Chano sopla las velas

El 18 de agosto har¨¢ 30 a?os que un grupo de estudiantes involucrados en la lucha antifranquista fundaron el Caf¨¦ Central en la plaza del ?ngel sobre lo que era un polvoriento almac¨¦n de marcos y cristales. ¡°Nuestra idea era crear un club de jazz en pleno centro de Madrid¡±, recuerda Gerardo P¨¦rez, socio fundador, ¡°y, aunque con muchos problemas y sin grifos en las ca?er¨ªas durante los primeros meses, lo conseguimos¡±.

Ya nadie se acuerda de aquellos Mikropunto que ocuparon el escenario la noche de la inauguraci¨®n. Pero lo que cuenta es que los padres de la criatura siguen dispuestos a dar guerra. Gracias a ello, hoy podemos rememorar sin nostalgia tantas noches de jazz y rosas en un club que hubiera merecido ser visitado por Ava Gardner en sus correr¨ªas madrile?as. Quienes hemos vivido sus d¨ªas de gloria, solemos remontarnos a actuaciones memorables de George Adams y Don Pullen, Randy Weston, Mal Waldron, Lee Konitz, Sam Rivers, Tal Farlow...

Pero no todo tiempo pasado fue mejor. En 1994, el Central estuvo en un tris de cerrar. Se libr¨® gracias a la generosidad de Tete Montoliu. El pianista accedi¨® a tocar todo el mes de agosto en condiciones econ¨®micas muy ventajosas. Sus actuaciones a club lleno fueron el mejor lenitivo para un enfermo que recuper¨® el aliento.

Hoy la situaci¨®n tampoco es ideal. No es solo la crisis, sino el horario de actuaciones impuesto por los nuevos vecinos que, a nada de instalarse, ya estaban protestando por un qu¨ªtame all¨¢ ese solo. Total, que si en 1994 Montoliu hubo de acudir al rescate, 18 a?os m¨¢s tarde ser¨¢ otro pianista quien deber¨¢ obrar el milagro de la multiplicaci¨®n de los panes y las entradas: Chano Dom¨ªnguez. La elecci¨®n no es fortuita: salvando diferencias de estilo, Chano es lo m¨¢s parecido al disc¨ªpulo que pudo tener el catal¨¢n. ?l se encargar¨¢ de inaugurar la programaci¨®n especial para festejar los 30 a?os. ¡°Pretendemos que sea una celebraci¨®n de la vida¡±, asegura P¨¦rez. Victimismos, los justos.

La noche de ayer, primera de Chano, fue de lleno total. Ser¨¢ porque al jazzista lo tiene secuestrado su nuevo manager, toda una novia celosa, y es m¨¢s f¨¢cil escucharlo en Osaka que en Madrid o C¨¢diz. Mal asunto. A Chano hay que seguirle la pista, y m¨¢s si toca en solo, donde viene mostr¨¢ndose como uno de los grandes.

El gaditano lo toca todo, y bien. Da igual si son sus composiciones ¡ªcon ese caminar entre el flamenco, el jazz y un algo que no se sabe bien qu¨¦ es porque le pertenece solo a ¨¦l¡ª o las de Thelonious Monk. El gaditano le rindi¨® pleites¨ªa ayer con una interpretaci¨®n convenientemente descoyuntada de la endiablada Evidence. Tampoco faltaron versiones del Fuego Fatuo de Falla, Gracias a la vida o La tarara, con la que pone al personal a hacer los coros. De postre, Michael Jackson: Black and white. A su estilo, claro.