El bar¨ªtono que hac¨ªa zapatos
Joan Pons se retira tras cuatro d¨¦cadas triunfando en los mejores teatros de ¨®pera del mundo
T¨ªmido e inseguro, Joan Pons (Ciutadella, 1946) crey¨® que le tomaban el pelo cuando en la primavera de 1970 Diego Monjo, a la saz¨®n director de escena en el Teatro del Liceo, le ofreci¨® dedicarse a la ¨®pera despu¨¦s de o¨ªrle cantar Ojos de Espa?a en una actuaci¨®n en Barcelona de la Capella Dav¨ªdica, el coro de la catedral de Ciutadella. Desde que a los 13 a?os dej¨® el colegio de los salesianos, donde estudi¨®, para trabajar en una f¨¢brica de calzado, como tantos otros menorquines en la ¨¦poca, cantaba en sus horas libres en el registro de bajo como su padre, pero nunca hab¨ªa escuchado una ¨®pera ni hab¨ªa sentido la m¨¢s m¨ªnima inclinaci¨®n por el g¨¦nero. Dud¨®, dud¨® mucho. Estaba a punto de casarse con Catalina Moll, su esposa ¨CNin¨ª, la llama¨C, tambi¨¦n con buena voz y su principal apoyo y m¨¢s dura cr¨ªtica, pero decidi¨® darse un a?o de tiempo para comprobar si aquello de la l¨ªrica iba con ¨¦l. Si transcurrido ese tiempo en el coro del Liceo segu¨ªa dudando, regresar¨ªa a Ciutadella, a su puesto de patronista en la f¨¢brica de zapatos Novus.
Este mes de julio se cumplen 42 a?os desde que entr¨® a formar parte de lo que ¨¦l llama el coraz¨®n del Liceo, el coro. Tuvo que matricularse en el conservatorio para estudiar canto y empez¨® a aprender italiano. Debut¨® como profesional en Oviedo y en noviembre ya cant¨® en la Aida que inaugur¨® la temporada con la soprano ?ngeles Gul¨ªn y el tenor Pedro Lavirgen como protagonistas. Lo hac¨ªa tan bien que en enero de 1971 le dieron un breve papel, Barnabotto, como solista en La Gioconda. Era una sola frase, pero todav¨ªa suda record¨¢ndolo. Mientras esperaba tembloroso salir a escena inger¨ªa, una tras otra, Juanolas con la esperanza de neutralizar la sequedad que sent¨ªa en la boca. La temporada siguiente le dieron breves partes en La forza del destino y Don Carlo y particip¨® como solista del coro en la gala del 125? aniversario del Liceo.
Las cosas marchaban viento en popa. Aprovechaba todas las oportunidades que se le presentaban para cantar, poco imaginaba que le quedaba todav¨ªa un importante obst¨¢culo por superar. En enero de 1974, en unas representaciones de Aida con Montserrat Caball¨¦ y Pl¨¢cido Domingo en las que el Liceo le hab¨ªa encomendado cantar el papel de Rey, la soprano catalana le cit¨® en su casa para escucharlo cantar. Le dijo que cantaba en un registro equivocado, que no era un bajo sino un bar¨ªtono. Se lo tom¨® mal. Se sent¨ªa perdido. ?Y todo el trabajo hecho hasta ahora! Pidi¨® otras opiniones, el tenor Carlo Bergonzi y el bajo Bonaldo Giaiotti le dijeron lo mismo que Caball¨¦. Todo lo que hab¨ªa hecho no serv¨ªa y deb¨ªa empezar de nuevo. Decidi¨® continuar cantando como bajo mientras estudiaba y se preparaba para abordar el cambio de registro.
