La C¨¢mara de Pontevedra rechaza que la plantilla trabaje horas gratis

El pasado 1 de junio entraba en vigor el horario de verano, con jornada intensiva, en la C¨¢mara de Comercio de Pontevedra. Para la instituci¨®n significa cerrar por las tardes al p¨²blico excepto para los cursos que tienen jornada partida. Ante la situaci¨®n que viven en el organismo, amenazado por la falta de recaudaci¨®n tras la supresi¨®n de la cuota obligatoria que pagaban las empresas, un grupo de trabajadores decidi¨® hacer un esfuerzo y ofrecerse a trabajar gratis y mantener el edificio abierto. ¡°Hemos tomado la determinaci¨®n de continuar prestando nuestros servicios en el horario habitual de apertura por la tarde, de 16 a 18 horas¡±, informaron en una carta dirigida a Manuel G¨®mez Rivera, el presidente en funciones. ¡°Es para ofrecer el mejor servicio y la mayor disponibilidad a las empresas pertenecientes a la demarcaci¨®n¡±, insist¨ªan los cinco empleados que firmaron la misiva.

Para su sorpresa, en una carta firmada el 12 de junio, el presidente, previo informe de la Secretar¨ªa General, les inst¨® a ¡°cumplir con el horario pactado en convenio colectivo¡±. ¡°Corresponde a esta empresa la organizaci¨®n del trabajo, existiendo, a pesar de la situaci¨®n actual, razones suficientes y fundadas para el mantenimiento del horario que siempre se ha prestado¡±, argumenta la C¨¢mara. Para el presidente, la medida tomada de forma unilateral por un grupo de trabajadores ¡°no supone una mejora de la eficiencia, ya que el sistema de apertura por la tarde a turnos no garantiza la calidad del servicio¡±. Para reforzar su posici¨®n, el empresario apel¨® incluso al Estatuto de los Trabajadores.

Lo m¨¢s curioso del asunto es que despu¨¦s de valorar positivamente el gesto, G¨®mez Rivera advierte a la plantilla de que ¡°el incumplimiento del horario o la ocupaci¨®n de las instalaciones en horario distinto podr¨ªa considerarse como una desobediencia grave y frontal que podr¨¢ ser objeto de la m¨¢s rigurosa sanci¨®n disciplinaria que en derecho quema¡±.

Para los trabajadores, que el presidente del organismo rechace una oferta semejante con el argumento de que ¡°no mejora la eficiencia¡± es, a todas luces, chocante, sobre todo viniendo de un empresario. Lo que subyace es un conflicto ante la amenaza de que la C¨¢mara recorte su plantilla apelando a una ca¨ªda de la demanda de servicios.