Munilla se indigna por la crisis
Entidades financieras, administraci¨®n y sociedad en general. Nadie se libra, seg¨²n el obispo de San Sebasti¨¢n, Jos¨¦ Ignacio Munilla, de ser art¨ªfice o haber contribuido en mayor o menor medida a la creaci¨®n de la actual crisis econ¨®mica. El prelado se indign¨® y dejar caer ayer en su homil¨ªa con motivo de la festividad de San Ignacio celebrada en la Bas¨ªlica del patr¨®n de Gipuzkoa frases que bien habr¨ªa podido pronunciar cualquiera de las miles de personas que han participado en alguna manifestaci¨®n del 15-M.
¡°Las Administraciones han gastado el dinero que no ten¨ªan, endeudado a las instituciones p¨²blicas y comprometiendo el futuro de las generaciones venideras¡±, subray¨® Munilla. Primera llamada a la clase pol¨ªtica.
¡°Por su parte, los bancos, cajas de ahorros e instituciones financieras, sustentaron sus escandalosos beneficios sobre unos cimientos de una econom¨ªa irreal, ficticia e insostenible¡±. Segundo mensaje para la casta econ¨®mica y el tercero para todos, incluido ¨¦l, como ciudadano. ¡°Estamos ante un pecado del que todos hemos sido c¨®mplices. Tambi¨¦n nosotros hemos comprado lo que no necesit¨¢bamos, pagando con un dinero que no ten¨ªamos [...] hasta en los niveles m¨¢s populares se le hab¨ªa otorgado carta de ciudadan¨ªa al fraude fiscal. Sisar a Hacienda parec¨ªa estar fuera del campo moral¡±.
El obispo de San Sebasti¨¢n anima a donar la paga extra a C¨¢ritas
Para Munilla el origen de la crisis est¨¢ claro. Ni hipotecas subprime, ni la falta de un reglamento que rija los mercados financieros. El problema ha sido la perdida de los valores cristianos. ¡°En la medida en que occidente ha ido perdiendo sus ra¨ªces cristianas progresivamente ha invertido sus valores, colocando el tener por encima del ser. ?ste ha sido el motivo ¨²ltimo por el que ahora nuestra sociedad se encuentra al borde de la quiebra¡±, aclar¨® el obispo antes de criticar duramente las cuentas de resultados abultadas, el despilfarro administrativo y el consumismo desaforado de la sociedad.
Tampoco parece haberle gustado a Munilla la forma en la que se han planteado los recortes. Son imprescindibles, reconoce el prelado, ¡ª¡°la situaci¨®n creada requiere de un sacrificio colectivo para su sanaci¨®n¡±, a?adi¨®¡ª, pero no se pueden implantar de forma ¡°indiscriminada entre quienes tienen m¨¢s o menos recursos¡±. El obispo de San Sebasti¨¢n adem¨¢s propuso soluciones, o al menos gestos altruistas con los que intentar mitigar las necesidades de las personas que poco a poco van engordando las cifras de familias que viven bajo el umbral de la pobreza. ¡°Os dirijo una invitaci¨®n especial, a desprendernos de una paga extraordinaria en favor de los m¨¢s afectados por la crisis.
Algunos no podr¨¢n asumir un esfuerzo tan grande, pero tal vez podr¨ªan sumarse a la campa?a de C¨¢ritas para donar un d¨ªa al mes del sueldo. Otros quiz¨¢s puedan hacer un donativo puntual¡±, anim¨® Munilla, en esta ocasi¨®n, dirigi¨¦ndose en primer lugar ¡°a los sacerdotes, colaboradores y trabajadores ligados a la tarea pastoral de la iglesia¡±.
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