¡°La independencia es la ¨²nica forma de sobrevivir ante la crisis¡±
¡°Cualquier pol¨ªtica que se imponga es negativa¡±, afirma la candidata 'abertzale'
Se confiesa abertzale y de izquierdas, aunque niega ser ¡°una mujer de aparato¡±. Quiz¨¢ por eso, sus palabras, titubeantes en ocasiones, suenan todav¨ªa frescas en el herm¨¦tico mundo de la pol¨ªtica. ¡°Soy yo misma y no voy a decir lo que no pienso¡±, promete la candidata de EH Bildu a lehendakari, Laura Mintegi.
Pregunta. ?Est¨¢ bien agredir o insultar a alguien por llevar la camiseta de Espa?a?
Respuesta. No est¨¢ bien agredir a nadie por nada. La agresi¨®n llega cuando se acaba el mundo de las ideas. Es una muestra de debilidad.
P. ?Se puede ser lehendakari sin experiencia en la pol¨ªtica?
R. Se hace una lectura muy reduccionista de lo que es la pol¨ªtica, limit¨¢ndola al desempe?o de cargos p¨²blicos. Yo llevo haciendo pol¨ªtica toda mi vida. Como directora de departamento en la universidad, como presidente de una asociaci¨®n de escritores de ¨¢mbito internacional, como madre y como ciudadana.
Perfil
Nacida en Estella en 1955, Laura Mintegi es la ¨²nica mujer y la m¨¢s veterana entre quienes aspiran a ser lehendakari. Aunque navarra de origen, es vizca¨ªna de adopci¨®n. Pronto se traslad¨® a Bilbao y luego a Getxo, donde reside. Ajena a la pol¨ªtica en su vertiente institucional, siempre se ha significado con la causa abertzale e independentista. Licenciada en Historia y doctora en Psicolog¨ªa, la literatura y la docencia han marcado su vida profesional. En la actualidad es profesora de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV-EHU).
P. El PNV, favorito en las encuestas, presume de gesti¨®n. ?Qu¨¦ ofrecen ustedes?
R. Nosotros tenemos una largu¨ªsima experiencia tambi¨¦n en gesti¨®n. Tanto a nivel individual, como colectiva. Desde los Ayuntamientos, a las Juntas Generales y el Parlamento.
P. Sin diferencias entonces.
R. En el proyecto. Somos la ¨²nica esperanza de virar la pol¨ªtica econ¨®mica de este pa¨ªs. Ning¨²n otro candidato presenta nada diferente de lo hecho hasta ahora y ya sabemos hacia d¨®nde nos han tra¨ªdo.
P. ?Virar hacia d¨®nde?
R. Hacia la autogesti¨®n y la capacidad de decisi¨®n. No tiene sentido que alguien que no conoce tu tierra te diga c¨®mo tienes que producir en ella, transportarte o moverte geogr¨¢ficamente. Y todo eso se decide, no ya en Madrid o Par¨ªs, sino en Berl¨ªn o Bruselas¡ Es demencial.
P. Bildu primero. Luego Amaiur. Ahora EH Bildu. ?Se trata de liar a los ciudadanos?
R. Vaya tragedia la de este pa¨ªs, que para seguir siendo uno mismo tenga que cambiar 13 veces de nombre.
P. Se trata entonces de eludir a la Justicia.
R. No en el caso de la coalici¨®n. EH Bildu es una sigla nueva porque es distinta de Amaiur. Tenemos m¨¢s gente que nos apoya. Y si hace falta alguna sigla m¨¢s porque viene otro colectivo pol¨ªtico, pues bienvenido sea.
¡°Como ciudadana, el asesinato de Blanco fue el peor d¨ªa de mi vida¡±
P. Parece evidente que nadie va a ganar las pr¨®ximas auton¨®micas con mayor¨ªa absoluta y que van a hacer falta pactos postelectorales. ?Est¨¢n dispuestos a alcanzarlos con cualquiera?
R. Con cualquiera que pueda coincidir en el programa soberanista y de izquierdas. No creo en las exclusiones a priori.
P. ?Y si no son soberanistas ni de izquierdas?
R. Pues tendremos que hablar m¨¢s y ver en qu¨¦ punto podemos coincidir. Aun as¨ª, todo aquel que diga que quiere a este pa¨ªs, va a querer buscar soluciones. Y soluciones claras es precisamente nuestro lema.
