El alcalde est¨¢ en huelga de hambre
El regidor de Alburquerque lleva 17 d¨ªas sin comer ante el Ministerio de Industria Vadillo protesta contra la suspensi¨®n de las primas a los nuevos proyectos de energ¨ªas renovables
Para llevar 17 d¨ªas en huelga de hambre, ?ngel Vadillo tiene una pinta estupenda. El alcalde de Alburquerque, en la Extremadura profunda, cuna de conquistadores enclavada en la sierra de San Pedro, saluda con fuerza y tiene un discurso que ya quisieran muchos colegas. Nadie dir¨ªa que lleva dos meses y medio acampado en la entrada del Ministerio de Industria, adonde lleg¨® el 10 de abril tras hacerse 630 kil¨®metros a pie, para protestar, a jornada completa y bajo una sombrilla de rayas blancas y rojas, contra el decreto del Gobierno que suspende temporalmente las primas a los nuevos proyectos de energ¨ªas renovables.
¡°He perdido siete kilos y pico, pero no hay problema porque antes ten¨ªa barriguita... El truco es beber ocho litros de agua diarios mezclados con miel, que tiene potasio y mantiene activa la mente¡±, conf¨ªa el regidor de 47 a?os, irreductible en su demanda. Aunque el pulso que mantiene con el ministro Jos¨¦ Manuel Soria le cueste el pellejo. ¡°El lunes me atendieron en el hospital Universitario de la Princesa y me recomendaron que lo deje, que puedo perder la vida... Pero es que si me hubiera quedado en Alburquerque, mano sobre mano, rendido, me habr¨ªa entrado una depresi¨®n de caballo¡±, cuenta Vadillo. El SAMUR le traslad¨® al centro hospitalario ¡°por una disminuci¨®n progresiva de la frecuencia cardiaca¡±, seg¨²n recoge el parte m¨¦dico, que ¡°aconseja¡± el abandono de la huelga de hambre.
La causa de Vadillo va m¨¢s all¨¢ de la desaparici¨®n del proyecto de cinco plantas termosolares de 250 megavatios ¡°que generar¨ªan 850 empleos directos y una inversi¨®n de mil millones de euros en Alburquerque¡±, una comarca paralizada por un 40% de paro. Para el alcalde verde el decreto de Industria ¡°es una sentencia de muerte para Extremadura, donde se iban a invertir 15.000 millones en proyectos de energ¨ªas alternativas, que ya contaban con las autorizaciones administrativas y las licencias de obra¡±. El decreto 1/2012, a su entender, ¡°acaba con una alternativa viable y con futuro, un modelo a seguir que elogi¨® el mism¨ªsimo Obama¡±. ¡°Espa?a necesita energ¨ªas renovables, pero no podemos asegurar la rentabilidad de proyectos empresariales determinados como usted nos plantea. Nuestra obligaci¨®n es velar por el inter¨¦s general de todos los ciudadanos¡±, le escribi¨® Soria. Tras dos meses apostado a sus puertas, el ministro finalmente le recibi¨® cuando Vadillo decidi¨® pasar hambre.
¡°Solo me queda ofrecer mi sacrificio personal¡±, reflexiona Vadillo, que teme que la crisis se lleve por delante el trabajo, el legado, de 17 a?os al frente del Ayuntamiento. ¡°En este tiempo creamos una escuela de m¨²sica, una de teatro, un festival medieval... ?Por qu¨¦ se cuestiona la cultura y parece tan f¨¢cil de recortar? ?Y qu¨¦ pasa con los servicios sociales, con los centros de mayores que o son p¨²blicos o p¨²blicos, y m¨¢s en una zona con pensiones de 500-600 euros con suerte?¡±, argumenta el pol¨ªtico, al que Cristina Narbona, diputada socialista en el Congreso y exministra de Medio Ambiente, puso como ejemplo ayer en las Cortes. En todo el tiempo que lleva instalado en el n¨²mero 160 del paseo de la Castellana, Vadillo ha recibido el cari?o y reconocimiento in situ de los diputados extreme?os en el Congreso. ¡°Del PSM no ha venido nadie por aqu¨ª, salvo del colectivo M¨¢s Izquierda Madrid¡±, apunta el alcalde, que cuida su higiene cada ma?ana en los ba?os p¨²blicos de Embajadores, duerme sobre una colchoneta dentro de una furgoneta y mata las horas mostr¨¢ndose activo en las redes sociales, en Twitter de @Angelvadillo y su blog de www.angelvadillo.com... Y no olvidando su responsabilidad como alcalde. Aunque sea a distancia.
¡°Para eso me he tra¨ªdo el port¨¢til, para demostrar que existe un futuro ecol¨®gico y alternativo. ?Que si tengo problemas de bater¨ªa? ?Me he tra¨ªdo una placa fotovoltaica con la que cargo las del m¨®vil y el ordenador!¡±, concluye Vadillo, que se despide con una advertencia: ¡°Las el¨¦ctricas nombran a los ministros y secretarios de Estado. A Unesa [Asociaci¨®n Espa?ola de la Industria El¨¦ctrica] nunca le ha interesado las renovables¡±.
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