Cartas para la dictadura cat¨®lica
El CSIC publica el archivo del cardenal Isidro Gom¨¢, jefe de la Iglesia en 1936
El d¨ªa del levantamiento fascista de 1936, el entonces arzobispo de Santiago, Tom¨¢s Muniz, se comunic¨® por carta con la persona que orquestar¨ªa el reconocimiento del r¨¦gimen de Franco por parte de la Iglesia de Roma. ¡°Estoy aterrado con los ¨²ltimos sucesos, que no ocurren sino en pa¨ªses de civilizaci¨®n rudimentaria. ?No habr¨¢ alg¨²n Estado que se decida a someternos a tutela, como nosotros lo hicimos en otro tiempo con los indios?¡±, le contaba a Isidro Gom¨¢, cardenal catal¨¢n, met¨®dico, terco en el deseo de conservar las cartas que recib¨ªa de obispos, sacerdotes de pueblo o representantes de Falange o del Banco Central de Cr¨¦dito, as¨ª como copias de cada informe salido de su m¨¢quina de escribir port¨¢til durante los a?os de la Guerra Civil.
?El archivo personal de Gom¨¢, una colecci¨®n de m¨¢s de 5.000 documentos por los que desfilan personalidades de la jerarqu¨ªa cat¨®lica y del mundo militar, acaba de ser publicado en 13 vol¨²menes por el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas despu¨¦s de 25 a?os de trabajo de los historiadores Jos¨¦ Andr¨¦s-Gallego y Ant¨®n M. Pazos ¡ªinvestigador del CSIC en Galicia¡ª, que escrutaron el herm¨¦tico cat¨¢logo, propiedad del Arzobispado de Toledo, desde 1987. La correspondencia de Gom¨¢, interlocutor entre Roma y el estado a¨²n en guerra, refleja no solo el compromiso de la Iglesia con el bando sublevado y el objetivo de reprimir cualquier movimiento contrario a la victoria de Franco ¡ª hay listas de maestros republicanos y catedr¨¢ticos supuestamente masones¡ª sino tambi¨¦n el temor de la curia a ser desplazada por la influencia de los nazis en la contienda.
¡°Sus misivas explican el compromiso
¡°El archivo Gom¨¢ es que el que mejor explica el compromiso de la Iglesia con el estado franquista. Un cardenal catal¨¢n orienta en sentido cat¨®lico el r¨¦gimen para evitar que caiga en manos del nazismo. Gom¨¢ quiere un estado cat¨®lico, no libre ni democr¨¢tico, cat¨®lico¡±, explica Andr¨¦s-Gallego, encargado de seleccionar los documentos publicados. No est¨¢n todos, porque los autores apartaron aquellos de car¨¢cter anecd¨®tico que no aportaban gran cosa al estudio del conflicto (el cardenal guard¨® incluso misivas sobre obras en iglesias). Pero los que se ganaron la edici¨®n dicen mucho de quien los archiv¨®. ¡°En Orense (Galicia) se ha decretado la sustituci¨®n de los maestros dirigentes de la Asociaci¨®n Trabajadores de la Ense?anza, de car¨¢cter marxista, y la suspensi¨®n de su sueldo por tres meses a los afiliados a dicha asociaci¨®n¡±, recoge en un informe acerca del levantamiento ¡°c¨ªvico-militar¡± ¡ªas¨ª calificaba al golpe de estado que acab¨® con la rep¨²blica democr¨¢tica¡ª en el que interpreta la ¡°g¨¦nesis del alzamiento¡±.
A los investigadores, que dicen que nunca tuvieron la intenci¨®n de dedicarle ¡°casi toda la vida¡± al nutrido archivo, les llama la atenci¨®n una carta remitida a Gom¨¢ desde Ourense, firmada por un sacerdote llamado Tom¨¢s Barreira, expedientado despu¨¦s por atreverse al reproche. El cura se dec¨ªa dolido y promet¨ªa quejarse ¡°sin rodeos ni eufemismos protocolarios¡±: ¡°Se ha silenciado el nombre de Galicia al enumerar las regiones espa?olas que intervienen en el actual movimiento salvador de Espa?a¡±, escribe en la carta cuidadosamente conservada por Gom¨¢. En la nota, el sacerdote Barreira cuenta con orgullo que los conventos gallegos fueron los ¨²nicos que atendieron la llamada de Sancho IV cuando este pidi¨® ayuda econ¨®mica a los reinos ¡°para hacer la guerra al moro¡±.
Pragm¨¢tico y sobrio en el trato ¡ªpor carta, al menos, solo bromeaba con el Arzobispo de Santiago¡ª, Gom¨¢ redact¨® la carta colectiva de 1937 que posicion¨® a la curia espa?ola a favor del golpe. El cardenal escribi¨® parte de las misivas de los primeros d¨ªas de la guerra en el balneario navarro de Belascoain, un destino bastante m¨¢s amable que su di¨®cesis de Toledo, territorio republicano. Calificaba de ¡°mala persona¡± a Ram¨®n Serrano Su?er, ministro y cu?ado del dictador, ve¨ªa en Jos¨¦ Calvo Sotelo ¡°el m¨¢s caracterizado y valeroso de los derechistas¡± y entend¨ªa que las huelgas ¡°se producen por los m¨¢s m¨ªnimos detalles¡±. No hac¨ªa muchas concesiones a los republicanos, porque seg¨²n le explic¨® por carta al cardenal Pacelli ¡ªsecretario de Estado del Vaticano¡ª ¡°el relato de los excesos cometidos¡± ser¨ªan ¡°una mancha en la historia de Espa?a¡±. ¡°Con todo, es digno de notarse el hecho de que la mayor parte de estos llamados comunistas reciben los Santos Sacramentos antes de ser pasados por las armas¡±, recoge unos de sus informes.
La apertura del Archivo Gom¨¢ v¨ªa publicaci¨®n de sus fondos abre a los historiadores la puerta de una colecci¨®n casi desconocida, a la que pocos investigadores accedieron desde los a?os ochenta. ¡°Ahora se est¨¢ usando en todos los trabajos sobre la Guerra Civil¡±, se congratula Pazos. En pocos meses, las cartas de Gom¨¢ estar¨¢n disponibles tambi¨¦n en formato electr¨®nico.
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