P. ?Qu¨¦ mayor¨ªa social hace falta para reclamar con autoridad moral la independencia?
R. Cualquier medida pol¨ªtica que se imponga es negativa. Si queremos una independencia sostenible y duradera, tenemos que conseguir un amplio consenso. Y hay dos formas de conseguirlo. Una, porque la gente, por ideolog¨ªa y convencimiento, es independentista. Y otra, porque llega a la conclusi¨®n de que es la ¨²nica forma de sobrevivir.
P. ?Ante la crisis?
R. Puede que gente de distinta ideolog¨ªa coincida en que este pa¨ªs se va a pique cuando est¨¢ lastrado con un plomo atado al tobillo, con pol¨ªticas en las que no ha podido participar. Gente que piense que vamos a vivir mejor haciendo nuestro propio camino. Necesitamos un pa¨ªs donde no estemos de alquiler. Es inc¨®modo estar en casa ajena.
¡°Estamos en un punto de inflexi¨®n¡±
Pregunta. ?De d¨®nde surge el nombre de Laura Mintegi? Hay quien ha criticado que su designaci¨®n ha sido un tanto oscura.
Respuesta. Para empezar, he sido elegida por una coalici¨®n y no por un partido. En EH Bildu estamos cuatro y cada uno ha tenido que consensuar sus nombres con los otros tres. He tenido la gran suerte de estar en las listas de pr¨¢cticamente todos ellos. Ha sido una confluencia natural. El mayor capital de esta coalici¨®n es que ya ha puesto en pr¨¢ctica algo que predica que va a hacer en un ¨¢mbito m¨¢s amplio: llegar a acuerdos entre distintos.
P. ?No se han quedado otros candidatos en el camino?
R. En el camino ha quedado Arnaldo Otegi y no porque los grupos no lo considerasen un buen candidato, sino porque una Administraci¨®n de Justicia injusta ha considerado que hacer pol¨ªtica tiene que castigarse con la c¨¢rcel. Le detuvieron a la salida de una reuni¨®n pol¨ªtica, cuando estaba con otros dirigentes dise?ando el panorama que tenemos actualmente. Es algo impresentable en un pa¨ªs que se considera democr¨¢tico. En Europa solo ocurre en Turqu¨ªa y en Espa?a.
P. ?Era usted entonces la segunda opci¨®n?
R. Esa es una mentalidad cuantitativa. Si fuese la vig¨¦sima, me dar¨ªa igual. Yo no entro en esa din¨¢mica. Se trata de confluir las personas que pueden ser adecuadas para llevar adelante una pol¨ªtica com¨²n. Y me ha tocado a m¨ª.
P. ?Por qu¨¦ ha aceptado?
R. Porque estamos en un punto de inflexi¨®n y la gente de izquierdas asume, no delega.
P. ?Plantear¨ªan una ruptura total con el Estado en caso de ganar las elecciones?
R. Vivimos en un mundo globalizado. Todos tenemos que tener relaci¨®n con todos. La cuesti¨®n est¨¢ a qu¨¦ nivel se tiene esa relaci¨®n. ?A un nivel de igualdad o de dependencia? Nosotros, con el Estado, la queremos a nivel de igualdad.
P. Representan usted y su equipo caras nuevas respecto a la antigua Batasuna. ?Qui¨¦n manda en realidad?
R. Eso es lo que me gusta. Que mandamos todos. Estamos planteando una pol¨ªtica horizontal, no vertical. Otra forma de hacer las cosas. En nuestro sistema se hacen aportaciones y la mejor propuesta es la que al final sale adelante.
P. ?Al estilo asambleario?
R. Los diferentes niveles de decisi¨®n son necesarios, porque no podemos hacer una pol¨ªtica asamblearia de tres millones de personas. Se tienen que formar unas estructuras donde se van tomando decisiones progresivamente, pero esas estructuras tienen que tener un feed-back. Tienen que retroalimentarse. Cada vez que se toma una decisi¨®n, tiene que volver a la base, tiene que volver a aprobarse y subir de nuevo. Ese es un sistema sano, en el que se va avanzando con un gran nivel de consenso.
