San Sebasti¨¢n suena a jazz

Miguel Mart¨ªn (San Sebasti¨¢n, 1956) afronta su primera edici¨®n al frente del Jazzaldia. Da igual que lleve orquestando la cita del g¨¦nero m¨¢s importante de Espa?a de forma ininterrumpida desde 1992, esa es su f¨®rmula, ¡°pensar que cada edici¨®n es como la primera¡±. Para su (otra vez) estreno restan apenas unas horas, con el inicio a partir de las 20.00 de hoy de los primeros conciertos gratuitos, y las actuaciones de Alabama Shakes (21.30) y Sharon Jones & The Dap-Kings (24.30), en la Zurriola. El Festival ha programado un total de 102 conciertos, 71 de libre acceso, hasta el pr¨®ximo lunes.

¡°En lo que se refiere a escenarios, m¨²sicos, variedad, armon¨ªa entre las diferentes propuestas la programaci¨®n de este a?o es m¨¢s ambiciosa¡±, apunta sin miramientos en referencia a 2011 y que una vez terminado no dud¨® en calificar como ¡°uno de los m¨¢s brillantes de la historia¡± del Jazzaldia.

La 47 edici¨®n de la cita empieza sin nubarrones. Literal. Obviando la pol¨¦mica con el Festival de Jazz de Vitoria ¡ªlos dos eventos, los m¨¢s importantes del calendario nacional, se solapan en fechas¡ª, las previsiones meteor¨®logicas de momento son clementes y eso es mucho decir. Porque al igual que no se puede pasar por alto la magn¨ªfica actuaci¨®n en la Plaza de la Trinidad de Cindy Lauper del verano pasado, tampoco los litros de agua que cayeron fueron capaces de amilanar al p¨²blico ni a la cantante. ¡°Yo creo que hay m¨¢s y mejores expectativas de las que hab¨ªa el a?o pasado, incluido, y no me gusta citarlo, el tiempo¡±, a?ade Mart¨ªn.

Miguel Mart¨ªn: ¡°La programaci¨®n de este a?o es m¨¢s ambiciosa¡±

Con un cartel donde hay mucho para elegir (Melody Gardot, Antony, Bobby McFerrin, Jimmy Cobb, premio Jazzaldia de este a?o, Al Di Meola, Gonzalo Rubalcaba...) y ¡°es imposible verlo todo¡±, el Jazzaldia es mucho m¨¢s que una relaci¨®n de m¨²sicos de primer orden. ¡°Es una perfecta simbiosis con la ciudad¡±, aclara Mart¨ªn, sentado en su despacho, rodeado de discos. ¡°Es una propuesta para disfrutar de dos cosas a la vez, de la m¨²sica y de la ciudad. Y no es algo muy habitual¡±, advierte el responsable de la cita, ¡°porque normalmente, en otros festivales, existe un recinto cerrado, fuera del centro de la ciudad...¡± y el ambiente generado por el Jazzaldia resulta dif¨ªcil de igualar.

Algo de eso aprendi¨® Mart¨ªn hace tiempo. Cuando la cita se propuso abandonar el Vel¨®dromo de Anoeta y volver a sus or¨ªgenes, a la Plaza de la Trinidad, ese angosto espacio encajado entre la ¨²ltima calle de la Parte Vieja de la ciudad y el monte Urgull, y regresar tambi¨¦n a las terrazas del Ayuntamiento y expandirse al Kursaal, al N¨¢utico, a la playa de la Zurriola... y sumar para esta edici¨®n 12 escenarios, con la incorporaci¨®n por segundo verano consecutivo de San Telmo y como novato, el Basque Culinary Center.

¡°No podemos renunciar a nada, no estar¨ªa dispuesto a prescindir de ning¨²n escenario, porque la totalidad de ellos conforman el Festival de Jazz¡±, subraya Mart¨ªn, a pesar de reconocer el sentimentalismo de la Trini, ¡°un escenario absolutamente diferente de cualquier otro. Pero, ?d¨®nde ir¨ªamos sin auditorio o sin Escenario Verde?¡±.

Y aunque de momento el sol y el jazz sonr¨ªan a Mart¨ªn y a los aficionados a la cita, en el horizonte se empiezan a dibujar algunos nubarrones. De los que no escampan con facilidad. ¡°La subida del IVA es una locura y nos va a cambiar mucho la vida¡±, concede Mart¨ªn, quien no oculta que este a?o no ser¨¢ la edici¨®n para batir r¨¦cords de asistencia, y que la subida de impuestos no har¨¢ si no mermar en pr¨®ximos festivales la afluencia de p¨²blico. ¡°Yo me resisto a utilizar expresiones del tipo va a desaparecer la m¨²sica, el cine. No va a desparecer nada. Lo vamos a pasar mal, las entradas ya son suficientemente caras como para tener que subirlas m¨¢s¡±, explica el responsable de la cita. Si bien este a?o la venta de entradas durante los primeros d¨ªas fue ligeramente superior a otras ediciones, ahora ha ca¨ªdo. ¡°Me gustar¨ªa que se alegrase un poco m¨¢s en estos ¨²ltimos d¨ªas, porque nos va a venir muy bien¡±, reconoce Mart¨ªn.

¡°El espectador entendi¨® que, de entre los vicios que ten¨ªa, el de la m¨²sica en directo se estaba poniendo imposible. Volvi¨® a fumar¡±, escribi¨® el martes Mart¨ªn en su blog, de momento, mientras puedan, disfruten del Jazzaldia.