¡°No es un juego, es una estafa¡±

Los trileros estafan a los turistas. Algo tan esencial no debe quedar tan claro cuando estos siguen cayendo en la trampa, y los p¨ªcaros ¡ªrambla arriba, rambla abajo¡ª, cargando sus cajitas de cerillas y la bolita de papel. Con sus juegos de manos consiguen desplumar a sus v¨ªctimas. E incluso hay quien aprovecha para robarles las carteras.

?Por eso el Consistorio ha colgado unas banderas grandes y visibles en varias farolas donde se advierte del enga?o. En catal¨¢n, alem¨¢n, espa?ol, ingl¨¦s y franc¨¦s, avisan: ¡°No es un juego, es una estafa¡±. E incluyen im¨¢genes de trileros jugando con unas nueces y una canica.

As¨ª esperan al menos reducir las estafas a los turistas. La Guardia Urbana ha puesto, desde el a?o pasado, todas las energ¨ªas en intentar mitigar la estafa. Pero su esfuerzo no est¨¢ dando el resultado previsto. Al menos en los casos que han reca¨ªdo en la Secci¨®n Quinta de la Audiencia de Barcelona, que considera excesivo aplicar a los delitos de ¡°bagatela¡±, como el trile, la figura del ¡°grupo criminal¡±, un nuevo tipo delictivo que se introdujo en la reforma del C¨®digo Penal de 2010 para m¨¢s de dos personas que act¨²an en com¨²n con una estructura poco compleja. Incluso ha puesto en duda que se les pueda atribuir un delito de estafa porque considera que deber¨ªa quedar probado que el turista no es consciente de la naturaleza ¡°turbia¡± del juego.

Para disipar la sombra de duda sobre el enga?o, la Audiencia propuso que se ¡°advirtiera a los viandantes mediante los correspondientes carteles informativos, redactados en diferentes idiomas, del riesgo de participar en el juego del trile¡±. Y as¨ª lo ha hecho el Consistorio. Adem¨¢s, los quioscos reproducen el mensaje en sus paneles electr¨®nicos y se han repartido folletos y tr¨ªpticos informativos.