Espacio p¨²blico y bien com¨²n
Am¨¦n de la trampa de Eurovegas, preocupa que se crea que hay en el Baix Llobregat un gran terreno para darle cualquier uso
El debate sobre Eurovegas tiene tantos matices y permite abordarlo desde tantos puntos de vista, que no es extra?o que concite tanta preocupaci¨®n y tanta pasi¨®n. La convergencia de la iniciativa de Adelson y el dramatismo que implica el cambio de ¨¦poca que atravesamos convierten el tema en paradigma de muchos dilemas y encrucijadas. Solo hace falta leer el significativo art¨ªculo que dedic¨® a Eurovegas y el pretendido inter¨¦s p¨²blico del tema una autoridad jur¨ªdica y moral de este pa¨ªs como es el profesor Francisco Rubio Llorente el pasado jueves en EL PA?S para entender lo mucho que est¨¢ en juego. Mi pretensi¨®n hoy y aqu¨ª es tambi¨¦n alzar la mirada y relacionar la pol¨¦mica con el debate sobre el espacio p¨²blico.
Una de las grandes trampas en las que hemos ca¨ªdo es entender los espacios aparentemente vac¨ªos como espacios que ocupar y rellenar. Me preocupa no solo que la propuesta tramposa de Adelson siga su curso, sino que en el caso de que no llegue a concretarse, se d¨¦ carta de naturaleza al hecho de que hay ah¨ª, en el Baix Llobregat, una gran extensi¨®n de terreno libre para ser utilizado para cualquier uso e iniciativa. La existencia del Parque Agrario, con toda su fragilidad y precariedad actual, deber¨ªa ser celebrada por propios y extra?os. Es muy relevante el hecho de que una gran conurbaci¨®n metropolitana como la de Barcelona tenga en su interior una rica y f¨¦rtil extensi¨®n de terreno dedicada a usos productivos agrarios. Eso garantiza niveles de autosuficiencia alimentaria que son cada vez considerados estrat¨¦gicos en el debate sobre el futuro de las ciudades. Solo hace falta ver la orientaci¨®n que est¨¢n siguiendo las ciudades implicadas en el movimiento Transition Towns y su ¨¦nfasis en la resiliencia urbana para entender a qu¨¦ nos referimos. Lo que necesitamos es fortalecer esa realidad agraria, modernizarla, conectarla mejor con las redes de consumo y orientar su producci¨®n para que a?ada valor a lo que ya hace. Es lamentable que ante la situaci¨®n de paro y de d¨¦ficit educativo de muchos de los desempleados solo se nos ocurra pensar en la construcci¨®n o los servicios de baj¨ªsimo valor a?adido.
Necesitamos un debate serio sobre espacio p¨²blico y sobre bienes comunes. La zona del delta de Llobregat con la reserva estrat¨¦gica de su acu¨ªfero, deber¨ªa ser considerada y protegida como un bien com¨²n. Y deber¨ªan tomarse iniciativas para que la extensi¨®n agraria hoy amenazada pueda convertirse en un territorio que combine usos productivos con la existencia de iniciativas que refuercen su papel de espacio p¨²blico vital en una conurbaci¨®n como la nuestra. Este pasado viernes se celebr¨® en el CCCB la s¨¦ptima edici¨®n de la Bienal Europea de Espacio P¨²blico. En el acto de entrega de galardones, el presidente del jurado de esta edici¨®n, el arquitecto Josep Llin¨¢s, se refiri¨® a la gran heterogeneidad existente entre las 347 obras presentadas, provenientes de 36 pa¨ªses. El propio concepto de ¡°espacio p¨²blico¡± tiene la suficiente ambig¨¹edad como para permitir que se presenten obras y actuaciones que van desde la pura reordenaci¨®n f¨ªsica de algo ya existente por parte de los propios vecinos afectados, hasta sofisticadas y muy costosas intervenciones en ciudades, infraestructuras o interiores de edificios. El jurado decidi¨® conceder una menci¨®n especial al 15-M y a la ocupaci¨®n de la Puerta del Sol de hace poco m¨¢s de un a?o. Y lo hizo entendiendo que ello era la expresi¨®n social de un profundo malestar sobre el estado de salud de las democracias europeas. El recuerdo de esa ocupaci¨®n quedar¨¢ vinculado al espacio de la Puerta del Sol para siempre y, por tanto, esa memoria marcar¨¢ su condici¨®n de espacio p¨²blico. Tal como lo marca el pasado agr¨ªcola, de defensa civil y de ciudad informal que tiene el espacio de las bater¨ªas antia¨¦reas del Tur¨® de la Rovira, cuya recuperaci¨®n y renovaci¨®n recibi¨® el premio de esta edici¨®n de la Bienal del CCCB.
Me gustar¨ªa pensar que, dentro de unos a?os, el gran espacio del Baix Llobregat hoy objeto de deseo por parte de quienes no pueden entender su valor actual como espacio p¨²blico y bien com¨²n, pueda ser objeto de reconocimiento por parte de especialistas de todo el mundo. Gente que celebre que una comunidad inteligente vio en su preservaci¨®n, resignificaci¨®n y mejora una gran oportunidad para encauzar estrat¨¦gicamente su futuro, apostando por la producci¨®n, los servicios y la vida de alto valor a?adido.
Joan Subirats es catedr¨¢tico de Ciencia Pol¨ªtica de la UAB.
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