Escondite para amantes
La arquitecta, comisaria de programas de apoyo a j¨®venes colegas, elige un Madrid ins¨®lito visto desde las alturas, una capital verde y ejemplos de viviendas de los a?os sesenta y setenta
1. Cuesta de las Perdices. Llegar a Madrid por la A-6 es un paisaje de ciudad verde: un z¨®calo con los bosques de El Pardo, la Ciudad Universitaria y el campo de golf Puerta de Hierro. Al norte, las cuatro torres de Castellana dibujan una silueta que ya es referencia del Madrid del nuevo siglo; hacia el sur, la Ciudad Universitaria con edificios fragmentados entre la masa verde.
2. Terraza La Perla. La mejor oferta tradicional de bebidas veraniegas: horchata, granizado de lim¨®n y leche merengada en una terraza a la sombra de ¨¢rboles de gran porte del parque del Oeste (Pintor Rosales, 64).
3. Quiosco Bellas Artes. Un peque?o chiringuito, a la entrada del Museo de Ciencias Naturales, con cubierta verde donde tomar un aperitivo, leer el peri¨®dico los domingos y observar la Castellana entre las zonas ajardinadas (Jos¨¦ Guti¨¦rrez Abascal, 2).
4. Terraza hotel Orfila. La terraza interior de este palacete del siglo XIX en pleno centro es un lugar secreto casi invisible, perfecto para una buena conversaci¨®n o lugar de encuentro para amantes. Mobiliario de hierro pintado de blanco y una hiedra verde invade las paredes de las viviendas vecinas (Orfila, 6).
5. Madrid verde. El parque de Palomeras presenta una vista ¨²nica de la ciudad desde el sur; al oeste, el parque de Dehesa de la Villa propone un paseo para bicis o andarines a una cota constante desde la cual se contempla la sierra, y el laberinto de Boj de la toscana del Prado situado sobre una plataforma elevada desde la cual, entornando los ojos, vemos c¨®mo se funden los recortados setos con las copas de los ¨¢rboles del Bot¨¢nico en un mar verde.
De la dictadura argentina
Ariadna Cant¨ªs (Buenos Aires, 1960), de familia exiliada de la dictadura, lleg¨® a Madrid en 1977. Forma parte del equipo redactor del Plan Madrid Centro como experta en cultura y comunicaci¨®n. Y comisar¨ªa el festival de arquitectura joven Freshlatino.
6. Olivia te cuida. Peque?o local con una deliciosa carta de comida sana e inusual a base de cereales, verduras ecol¨®gicas, at¨²n y cebiche (Santa Teresa, 8).
7. Madrid desde las alturas. Por fin una oferta variada para contemplar la ciudad desde arriba: terraza del C¨ªrculo de Bellas Artes y del centro del Ayuntamiento; el mirador de Moncloa, un platillo volante de Salvador P¨¦rez-Arroyo. La terraza de La Casa Encendida desde donde se distingue el paisaje sur de la ciudad recordando un cuadro de Antonio L¨®pez. Y la m¨¢s novedosa, desde Torre Espacio para imaginar el crecimiento de Madrid hacia el norte.
8. Planta de Valdeming¨®mez. Una cubierta verde inclinada dise?ada por ?balos & Herreros aloja un programa desconocido por los ciudadanos en el que se clasifican los residuos por ellos generados. Un aut¨¦ntico paisaje de acontecimientos.
9. Las esquinas de Ruiz de la Prada. Arquitecto brillante que construy¨® entre los a?os sesenta y setenta viviendas de tipolog¨ªa residencial colectiva que recorren las calles de Jos¨¦ Abascal, Zurbano, Eduardo Dato y Ortega y Gasset, dise?ando burguesas esquinas de ladrillo aplantillado de color marr¨®n patata, que se distinguen por la elegancia con la que se encuentran con el suelo.
10. Telef¨¦rico de la Casa de Campo. Los 20 minutos de duraci¨®n permite ver un skyline ¨²nico: la cornisa de Madrid. Muy recomendable hacerlo al atardecer cuando los ¨²ltimos rayos de sol iluminan el oeste de la ciudad. El viaje sobrevuela el Manzanares, torres de viviendas y la Casa de Campo. Al regresar podemos ver hacia el sur c¨®mo se suceden los tejados de la ciudad-corte, el Palacio Real y el ordenado Museo de Colecciones Reales de Tu?¨®n-Mansilla.
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