El artista Santiago Sierra quema en El Cabanyal el ¡®Futuro¡¯
El colectivo Perif¨¨ries y el fallero Manolo Mart¨ªn colaboran en la elaboraci¨®n de la obra
El futuro se mont¨® ayer en un solar en El Cabanyal y all¨ª mismo se le prendi¨® fuego. Fue un acto cargado de simbolismo y tambi¨¦n muy tangible, porque la pieza de madera Future med¨ªa 17 metros. Fue ideada por el prestigioso y pol¨¦mico artista espa?ol Santiago Sierra, producida por el artista fallero Manolo Mart¨ªn y comisariada por Rafa Tormo, de Perif¨¨ries.
Este colectivo de artistas lleva un a?o en contacto con Sierra para plasmar en Valencia una colaboraci¨®n en alguno de los barrios amenazados de la ciudad, en este caso, por el plan municipal de prolongar la avenida de Blasco Ib¨¢?ez por mitad del ¨¢rea, declarada Bien de Inter¨¦s cultural. Ayer se plasm¨® esa colaboraci¨®n a trav¨¦s de una muy peculiar falla.
Sierra quiso ceder todo el protagonismo a los anfitriones y se limit¨® a explicar que la elecci¨®n del ingl¨¦s obedece a que ¡°lo que pasa en El Cabanyal pasa en otros barrios del mundo¡±. Su primera intervenci¨®n en Valencia fue grabada y emitida en directo por internet.
Tan apreciado como discutido, el madrile?o es uno de los artistas espa?oles con mayor proyecci¨®n internacional. Hace dos a?os renunci¨® al Premio Nacional de Artes Pl¨¢sticas por su oposici¨®n a ¡°un Estado que es c¨®mplice de guerras dementes y que, entre otras muchas cosas, dona el dinero com¨²n a la banca¡±. Y a?os atr¨¢s provoc¨® airadas reacciones cuando exigi¨® el DNI espa?ol a los visitantes que quisieran entrar en su instalaci¨®n de la Bienal de Venecia.
Anoche, sus letras de futuro se convirtieron en negras cenizas en poco minutos. No hay futuro, sobre todo para algunos. ¡°Pagan siempre los mismos, sin capacidad de decidir sobre sus vidas. Las decisiones las toman los poderosos¡±, se?al¨® Rafa Tormo, comisario de la intervenci¨®n, que fue seguida por un reducido grupo de vecinos y de artistas y profesionales del arte. ¡°Hemos descubierto como sociedad que m¨¢s que nunca tenemos los pies de barro y transitamos por desiertos donde solo se nos muestra la libertad como simulacro: ficciones ad hoc¡±, apunt¨® Tormo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.