Cartograf¨ªa de la memoria
Un profesor estadounidense censa los monumentos gallegos a las v¨ªctimas del franquismo para reivindicar su utilidad pedag¨®gica
Del busto del galleguista Alexandre B¨®veda en Pontevedra, erigido en 1986 al cumplirse medio siglo de su fusilamiento, al memorial en Aranga, inaugurado hace un a?o, a desaparecidos enterrados sin nombre en una fosa del cementerio de esta peque?a localidad. Entre ambos, 25 a?os y otros tantos los monumentos en reconocimiento a v¨ªctimas del franquismo en plazas y calles de toda Galicia. Ah¨ª est¨¢n, de forma silenciosa ¡ªla mayor¨ªa carecen de placa o explicaci¨®n de lo que representa¡ª, casi tan invisibles como las vidas truncadas a los que rinden homenaje.
Y sin embargo, esos monumentos narran, de forma mucho m¨¢s efectiva que cualquier otra, ¡°la historia del fascismo en Galicia¡±, afirma el profesor estadounidense John Thompson, de la Universidad de Montana. Por eso se lanz¨® a hacer la primera ¡°cartograf¨ªa de la memoria en Galicia¡±. Su departamento de Estudios Hisp¨¢nicos aprob¨® y financia un proyecto que tardar¨¢ dos a?os en publicar. Y con el libro, el autor pretende explicar el valor pedag¨®gico de estos homenajes a v¨ªctimas de la brutal represi¨®n franquista. ¡°Tienen una influencia directa, favorecen el aprendizaje del pasado en un presente que muchos consideran injusto¡±. Sobre todo, subraya este profesor, en un momento como el actual en que hay un notable deterioro de lo que supone la democracia. ¡°Los j¨®venes no la aprecian porque padecen un sistema que los excluye de la toma de decisiones importantes¡±.
Thompson regres¨® el lunes a Montana con una nueva tanda de largas conversaciones grabadas en v¨ªdeo con los autores de esos monumentos de la memoria, adem¨¢s de con testigos directos ¡ªo con sus descendientes¡ª de los hechos y con personas que conmemoran. Al margen de este trabajo quedan placas y monolitos. S¨®lo se ci?e a obras art¨ªsticas. ¡°Ofrecen otra forma de contextualizar hechos traum¨¢ticos, es una nueva forma de expresar p¨²blicamente el duelo y tambi¨¦n el rechazo a las pol¨ªticas del silencio de la derecha¡±, razona Thompson en un perfecto gallego con marcado acento yanqui. No es materia desconocida para este estadounidense que descubri¨® Galicia cuando su abuelo se cas¨® en segundas nupcias con una natural de Bandeira (A Estrada). Tras estudiar Filolox¨ªa en Santiago, se doctor¨® en 2000 en Montana con una tesis sobre la transmisi¨®n de la historia de la represi¨®n franquista a trav¨¦s de cuatro novelas de escritores gallegos (Anxo Angueira, Carvalho Calero, Mar¨ªa Xos¨¦ Queiz¨¢n y Manuel Rivas). Un trabajo que culmin¨® en 2009 con un libro, As novelas da memoria (Galaxia), que analiza c¨®mo m¨¢s de 40 obras gallegas abordan, entre 1956 y 2008, la dictadura y sus consecuencias.
Thompson culpa del olvido hist¨®rico al pacto de la Transici¨®n
Los monumentos de la memoria tienen, para Thompson, una fuerza distinta a la literatura, al ser objetos f¨ªsicos anclados en espacios p¨²blicos. ¡°Permiten que la gente acuda a ellos y que haya un intercambio de la memoria¡±, a?ade al precisar que muchas obras conmemorativas dieron pie, una vez erigidas, a que los historiadores investigaran episodios de la represi¨®n franquista de los que poco o nada se sab¨ªa. Ocurri¨®, por ejemplo, con el conjunto escult¨®rico de Pepe Gal¨¢n que desde 2008 rinde homenaje a los fusilados de la huida frustrada por O Porti?o, en A Coru?a. Fue despu¨¦s de la inauguraci¨®n cuando se fue reconstruyeron los hechos ¡ªa¨²n quedan lagunas¡ª y apareciendo nuevas v¨ªctimas.
A John Thompson le preocupa que ¡°el conocimiento de la historia se est¨¢ perdiendo con las ¨²ltimas generaciones¡±. Hizo mella, lamenta, ¡°el pacto de olvido de la Transici¨®n que justific¨® el fascismo en Espa?a y lo dej¨® sin condenar, al contrario de en el resto de Europa¡±. De ah¨ª el inter¨¦s de sacarle partido pedag¨®gico a los monumentos a las v¨ªctimas de la dictadura. Muchos pasan desapercibidos, ¡°son invisibles para la gente¡± porque carecen de una placa que explique los hechos a los que rinde homenaje. Ocurre con la mayor¨ªa de los 25 con los que cuenta Galicia, entre los que abundan creaciones abstractas. Demasiado, quiz¨¢s. Muchos ignoran el significado de la obra de Acisclo Manzano dedicada en el campus de Santiago a los profesores expulsados. Lleva por ¨²nica inscripci¨®n Vae victis 1936 [?Ay, de los vencidos!]. Otro ejemplo es el conjunto de acero Xos¨¦ Loureiro en el puerto de San Valent¨ªn de Fene. Es una conmemoraci¨®n al a?o de la memoria, 2006. A Thompson, tras o¨ªr la interpretaci¨®n del autor, le gusta mucho. Pero critica que nada explique lo que representa. Una asignatura pendiente para dotar de utilidad a ese patrimonio.
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