El violonchelo Stradivarius herido, un dif¨ªcil diagn¨®stico
Fernando Solar, del Gremio de Lutieres y Arqueros, teme que est¨¦ afectada la caja
El violonchelo que result¨® da?ado el pasado 13 de abril durante una sesi¨®n fotogr¨¢fica en el Palacio Real de Madrid compone, junto con dos violines y una viola del mismo encargo, el conjunto instrumental de mayor excelencia de cuantos construyera el c¨¦lebre luthier italiano Antonio Stradivari. Lo atesora el Palacio Real y fue construido en su taller de Cremona por el gran artesano cremonense, disc¨ªpulo de Nicol¨¢s Amati, en torno al a?o de 1696.
El instrumento consta, a grandes rasgos, de una caja y un mango rematado por una cabeza terminada en una voluta. Las piezas est¨¢n pegadas con un col¨¢geno de origen animal. En la cabeza se halla el clavijero, al cual se anudan cuatro cuerdas sujetas a un puente y luego a un cordal. La vibraci¨®n arm¨®nica de las cuerdas se consigue mediante frotaci¨®n con un arco de cerdas de crin de caballo. El mango se encastra en la parte superior de la caja.
Como la de todos los instrumentos de cuerda construidos por ¨¦l en una primera etapa, la caja mide 31 pulgadas, unos 78 cent¨ªmetros. Es hueca y su silueta est¨¢ profusamente decorada con animales y figuras mitol¨®gicas. Presenta dos escotaduras laterales que permiten el manejo del arco. Asimismo, las escotaduras sirven para sujetar el instrumento con las piernas. La caja consta de dos superficies paralelas, una anterior, de abeto y perforada con dos efes, de unos cuatro mil¨ªmetros de espesor; y una tapa inferior, m¨¢s compacta, de madera de arce de Transilvania.
Desde el punto de vista del sonido, la caja cumple una funci¨®n semejante a la de un tambor: la parte inferior dura y la anterior blanda, que se asemejar¨ªa a una membrana por ser muy sensible al sonido de las cuatro cuerdas que penetra a su interior por las dos grandes efes laterales perforadas en el lomo de la tapa anterior.
Unidas en su contorno externo por una faja, en este caso profusamente decorada con animales y figuras mitol¨®gicas como grifos, entre ambas tapas hay dos dispositivos con funciones de transmisi¨®n del sonido: la barra arm¨®nica, de medio metro de longitud, pegada bajo la parte anterior en sentido longitudinal, y el alma, un soporte cil¨ªndrico de 10 mil¨ªmetros de di¨¢metro, en madera de abeto, que conecta ambas tapas en sentido perpendicular a la barra.
Seccionado en el tac¨®n
La caja se ve unida a un m¨¢stil de unos 40 cent¨ªmetros de longitud, compuesto de una plataforma encimera alargada, llamada diapas¨®n, en madera de ¨¦bano negro de la India; es ligeramente curvo en sus extremos laterales, para permitir el juego del arco que frota las cuerdas y genera el sonido. El diapas¨®n, que no lleva trastes, se ve rematado en dos extremos puntiagudos hacia la parte media de la caja.
Bajo el diapas¨®n, otra parte del m¨¢stil, pegada a ¨¦l, la compone propiamente el mango, la pieza que en esta ocasi¨®n result¨® da?ada y seccionada en su juntura con la caja, al caer abruptamente el instrumento y chocar contra una mesa.
El mango presenta la particularidad de que, en su extremo superior, muestra un encastre, llamado taco, pr¨®ximo a la cabeza del violonchelo. En el encastre queda inserto el mango del m¨¢stil, pieza que le fue cambiada al violonchelo de Antonio Stradivari en el arranque del siglo XIX. En su extremo inferior, el mango se incrusta sobre otra pieza dentro del ¨¢pice de la caja y que externamente forma una especie de tac¨®n. Ha sido este tac¨®n el que ha resultado seccionado tras la ca¨ªda del violonchelo.
Todo ello hace temer a Fernando Solar, del Gremio de Lutieres y Arqueros Espa?oles, que el impacto podr¨ªa hacer que las puntas del diapas¨®n hubieran herido la caja, ¡°aunque si no hay rajaduras en ¨¦sta hay que descartarlo¡±, precisa el luthier en su taller de la calle de Divino Pastor. Con certeza, el puente salt¨® con el golpe, as¨ª como el cordal. Desconoce si el encastre del cabezal result¨® da?ado tambi¨¦n, as¨ª como la suerte corrida por la pieza del ¨¢pice de la caja, llamada taco.
Delicadas ornamentaciones
Igualmente, las pinturas ornamentales que el violonchelo muestra en la faja que une ambas tapas de la caja, que representan liebres y grifos y una suerte de cenefa que contornea todo el per¨ªmetro del instrumento a base de c¨ªrculos y rombos de marfil, insertos entre filetes de l¨¢minas de ¨¦bano, podr¨ªan haber resultado igualmente da?adas por el impacto.
Tanto Solar como el veterano artesano Roberto Coll sugieren que la pieza rota deber¨¢ ser sustituida en vez de reparada, pero carecen de informaciones detalladas sobre la gravedad de las lesiones sufridas por el violonchelo. Coll se muestra partidario de que sea el franc¨¦s Etienne Betelot quien rehaga la pieza. ¡°Previamente, requerir¨¢ de un estudio exhaustivo y multidisciplinar¡±, como subraya Fernando Solar, ¡°dada su extraordinaria importancia¡±. A su juicio, ¡°en Espa?a hay capacidad plena para realizar con ¨¦xito esta delicada tarea¡±, criterio que comparte su colega Marcelino L¨®pez Nieto, que ofrece gratuitamente su colaboraci¨®n para restaurar el stradivari.
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