Te ofrezco mi sof¨¢, ?vienes?

Si no te importa dormir en un sof¨¢, tienes escaso presupuesto para viajar y ganas de conocer gente af¨ªn en cualquier lugar del mundo, te gustar¨¢ Couchsurfing (surfear en sof¨¢s). Funciona como una red social cualquiera pero es un portal en el que personas de todo el mundo comparten su tiempo y sus casas con viajeros que est¨¢n de paso por sus ciudades. Pero Couchsurfing es mucho m¨¢s que eso. Los usuarios organizan grupos para asistir a espect¨¢culos, se intercambian objetos, muebles o quedan para charlar con personas que, todav¨ªa, no conocen.

Marco (28 a?os) es italiano y vive con su novia Suzie, holandesa de 27 a?os, en el barrio de Russafa de Valencia. Estos d¨ªas han acogido en casa a dos couchsurfers, Carolina y James, que vienen de vacaciones desde Manchester. Contactar con ellos es f¨¢cil. Solo se necesita entrar en la web, poner un anuncio y esperar mensajes que llegan en menos de 24 horas ofreci¨¦ndose para echar una mano.

Se ha convertido en una

Marco es m¨¦dico y est¨¢ haciendo la residencia en Valencia. James tambi¨¦n es m¨¦dico. Carolina baila salsa. Suzie tambi¨¦n. James les encontr¨® en la p¨¢gina, ley¨® sus perfiles y pens¨® que podr¨ªan llevarse bien. La idea no es solo ofrecer alojamiento, sino acoger a personas que pueden ser "potenciales amigos", compartir tiempo con ellos y despu¨¦s dejar en su perfil una referencia sobre qu¨¦ tal ha ido todo.

Inma tiene 57 a?os, vive en Nules y trabaja en la Administraci¨®n. Cuenta que fue su hija quien le anim¨® a participar en la red y suele preferir este tipo de alojamiento a los albergues o los hoteles porque es un alojamiento m¨¢s ¡°solidario¡±. Pero no todo el mundo comprende bien la filosof¨ªa Couchsurfing y con la crisis ha aumentado el n¨²mero de personas que se lo plantea solamente como alojamiento barato. Jos¨¦ es estudiante de direcci¨®n de cine. Tiene 27 a?os y ha sido anfitri¨®n m¨¢s de 30 veces. ¡°Todo se basa en la confianza, respeto y buenas intenciones¡±, explica. Y esta confianza genera situaciones incre¨ªbles.

Marco y Suzie se

Marco cuenta que una vez un chico que estaba de viaje contact¨® con ¨¦l a trav¨¦s de la p¨¢gina. Se le hab¨ªa roto el objetivo de su c¨¢mara de fotos y necesitaba solamente una direcci¨®n a la que enviar el nuevo objetivo, comprado por Internet. D¨ªas m¨¢s tarde, pas¨® por Valencia y lo recogi¨®. ¡°Me sorprendi¨® porque no me conoc¨ªa de nada¡±, apunta. Durante su viaje, Carolina ha dejado su gato con una persona con la que contact¨® a trav¨¦s de Couchsurfing y que est¨¢ encantada de cuid¨¢rselo durante unos d¨ªas.

Y es que Couchsurfing se ha convertido en una manera de ver la vida. Y de compartirla. Como Marco y Suzie o Carolina y James,que se conocieron y se enamoraron en sendas quedadas de couchsurfers.