Contribuci¨®n a la estad¨ªstica
Desde que la pol¨ªtica se ha convertido casi exclusivamente en econom¨ªa, vivimos abrumados por cifras, c¨¢lculos y porcentajes. N¨²meros insaciables que parecen haber enterrado la batalla de las ideas, abstracciones que ocultan millones de rostros preocupados, miles de tragedias personales. Sin embargo, y a pesar de sus abusos, no descreo de la estad¨ªstica. Al menos cuando es iluminada por una gran poeta y salvada del prosa¨ªsmo de soci¨®logos y economistas. D¨¦jenme recorrer y comentar con ustedes ese impresionante retrato del ser humano que es el poema Contribuci¨®n a la estad¨ªstica, de Wislawa Szymborska, y piensen en qu¨¦ medida coinciden estas cifras con sus propias intuiciones...
¡°De cada cien personas,/ las que todo lo saben mejor:/ cincuenta y dos,/ las inseguras de cada paso:/ casi todo el resto¡±. ?Es as¨ª, es ligeramente superior la cantidad de personas seguras de s¨ª mismas, con alta autoestima? Un soci¨®logo realizar¨ªa la pregunta ofreciendo grises y medias tintas, pero esta opci¨®n descarnada, como las siguientes, en realidad nos hace pensar m¨¢s, ser m¨¢s radicales.
¡°Las prontas a ayudar,/ siempre que no dure mucho:/ hasta cuarenta y nueve, las buenas siempre,/ porque no pueden de otra forma:/ cuatro, o quiz¨¢ cinco¡±. Crudo, pero realista. Matizar¨ªa que las ¡°prontas a ayudar¡± a personas cercanas y queridas ser¨ªan casi todas¡ ¡°siempre que no dure mucho¡±.
¡°Las dispuestas a admirar sin envidia:/ dieciocho,/ las que viven continuamente angustiadas/ por algo o por alguien:/ setenta y siete¡±. Depende de lo que entendamos por envidia: como tristeza o pesar del bien ajeno, o como emulaci¨®n o deseo de algo que no se posee. En cuanto a la angustia, sorprende esa cifra tan alta, a menos que hablemos de una situaci¨®n de mucho estr¨¦s (?esta crisis nuestra de cada d¨ªa?).
¡°Las capaces de ser felices:/ como mucho, veintitantas,/ las inofensivas de una en una,/ pero salvajes en grupo:/ m¨¢s de la mitad seguro¡±. ¡°Las crueles/ cuando las circunstancias obligan:/ eso mejor no saberlo/ ni siquiera aproximadamente¡±. Las capaces de ser felices ser¨ªan, por tanto, aqu¨¦llas que no viven siempre angustiadas o estresadas. Y las salvajes y crueles, ?tal vez casi cualquiera de nosotros ¡ªexcepto ese cuatro o cinco por ciento¡ª si las circunstancias obligaran?
¡°Las sabias a posteriori:/ no muchas m¨¢s/ que las sabias a priori,/ las que de la vida/ no quieren nada m¨¢s que cosas:/ cuarenta,/ aunque quisiera equivocarme¡±. Nosotros tambi¨¦n quisi¨¦ramos que te equivocaras, querida Symborska.
¡°Las encorvadas, doloridas/ y sin linterna en lo oscuro:/ ochenta y tres,/ tarde o temprano,/ las dignas de compasi¨®n:/ noventa y nueve,/ las mortales:/ cien de cien./ Cifra que por ahora no sufre ning¨²n cambio¡±. Magistral ese 99%. Para que luego digan que las cifras y las estad¨ªsticas, los c¨¢lculos y los porcentajes son fr¨ªos e insensibles¡
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