Urkullu acude a La Moncloa a pedir a Rajoy un plan sobre el fin de ETA

Ocho meses despu¨¦s del cese definitivo de la violencia de ETA y cinco despu¨¦s del primer y ¨²nico encuentro en La Moncloa entre el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el l¨ªder del PNV, I?igo Urkullu, la legalizaci¨®n de Sortu, la marca de la izquierda abertzale, por decisi¨®n del Tribunal Constitucional, ha sido el acontecimiento m¨¢s importante de la nueva etapa. Urkullu ha respaldado la decisi¨®n del alto tribunal porque cree que Sortu ha cumplido los requisitos legales y que el final de ETA es irreversible. Y sostiene, adem¨¢s, que el Gobierno del PP debe mantener una posici¨®n m¨¢s activa en la consolidaci¨®n del fin de ETA en las c¨¢rceles.

En este contexto, Urkullu se re¨²ne el martes con Rajoy en La Moncloa y le preguntar¨¢ si dispone de una estrategia y un calendario para acometer la consolidaci¨®n del final del terrorismo tras el anunciado plan de reinserci¨®n de presos del ministro de Interior, Jorge Fern¨¢ndez.

Urkullu, al que Rajoy reconoci¨® como interlocutor preferente para cuestiones vascas en su debate de investidura, en diciembre, acude a La Moncloa fortalecido, pues las encuestas le sit¨²an como ganador en las pr¨®ximas elecciones vascas. Pero tambi¨¦n es consciente de que no puede agobiar a Rajoy con la consolidaci¨®n del final del terrorismo cuando est¨¢ volcado en afrontar la crisis econ¨®mica, que pasa por sus momentos m¨¢s decisivos. Es m¨¢s, la mayor parte del encuentro se va a centrar en la crisis, en puertas de la decisiva Cumbre Europea del 28 y 29 de junio.

El PNV valora los pasos, ¡°aunque sean peque?os¡±, que el Gobierno del PP ha dado estos siete meses, como su rechazo a la propuesta de ilegalizaci¨®n de Amaiur, la coalici¨®n de la izquierda abertzale, que plante¨® en el Congreso UPyD, con el apoyo de algunas asociaciones de v¨ªctimas, y el plan de reinserci¨®n de presos de ETA anunciado por el ministro de Interior. Y lo valora, a¨²n m¨¢s, por los duros ataques que ha recibido desde los sectores m¨¢s conservadores. Incluso entiende, aunque no comparte, su reacci¨®n cr¨ªtica a la legalizaci¨®n de Sortu.

Tratar¨¢ de convencer al jefe del Ejecutivo para que active el frente carcelario

Pero Urkullu tratar¨¢ de aprovechar el ascendiente que tiene sobre Rajoy, con el que se reuni¨® discretamente media docena de veces cuando el l¨ªder del PP estaba en la oposici¨®n, para tratar de convencerle de que active el frente carcelario.

El PNV comparte con el PSE la conveniencia de excarcelar a los presos de ETA enfermos y acercar a las c¨¢rceles vascas a los reclusos reinsertables para, de ese modo, aislar al n¨²cleo duro de la banda terrorista, reacio a asumir la legalidad y la reinserci¨®n individual, la ¨²nica v¨ªa posible para canalizar su salida de la prisi¨®n. PNV y PSE est¨¢n convencidos de que si se acerca a las c¨¢rceles vascas a presos reinsertables la operaci¨®n culminar¨ªa con ¨¦xito. Sobre todo, cuando se sabe que en el debate interno entre los presos la mayor¨ªa cedi¨® a la minor¨ªa m¨¢s intransigente, anclada en las viejas proclamas de amnist¨ªa, irrealizables, por evitar la ruptura.

PNV y PSE parten de la base de que el final de ETA no se consolidar¨¢ o, dicho de otro modo, no habr¨¢ disoluci¨®n de la banda terrorista, hasta que el futuro de los presos etarras no se aclare. Incluso, el PNV cree que no es conveniente que la direcci¨®n de ETA, que proclam¨® su cese definitivo, se disuelva porque a¨²n podr¨ªa existir el riesgo de que otros ocuparan su lugar.

La ausencia de contactos del Gobierno central y del PP vasco con la izquierda abertzale complica la situaci¨®n y no es probable que los populares cambien de actitud, al menos, antes de las elecciones vascas. Lo que hace a¨²n m¨¢s relevante la interlocuci¨®n del PNV, que, aunque fr¨ªas, s¨ª mantiene relaciones con la izquierda abertzale.

En todo caso, el PNV no va a hacer de esto un casus belli contra el Gobierno. E incluso entiende que el Ejecutivo tema que dar publicidad a estas cuestiones haga el juego a la agenda de la izquierda abertzale, que pasa por reivindicar a los presos. Pero pretende que el Gobierno entienda, tambi¨¦n, que tras el cese definitivo de ETA no puede permanecer inm¨®vil y ceder a la izquierda abertzale el protagonismo pol¨ªtico en la nueva etapa. Siempre existe el riesgo de que la izquierda abertzale capitalice la opini¨®n mayoritaria que existe en el Pa¨ªs Vasco en favor de la flexibilizaci¨®n de la pol¨ªtica penitenciaria.

La posici¨®n del lehendakari, el socialista Patxi L¨®pez, es similar a la del PNV. El jueves dijo en Madrid que el Gobierno del PP ¡°tiene todav¨ªa ataduras de las posiciones que mantuvo en el pasado¡±, que le hacen ser vulnerable a las cr¨ªticas de los sectores ultraconservadores y que le impiden ¡°adecuarse al nuevo tiempo en que ETA ha abandonado las actividades terroristas¡±. Pero L¨®pez dej¨® clara su disposici¨®n a ayudar al Gobierno sin ¡°rebajar las exigencias al mundo de la izquierda abertzale¡±.

Sobre esta cuesti¨®n, existe una relaci¨®n muy fluida del PNV y PSE con el PP vasco. Y no puede descartarse que, en las pr¨®ximas semanas, pese a las presiones de los sectores m¨¢s conservadores, el Gobierno de nuevos pasos dentro de su plan de reinserci¨®n de presos de ETA.