P. ?Tambi¨¦n en cuestiones clave, como la independencia?
R. Nuestra vocaci¨®n es avanzar como pueblo. Y si queremos llegar a un escenario de independencia, eso no se puede decidir en un despacho. Para lograrlo tenemos que ir convenciendo a las personas de que es la mejor soluci¨®n para todos.
P. ?Y si su apuesta no se traduce en buenos resultados?
R. Ser¨ªa cuesti¨®n de m¨¢s tiempo. Tenemos el ejemplo de Canad¨¢. Cada vez que all¨ª se plantea un refer¨¦ndum de autonom¨ªa, la sensibilidad quebec¨²a asume el resultado, porque es una democracia, y al cabo del tiempo lo vuelve a plantear.
P. Esta semana se han cumplido 15 a?os del asesinato de Miguel ?ngel Blanco.
R. Estaba en Madrid y es uno de esos d¨ªas que sabes d¨®nde estabas, aunque pasen 40 a?os. Como ciudadana, fue el peor d¨ªa de mi vida. Me parece tremenda la gran espiral de violencia que ha vivido esta sociedad en los ¨²ltimos 75 a?os. Una violencia ha tra¨ªdo a otra, y esa ha tra¨ªdo a otra, y hemos llegado a un punto en el que resultaba dif¨ªcil levantarse de la cama.
P. Ha cambiado la situaci¨®n.
R. Tenemos ya un escenario en el que la lucha armada ha terminado para siempre y una sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que deja en suspenso la doctrina Parot, otra de las medidas que generan una violencia jur¨ªdica impresionante. Se est¨¢n empezando a crear unas condiciones para deshacer todas aquellas medidas extraordinarias que se fueron aplicando en momentos extraordinarios. El objetivo es la normalidad y yo conf¨ªo en que los pol¨ªticos de este pa¨ªs tendr¨¢n la talla suficiente para buscarla con responsabilidad y generosidad.
P. ?Se disolver¨¢ ETA?
R. Para cuando anunci¨® su cese, ETA ya estaba inactiva. El tema de la disoluci¨®n es una cuesti¨®n t¨¦cnica. Lo que importa es su decisi¨®n pol¨ªtica de no actuar violentamente. Ahora veamos qu¨¦ decisi¨®n pol¨ªtica tenemos el resto de los agentes de esta sociedad para resituarnos en el nuevo escenario.
P. ?Son los presos la principal reivindicaci¨®n de ETA?
R. De ETA, no lo s¨¦. De este pa¨ªs, s¨ª. Yo asist¨ª a una manifestaci¨®n, en enero, que superaba las siglas y ped¨ªa solo dos cosas: el acercamiento de los presos y el cambio de la pol¨ªtica penitenciaria. Y eso es algo que ayudar¨ªa a la confluencia.
P. ?Qu¨¦ hay de las v¨ªctimas?
R. Merecen un respeto absoluto, porque el dolor es algo que lo entendemos todos y que nos une siempre a las personas. Las cuatro fuerzas de la coalici¨®n hacen esta reflexi¨®n y este ejercicio de reconocimiento de todas las v¨ªctimas. Lo que no podemos hacer es utilizarlas con fines pol¨ªticos.
P. Habla usted de todas las v¨ªctimas. ?El criterio cuantitativo no tiene relevancia?
R. No se puede medir la tragedia en t¨¦rminos cuantitativos. Y si lo tuvi¨¦ramos que hacer, yo contabilizar¨ªa a todas las v¨ªctimas. Si lo que pretendemos es buscar espacios comunes, ?c¨®mo va a aparecer cada uno con un cuaderno y la contabilidad de los suyos?
P. Coincidir¨¢ en que no es igual de culpable un asesino de 20 personas que alguien que ha matado a una.
R. En caso de contar, ?desde cu¨¢ndo lo hacemos? En Historia estudi¨¦ que periodizar ya es establecer una ideolog¨ªa. No hay que olvidar que hemos vivido un golpe militar con un mill¨®n de muertos y consecuencias durante muchos a?os, que ha afectado a casi todas las familias de este pa¨ªs. ?En qu¨¦ punto se pondr¨ªa a cero la contabilidad? En funci¨®n del que se elija, las cuentas ser¨¢n diferentes y se desequilibrar¨¢ la balanza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.