La absoluci¨®n de dos estudiantes revela irregularidades en atestados
Un abogado anuncia una querella por las cargas de la ¡®primavera valenciana¡¯
La titular del juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 16 de Valencia absolvi¨® el pasado 18 de julio a dos j¨®venes a los que se someti¨® a un juicio de faltas acusados por la Polic¨ªa Nacional de des¨®rdenes p¨²blicos y de atentado contra agentes de la autoridad. Ambos fueron detenidos el 20 de febrero, uno de los m¨¢s agitados de la ya conocida como primavera valenciana. En concreto, aquel d¨ªa se realizaron 25 detenciones, 19 correspondientes a mayores de edad y seis casos de menores. La juez Mar¨ªa Teresa de Vidiella decidi¨® absolver a los dos estudiantes ante las contradicciones que presentaban no ya los testimonios de los detenidos respecto a la de los polic¨ªas, sino las que mostraron entre s¨ª los dos agentes que declararon en el juicio y estos con el atestado policial que motiv¨® la denuncia.
Es m¨¢s, un v¨ªdeo grabado por un vecino del lugar en el que se produjeron la carga policial y las detenciones desmiente varios puntos esgrimidos en el informe policial. ¡°Del visionado del DVD aportado no se evidencia actitud violenta por parte de Luis Alonso Zari Alva y de Jordi Anthony Pennock Gisbert¡±, concluye la juez, que tambi¨¦n destaca, ¡°a mayor abundamiento¡±, que la versi¨®n de los dos agentes, uno de ellos jefe de la unidad que acometi¨® la carga, ¡°no es coincidente¡±. Carlos Montouto, abogado de uno de los acusados, incluso ha anunciado que denunciar¨¢ a los agentes.
Las protestas estudiantiles que arrancaron en el c¨¦ntrico instituto Llu¨ªs Vives de Valencia el 15 de febrero para extenderse en d¨ªas sucesivos como una mancha de aceite por la ciudad en forma de protesta masiva contra los recortes educativos, fueron sofocadas con una contundencia policial que fue grabada en infinidad de v¨ªdeos y fotograf¨ªas y despu¨¦s difundida a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n y las redes sociales. Se realizaron 43 detenciones, entre ellas las de seis menores.
El atestado de los agentes, por s¨ª mismo, describe a unos manifestantes violentos, que desobedecieron las ¨®rdenes y agredieron a los agentes. As¨ª, el escrito explica c¨®mo antes de las detenciones la unidad de intervenci¨®n policial con indicativo Orca-27 se fue desplegando a partir de las 14.20 de aquel 20 de febrero desde la calle de X¨¤tiva a lo largo de San Vicente M¨¢rtir ante la presencia en principio de ¡°unas 120 personas¡± en una concentraci¨®n que 15 minutos despu¨¦s ¡°ya era aproximadamente de unas 500¡±. Tambi¨¦n relata c¨®mo en ¡°el grupo de cabeza, el cual era numeroso, se colocan pasamonta?as y capuchas, portando alguno de ellos objetos contundentes, tales como palos y botellas¡±. E incluso asegura que en un momento acometen contra ¡°el cord¨®n policial sobrepas¨¢ndolo con violencia, llegando a empujar a los funcionarios a la vez que lanzaban botellas¡±. Algunos estudiantes aseguraron despu¨¦s de las cargas que los agentes sol¨ªan grabar con c¨¢maras durante las protestas, aunque esos v¨ªdeos no se han hecho p¨²blicos. Sin embargo, los m¨²ltiples v¨ªdeos grabados aquellos d¨ªas no reflejan esa contundencia estudiantil descrita.
Ante la acometida de los antidisturbios, los manifestantes fueron retrocediendo a la vez que los agentes avanzaban hacia el sur por San Vicente. Los agentes intentaron encerrar a los estudiantes con otro cord¨®n en la misma calle pero a la altura de la plaza de Espa?a. Cuando se procedi¨® ¡°a disolver a los concentrados¡±, los manifestantes se escaparon por las calles adyacentes para volver a confluir minutos despu¨¦s, ya al otro lado de la Gran V¨ªa de Fernando el Cat¨®lico, en la calle de Jes¨²s esquina con Pintor Benedito. Seg¨²n el parte policial, ¡°al alcanzar a algunos manifestantes, estos ofrecen una gran resistencia a ser identificados, manifestada con empujones e insultos, haciendo caso omiso a los requerimientos policiales¡±.
