¡°Las llamas estaban cerca, nunca hemos visto nada igual¡±

¡°Nos levantamos, y las llamas estaban muy cerca, nunca hemos visto un incendio as¨ª¡±, confesaba este viernes Antonio Jornet, que vive en una casita muy cerca del Castell de Cocentaina, una de las zonas afectadas por el incendio que arras¨® entre 350 y 500 hect¨¢reas en la sierra de Mariola, y oblig¨® a evacuar a unas 200 personas en la noche del jueves.

La pertinaz labor de los medios a¨¦reos, que desde primera hora de la ma?ana se volcaron para conseguir acotar el per¨ªmetro del fuego, y el amplio despliegue de medios terrestres, unos 350 efectivos, logr¨® que sobre las seis de la tarde de este viernes se diera el incendio por controlado, aunque no extinguido.

¡°Es como un videojuego, solo hacen que pasar avionetas por el cielo¡±, coment¨® el camarero de un bar muy pr¨®ximo a la urbanizaci¨®n de Serelles, donde se habilit¨® el centro de coordinaci¨®n de Emergencias.

Un total de 14 hidroaviones, sin parar, cog¨ªan agua del pantano de Beniarr¨¦s y descargaban sobre la cima del Montcabrer, muy escarpada y de dif¨ªcil acceso. Los helic¨®pteros tomaban agua de piscinas o balsas y tambi¨¦n iban sofocando las llamas. Mientras en tierra, la Unidad Militar de Emergencias (UME), con casi cien efectivos, se encarg¨® de acotar el per¨ªmetro. El alcalde de Alcoi, Antoni Franc¨¦s, cifr¨® en unas 500 hect¨¢reas la superficie quemada.

El Ayuntamiento orden¨® a la Polic¨ªa Local controlar el acceso a los parajes naturales, en especial la Font Roja, ya que sospechan que el incendio de Mariola, fue provocado. Lo mismo que el otro fuego declarado en la carretera hacia Ba?eres en la noche del jueves y que fue controlado r¨¢pidamente. ¡°Debemos extremar la vigilancia para evitar la acci¨®n de esta gente¡±, dijo Franc¨¦s. Emergencias de la Generalitat record¨® que la investigaci¨®n de la Guardia Civil y los t¨¦cnicos ¡°sigue abierta y no se descarta ninguna causa¡±.

Los 200 vecinos de casitas de campo, mas¨ªas y urbanizaciones que fueron desalojados el jueves por la noche regresaron durante el d¨ªa a sus casas. Las elevadas temperaturas, que rozaron los 40 grados al mediod¨ªa, y el viento de levante, que empez¨® a soplar por la tarde, obligaron a los efectivos a permanecer de guardia durante toda la noche.