De c¨®mo Dionisio Ridruejo cruz¨® el Rubic¨®n en Catalu?a

El 12 de abril de 1955 fue una fecha clave para Dionisio Ridruejo. Aquel d¨ªa, el brillante ide¨®logo falangista del primer momento, que hab¨ªa entrado con las tropas franquistas en Barcelona, aunque no consigui¨® que los militares repartieran sus octavillas en catal¨¢n; el combatiente de la Divisi¨®n Azul; el hombre que se hab¨ªa dado de baja en Falange cuando pod¨ªa haber tenido lo que hubiera deseado, cruz¨® su Rubic¨®n. Lo hizo en una conferencia ¡°tan larga como desnuda¡± que pronunci¨® en el Ateneo de Barcelona, que entonces presid¨ªa el que luego ser¨ªa ministro sin cartera Pedro Gual Villalb¨ª ¡ªausente en aquella ocasi¨®n¡ª, que supuso su ruptura definitiva con el r¨¦gimen que hab¨ªa ayudado a fundar y que le situ¨® de forma irreversible en la senda que le convertir¨ªa en un protoh¨¦roe de la democracia, en el referente de la superaci¨®n de las dos Espa?as.

Ahora se cumple un siglo del nacimiento de este intelectual, ensayista y poeta, y su memoria, por un tiempo perdida, est¨¢ siendo recuperada a trav¨¦s de una serie de actos en distintos lugares de Espa?a. Y ayer le toc¨® el turno a Barcelona, y por extensi¨®n, a Catalu?a, una ciudad y un pa¨ªs que desempe?aron un papel decisivo en su vida, en todos los sentidos: por su matrimonio con Gloria de Ros; por su relaci¨®n con Josep Pla (tradujo el Quadern gris), Eugeni d¡¯Ors, Mart¨ª de Riquer y los fundadores de la revista Destino, y por su destierro en Alella.

En el mismo Ateneo, aunque no en el mismo espacio, ahora ocupado por la biblioteca, uno de sus principales bi¨®grafos, el catedr¨¢tico Jordi Gracia; un viejo amigo, el editor Rafael Borr¨¤s, y el escritor y profesor Carlos Rojas participaron en una mesa redonda que, bajo el t¨ªtulo Ridruejo: de fascista a dem¨®crata autodidacta, sirvi¨® para descubrir algunas facetas de la vida de este hombre que muestran que ser fiel a uno mismo y atenerse a las consecuencias es el buen camino para entender los tiempos que a cada uno le toca vivir.

Aunque en versi¨®n muy resumida, la proyecci¨®n del documental Dionisio Ridruejo: la forja de un dem¨®crata, realizado por Jorge Mart¨ªnez Reverte en 2005, sent¨® perfectamente las bases del acto: En el filme, dos de sus grandes interlocutores en la d¨¦cada de 1950, Javier Pradera y Jorge Sempr¨²n, ahora ya fallecidos, explicaban sus encuentros y su relaci¨®n con Ridruejo. Un exfascista y dos comunistas todav¨ªa estalinistas establec¨ªan ya entonces una relaci¨®n superadora de la Guerra Civil, como se encarg¨® de se?alar Jordi Gracia.

Rojas, por su parte, record¨® al Ridruejo amante de la poes¨ªa y sus conversaciones sobre Quevedo, B¨¦cquer y Alberti. Borr¨¤s, que solo ten¨ªa 19 a?os cuando hizo de taqu¨ªgrafo en aquella conferencia y que acab¨® editando Casi unas memorias en 1976, quiso dejar sentada la integridad moral del personaje y el ejemplo de que siempre es posible cambiar y reflexionar.