La juez absolvi¨® a los dos estudiantes ante las contradicciones que mostraron entre s¨ª los dos agentes?
Y en ese momento es cuando se producen las detenciones de Zari Alva y Pennock Gisbert. El primero a las 15.15, seg¨²n el parte, ¡°por des¨®rdenes p¨²blicos y atentado al polic¨ªa con carn¨¦ profesional n¨²mero 91.161 a quien previamente le ha propinado varias patadas¡±. Y a Pennock, instantes despu¨¦s ¡°por atentado a al polic¨ªa con carn¨¦ profesional n¨²mero 91.161, al intentar evitar la detenci¨®n del anterior, acometiendo con violencia al funcionario actuante, siendo detenido este ¨²ltimo por el inspector jefe con carn¨¦ profesional n¨²mero 70.297¡±.
Zari niega en todo momento haber agredido a ning¨²n agente. Pennock, por su parte, asegura que cuando vio c¨®mo un agente antidisturbios inmovilizaba contra el suelo a Zari, un estudiante de segundo de Derecho de 19 a?os y escasa envergadura (167 cent¨ªmetros de altura y solo 61 kilos de peso), al que no conoce de nada, se quej¨® porque lo manten¨ªa ya esposado con una rodilla en el cuello y haciendo fuerza sobre el chaval. De hecho, un parte m¨¦dico confirma las lesiones producidas. No le dio tiempo a m¨¢s. En el v¨ªdeo aportado por la defensa se ve desde arriba, en una toma casi vertical, a Pennock, inconfundible por su pelo rubio, se?alando a Zari desde metros de distancia y sin que por tanto pudiera ¡°intentar evitar la detenci¨®n¡± y a un agente (seg¨²n el atestado el inspector jefe) que primero lo aparta a empujones y luego le suelta media docena de porrazos hasta que, sin que el joven se defienda lo reducen varios agentes.
El v¨ªdeo tambi¨¦n deja claro que cuando se da la orden a los agentes de cargar contra los manifestantes, respaldados por nueve furgones y varios agentes motorizados, entre el cord¨®n descrito y los manifestantes hay unos cincuenta metros, por lo que no se sostiene la afirmaci¨®n de que estos mostraron ¡°una gran resistencia a ser identificados, manifestada con empujones e insultos¡±. No se observa violencia por parte de los all¨ª concentrados. Tampoco lanzamiento de objetos cuando se da la orden de cargar.
Montouto, abogado de Zari, explica que la descripci¨®n de la escena de la detenci¨®n ¡°es totalmente falsa¡±. En su opini¨®n, una vez que la carga consigui¨® el objetivo de restablecer el tr¨¢fico, y puesto que no hubo acciones violentas de los estudiantes, la detenci¨®n ¡°fue desproporcionada y fue ilegal¡±. Denunciar¨¢ a los agentes porque ¡°toda la declaraci¨®n del atentado es absolutamente falsa¡±.
El v¨ªdeo revelador
Minuto 0.00. Est¨¢ captado desde una finca en la esquina de calle de Jes¨²s con la de Pintor Benedito. Se concentran unos centenares de manifestantes al grito de "el pueblo unido jam¨¢s ser¨¢ vencido". Cortan el tr¨¢fico de los que veh¨ªculos que van en direcci¨®n avenida del Cid-San Francisco de Borja hacia la plaza de Espa?a.
Minuto 1.30. Se forma un cord¨®n policial de agentes en la calle de Jes¨²s. Se pueden contabilizar al menos nueve furgones policiales.
Minuto 2.15. Arranca la carga policial, entre 30 y 40 agentes antidisturbios que arroya a una joven.
Minuto 2.50. Desde arriba se ve c¨®mo Luis Alonso Zari, en la acera junto a la fachada del vecino que tom¨® el v¨ªdeo, ya est¨¢ en el suelo inmovilizado. Jordi Anthony Pennock, con el pelo rubio increpa a los agentes para que suelten a Zari, al que no conoce de nada. No se acerca, por lo tanto no intenta evitar la detenci¨®n. Instantes despu¨¦s, un polic¨ªa antidisturbios, seg¨²n el atestado un inspector jefe al mando de la unidad, se l¨ªa a porrazos con el joven y lo detienen entre varios agentes.
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