Durante un tiempo altern¨® papeles de bajo y de bar¨ªtono hasta que en 1978 Carlos Caball¨¦, hermano de la soprano que estaba fraguando una poderosa agencia de cantantes de ¨®pera, le ofreci¨® un contrato en exclusiva. La prueba de fuego fue cantar Nabucco en Las Palmas. Superada esta, siguieron la ?pera de San Francisco, el Covent Garden de Londres, el regreso al Liceo¡ y la Scala de Mil¨¢n, donde en diciembre de 1980 inaugur¨® la temporada interpretando Falstaff bajo la direcci¨®n musical de Lorin Maazel y esc¨¦nica de Giorgio Strehler. Se compr¨® cinco versiones de la ¨®pera de Verdi ¨Ccon los bar¨ªtonos Mariano Stabile, Giuseppe Valdengo, Dietrich Fischer-Dieskau, Geraint Evans y Tito Gobbi¨C para prepararse el papel. Al mes siguiente regres¨® a la Scala para cantar el personaje de Tonio en I Pagliacci.
Y de all¨ª a la ?pera de Viena, la de Par¨ªs, M¨²nich, el Metropolitan de Nueva York, donde debut¨® en 1983 y cant¨® ininterrumpidamente durante 25 a?os ¨Csolo otro espa?ol, Pl¨¢cido Domingo le supera en continuidad en el c¨¦lebre coliseo neoyorquino¨C. Las puertas internacionales de la ¨®pera se abrieron para ¨¦l. Sus compromisos internacionales le dejaban pocas fechas para cantar en Espa?a. Era uno de los grandes, un cotizado bar¨ªtono dram¨¢tico que ha brillado durante las ¨²ltimas tres d¨¦cadas, al que se lo han disputado los mejores teatros de ¨®pera. De referencia ha sido su Scarpia, uno de los grandes malvados de la ¨®pera, que ha interpretado en m¨¢s de 400 ocasiones. No en vano Tosca, de Puccini, es su ¨®pera favorita. Luego, cualquier t¨ªtulo de Verdi, que dice, es el compositor que ¡°mejor entendi¨® la voz de bar¨ªtono¡±.
Ahora est¨¢ cansado; cansado de un mundo, el de la l¨ªrica, en la que, dice, se valora m¨¢s las excentricidades de los directores de escena, que ¨¦l no entiende, que las voces; cansado f¨ªsicamente para pasarse dos meses ensayando duro una producci¨®n y acarrear maletas de una ciudad a otra. Desde hace una d¨¦cada le persiguen los problemas de salud y aunque logr¨® superar el c¨¢ncer que le detectaron, la arritmia card¨ªaca que sufri¨® el pasado noviembre en el aeropuerto JFK. de Nueva York ¨Ctuvieron que implantarle un desfibrilador¨C le hizo repensar su vida y sopesar el retiro, todav¨ªa con la voz en condiciones para seguir a?os. Ahora quiere disfrutar de su familia, salir a pasear con su mujer mientras juntos empujan el cochecito de su nieto.
Y ha elegido las funciones de Aida con las que el Teatro del Liceo de Barcelona cierra su temporada, del 21 al 30 de julio, para decir adi¨®s. Se lo pens¨® mucho y vio claramente que era la obra, el lugar y momento adecuados. Acaban de cumplirse 42 a?os desde que dej¨® su trabajo haciendo zapatos en Ciutadella para entrar en el coro del Liceo; Aida fue la primera obra que cant¨®, como parte de la masa coral, y una de las pocas con la que su padre pudo verle interpretar una ¨®pera, y, adem¨¢s, cantaba la obra cuando Montserrat Caball¨¦ le descubri¨® que no era un bajo sino un bar¨ªtono, registro con el que ha triunfado. Era el momento. A partir de ahora solo le podremos ver en galas de homenaje, colaboraciones especiales, clases magistrales, como miembros del jurado de alg¨²n concurso o en festivales y conciertos ben¨¦ficos, el primero el pr¨®ximo 3 de agosto en las Nits del Santuari de Gr¨¤cia, en Llucmajor, Palma de Mallorca, acompa?ado al piano por su hija Joana.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.