inyecta 12.000. Este a?o ni siquiera saben cu¨¢nto dinero les dar¨¢ el Ayuntamiento de La Vila, que en 2011 aport¨® 120.000 euros. Y todav¨ªa no han acabado de cobrar los 25.000 que reciben de mismo Consell.
La desaparici¨®n del Ros Casares ha sido el ¨²ltimo eslab¨®n de una cadena de proyectos frustrados. El Mar Sagunto, que ha ganado con otras denominaciones como Iber o El Osito L¡¯Eliana la mitad de los t¨ªtulos de la Liga de balonmano femenino, agoniza en Sagunto, donde lleg¨® a estar patrocinado por Astroc, la empresa de Enrique Ba?uelos, la temporada 2004-2005.
Antes, en 2009, desapareci¨® peregrinando de Mislata a Riba-roja el Club Balonmano Amadeo Tortajada, patrocinado sucesivamente por Constructora Estell¨¦s, Valencia Urbana, Ferrob¨²s y Cementos La Uni¨®n. O el Vijusa Valencia de futbol sala, al que rescat¨® el promotor Juan Armi?ana, que abandon¨® el proyecto en 2008.
La localidad valenciana de Puerto de Sagunto siempre ha tenido una afici¨®n fiel al balonmano. Con m¨¢s de 60 a?os de historia, el decano de este deporte en la Comunidad Valenciana consigui¨® hace dos a?os el ascenso a la Liga Asobal.
La crisis ha puesto
Sin ninguna subvenci¨®n de la Diputaci¨®n de Valencia, los 250.000 euros de presupuesto de la presente campa?a han sido insuficientes para mantener al equipo en la ¨¦lite del balonmano espa?ol. Tras el descenso, su principal patrocinador, Alser, empresa dedicada a la construcci¨®n y promoci¨®n de viviendas, ya no quiere continuar y est¨¢ en peligro la supervivencia del club porte?o.
La producci¨®n cer¨¢mica unida a la construcci¨®n tambi¨¦n ha sido el tren de riqueza de la provincia de Castell¨®n en los ¨²ltimos tiempos. En el ¨¢mbito deportivo se sum¨® el amparo de la opulencia institucional. Pero llegada la crisis inmobiliaria y el agujero negro en distintos ayuntamientos y la Diputaci¨®n, los clubes castellonenses han visto reducidos sus ingresos, algunos a la nada.
Fernando Roig, due?o de la empresa cer¨¢mica Pamesa, afincada en Almassora, a poco m¨¢s de tres kil¨®metros de Vila-real, adquiri¨® el equipo de f¨²tbol del Villarreal por 600.000 euros en 1997. El sue?o de Roig era que su club alcanzara la Primera Divisi¨®n, en la que ha permanecido 12 temporadas consecutivas, ocho de ellas disputando competiciones europeas, incluidas tres Ligas de Campeones.
El Castell¨®n, en el pozo
En todo este tiempo el Villarreal ha contado con el favor y el apoyo de las instituciones. Durante las cinco ¨²ltimas temporadas, el Villarreal ha lucido en su camiseta el logotipo de Aeropuerto de Castell¨®n, por el que la Diputaci¨®n provincial le reportaba anualmente una cantidad cercana a los cuatro millones de euros.
Llegada la crisis y los problemas para Roig en sus empresas, el Vila-real ha pasado de un presupuesto superior a los 100 millones de euros a los cerca de 70 de la temporada finalizada. La calidad del equipo amarillo, con la camiseta limpia de publicidad, descendi¨® hasta perder el privilegio de la Primera Divisi¨®n.
¡°Ayudar¨¦ al Villarreal con parte de mi patrimonio¡±, dijo Roig tras el descenso. Sin el contrato televisivo que le reportaba 30 millones anuales, el Villarreal rebajar¨¢ su presupuesto a 25 millones de euros para intentar el retorno a la ¨¦lite. Una cuarta parte que antes de estallar la burbuja inmobiliaria.
Aquel crecimiento del Villarreal se vio con recelo en Castell¨®n. Su equipo de f¨²tbol, el C D Castell¨®n, disputa en la actualidad la Tercera Divisi¨®n y vive el riesgo de descender al f¨²tbol regional o desaparecer si no abona las seis n¨®minas que adeuda a jugadores y empleados del club.
El Castell¨®n siempre ha estado en manos de empresarios locales. Desde Fabregat en los setenta hasta Bonet mediado la primera d¨¦cada del tercer milenio. Con todo el mundo navegando en la abundancia, el f¨²tbol tampoco escap¨® como un medio de riqueza. La sociedad Castellnou 2005, propiedad de Jos¨¦ Manuel Osuna, representante de jugadores, y de Antonio Blasco, expresidente del Levante, compr¨® en mayo del 2005 el Castell¨®n por 2,2 millones de euros a Antonio Bonet para intentar relanzarlo.
Las instituciones provinciales tambi¨¦n aportaban su granito de arena. Con la crisis, tambi¨¦n lleg¨® el descenso a Segunda B en 2010. Terminada la temporada pasada, el Castell¨®n perdi¨® la categor¨ªa de bronce por adeudar 400.000 mil euros a sus futbolistas. Diputaci¨®n y Ayuntamiento, con las arcas vac¨ªas, miraron hacia otro lado.
El Playas de Castell¨®n, fundado en 1983 como Macer F S, nombre de una empresa de Almassora especializada en piezas para maquinaria cer¨¢mica. Con el mecenazgo del due?o de la empresa y de nuevo el patrocinio de la Diputaci¨®n y el Ayuntamiento de Castell¨®n, el Playas logr¨® ser un referente del f¨²tbol sala mundial y vivero de jugadores de la laureada selecci¨®n espa?ola al ganar dos Ligas y tres Copas de Europa. La temporada pasada, tras 22 a?os consecutivos en Primera, el Playas descendi¨® a Segunda.
En la campa?a presente, el Playas de Castell¨®n ha vuelto a descender a Segunda B. ¡°Pasamos de alojarnos en hoteles de lujo a viajar en el d¨ªa como el partido en Antequera que se certific¨® el descenso¡±. Las palabras de Manol¨ªn, surgido de la cantera, despu¨¦s de toda una vida de profesional del f¨²tbol sala, y que a sus 35 a?os regres¨® a las canchas para intentar salvar al Playas, reflejan la realidad actual del deporte chico del f¨²tbol.
A la estela del Playas de Castell¨®n, surgi¨® y creci¨® la pasi¨®n por el f¨²tbol sala en la provincia de Castell¨®n. El F S Benicarl¨® lleg¨® a Primera en el 2004, divisi¨®n en la que ha permanecido hasta hace unos meses, cuando tuvo que tuvo que abandonar la competici¨®n por deudas acumuladas de anteriores temporadas cercanas.
Un d¨¦bito de medio mill¨®n de euros contra¨ªdo con Hacienda y varios proveedores le imposibilit¨® acceder a las subvenciones de la Diputaci¨®n de Castell¨®n o el Ayuntamiento de Benicarl¨®, los principales sustentos de un equipo profesional con apenas 400 socios en una poblaci¨®n de 26.000 habitantes que necesitaba unos 700.000 euros para sobrevivir entre los elegidos.
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