Mal encierro de La Guadamilla
Hubo una faena y un novillo, la de Fernando Adri¨¢n al primero de la tarde. Si no hubiera fallado con el estoque estar¨ªa anunciado el pr¨®ximo domingo. Ha dado la sensaci¨®n de ser el m¨¢s maduro y preparado del certamen de estos cuatro ¨²ltimos domingos. Su saludo de capote fue impecable: cinco faroles de rodillas, esperando la llegada del novillo, limpios y cada vez m¨¢s ajustados. No dud¨® en irse a los medios, dar dos pases cambiados y, a pesar de la flojera del astado, supo templar con la muleta, mimar la embestida y sacar un par de tandas por el derecho con una profundidad poco habitual en el escalaf¨®n inferior. Remat¨® la faena con manoletinas ajustadas y un largo pase de pecho. Un pinchazo y una estocada trasera, adem¨¢s de un aviso, terminaron por dejarle sin una oreja ganada.
Las Ventas, casi la mitad del aforo cubierto. Cuarta novillada de promoci¨®n. Astados de la Guadamilla: correctos de presentaci¨®n pero justos de casta y fuerza. Fernando Adri¨¢n: ovaci¨®n con saludos en ambos. Juan Leal: nuevo en esta plaza; silencio en ambos. C¨¦sar Valencia, que se presentaba: silencio y silencio tras aviso.
El venezolano C¨¦sar Valencia, con solo 17 a?os, que debutaba con picadores, anduvo aguerrido, animoso, el¨¦ctrico, aunque poco acertado con el estoque.
Por alguna raz¨®n inescrutable, o seguramente una falta de percepci¨®n por parte de quien firma esta cr¨®nica para detectar sus virtudes, el franc¨¦s Juan Leal, deslavazado, encimista y ahogando a los novillos con un toreo que abusaba de la cercan¨ªa, sin poder vaciar la embestida, pasa a la final de la semana que viene. Por momentos dio sensaci¨®n de ignorar los terrenos y tener escaso inter¨¦s en ligar los pases.
Juan Viriato, Juan Ortega y Juan Leal son los finalistas que se anuncian en la novillada el pr¨®ximo domingo.
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