Sin lugar para las dudas

Doubte se estren¨® en el off-Broadway en 2004, tuvo mucho ¨¦xito y se tradujo a varios idiomas; cuatro a?os despu¨¦s, el mismo autor, Patrick Shanley, llev¨® su pieza a la gran pantalla en una multinominada pel¨ªcula con Meryl Streep y Philip Seymour Hoffman en los papeles principales. Han tenido que pasar cuatro a?os para que aqu¨ª nos llegue el texto teatral. El ¨¦xito de la pel¨ªcula, debido sobre todo al trabajo de los int¨¦rpretes, le hace, sin embargo, un flaco favor al montaje que firma S¨ªlvia Munt.

?C¨®mo hablar de los papeles de Rosa Maria Sard¨¤, Ramon Madaula, Mar Ulldemolins y Nora Navas sin compararlos con los de la Streep, Seymor Hoffman, Amy Adams y Viola Davis? Imposible librarse de ellos. La Streep era la estricta monja Aloysius que acusaba sin pruebas ni testigos al padre Flynn, que interpretaba Hoffman, de abusar sexualmente de un alumno negro.

La obra teatral se desarrolla con solo cuatro personajes: los dos citados, la joven hermana James, que es la que levanta las sospechas de Aloysius, y la se?ora Miller, la madre del chico, por lo que el peso recae sobre el trabajo de los cuatro. Y a los de la Sard¨¤ y de Ramon Madaula les falta la ambig¨¹edad necesaria para que el t¨ªtulo tenga sentido. La Sard¨¤ compone una Aloysius tambi¨¦n estricta, pero no puede contener ni su notable vis c¨®mica, ni la tirria que su personaje siente por el padre Flynn, superior a la que siente por la acci¨®n de la que lo acusa. Madaula, por su parte, nos ofrece un Flynn bueno como el pan; cuesta incluso creer que lleve las u?as largas, como pide la obra. El montaje de Munt es esc¨¦nicamente muy sobrio, equilibrado y eficaz; se sigue bien, pero deja lugar a pocas dudas.