Ventura, estaci¨®n de penitencia
Una luxaci¨®n en el hombro izquierdo de Ventura dio al traste con la tarde
Enfundado en un traje corto de inspiraci¨®n religiosa (nada menos que en la t¨²nica que este a?o ha lucido en Semana Santa el Se?or de la Sentencia, titular de la hermandad de la Macarena), Diego Ventura sali¨® al ruedo de la plaza de Huelva con el ¨¢nimo decidido para alcanzar una gloriosa resurrecci¨®n, pero se encontr¨® con una dolorosa y triste estaci¨®n de penitencia.
Fue el suyo un caso de aut¨¦ntica mala suerte. Cuando se dispon¨ªa a colocar la primera banderilla de la tarde al primer toro, el caballo Gal¨¢n resbal¨® en la cara del burel, el rejoneador sali¨® despedido y el equino result¨® herido. A consecuencia de la ca¨ªda, Diego Ventura evidencia un fuerte dolor en el hombro izquierdo, mata al toro como puede y pasa a la enfermer¨ªa, donde se le diagnostica una luxaci¨®n.
El festejo cambi¨® su fisonom¨ªa por completo. Ventura sali¨® despu¨¦s de una pausa de diez minutos, pero hab¨ªa perdido la alegr¨ªa del rostro y sus gestos eran todos de dolor. En el segundo toro se luci¨® en banderillas con Nazar¨ª, que fue, en verdad, uno de los grandes triunfadores de la tarde, con sus maneras toreras de templar a dos bandas y dejarse llegar los pitones hasta la misma piel. Eso mismo ocurri¨® en el cuarto, con el toro de Miura, bien presentado, pero manso y muy descastado. Nazar¨ª, que no sab¨ªa de hierros ganaderos, sali¨® como si tal cosa y volvi¨® a entusiasmar al respetable.
De cualquier modo, Ventura no fue hasta ese momento el rejoneador espectacular que le ha aupado a los primeros puestos del escalaf¨®n. No estaba para una empresa de tal responsabilidad, y, a la hora de utilizar el rej¨®n de muerte, carec¨ªa de las fuerzas suficientes para hundir la espada en el morrillo del animal. Pas¨®, por tanto, sin pena ni gloria durante los cuatro primeros toros, en actuaciones de puro tr¨¢mite, y siempre con la exquisita comprensi¨®n del p¨²blico, que no ces¨® de animarlo en todo momento.
Gran actuaci¨®n en banderillas de Andr¨¦s Romero y Francisco Palha
El festejo cambi¨® de cara en el quinto, ante el toro de Ben¨ªtez Cubero, codicioso y colaborador. Invit¨® Ventura a banderillear a los dos sobresalientes, Andr¨¦s Romero y Francisco Palha, y los tres protagonizaron el tercio m¨¢s emocionante de todo el festejo. Romero se encumbr¨® con las banderillas al quiebro, sencillamente perfectas; en el mismo tono de altura art¨ªstica el rejoneador portugu¨¦s, lo que hizo que Ventura se olvidara moment¨¢neamente del dolor y le apareciera el color en la cara. Mat¨® bien a ese toro y, por fin, salieron los pa?uelos y pase¨® con una sonrisa de oreja a oreja las dos orejas de su oponente. Ventura no olvid¨® a sus compa?eros y dio la vuelta al ruedo con ellos; a fin de cuentas, Romero y Palha le hab¨ªan levantado el festejo, que caminaba por el camino de la tristeza y la desesperaci¨®n del principal protagonista.
La tarde se vino arriba, afortunadamente. Tambi¨¦n colabor¨® el toro de Juan Pedro Domecq, nobil¨ªsimo y repetidor. Se luci¨® el rejoneador en el tercio de banderillas y encandil¨® a los tendidos. Como en un arrebato, aunque estar¨ªa previamente preparado, ech¨® pie a tierra, mand¨® al caballo a la cuadra, tom¨® una muleta y se luci¨® con la mano derecha en un par de tandas de derechazos muy jaleadas antes de cobrar una estocada trasera que fue suficiente. Se pidieron con insistencia las dos orejas, pero el presidente, de manera incompresible, solo concedi¨® una.
La tarde se enderez¨® al final, pero el torero pas¨® un mal rato de los de verdad. El dolor f¨ªsico se uni¨® al hundimiento psicol¨®gico que estuvo a punto de dar al traste con el festejo.
SEIS GANADERIAS/DIEGO VENTURA, UNICO REJONEADOR
- Toros despuntados para rejoneo de Pereda, Boh¨®rquez, Partido de Resina, Miura, Ben¨ªtez Cubero y Juan Pedro Domecq, mansos y descastados en general. Destacaron quinto y sexto.
- Diego Ventura: dos pinchazos y rej¨®n en lo alto (silencio); cuatro pinchazos, rej¨®n ca¨ªdo y un descabello (silencio); tres pinchazos y rej¨®n ca¨ªdo (ovaci¨®n); tres pinchazos (ovaci¨®n); rejonazo (dos orejas); estocada trasera (oreja).
- Plaza de Huelva. 5 de agosto. Cuarta y ¨²ltima corrida de feria. Lleno.
Pero ya se sabe que el hombre y Dios dispone. Lo que estaba previsto que fuera un festejo triunfal qued¨® reducido a momentos puntuales de emoci¨®n y a una preocupaci¨®n constante por el estado del rejoneador que hizo un gran esfuerzo para matar la corrida con dignidad. No fue ni por asomo el torero poderoso, alegre y espectacular que lo ha encumbrado.
Y eso que la tarde hab¨ªa comenzado con los mejores augurios. La plaza registr¨® una magn¨ªfica entrada, el ambiente era de lujo, y, tras el pase¨ªllo Diego Ventura tuvo el detalle de sacar a saludar a los veinte caballos que se trajo a Huelva, que dieron la vuelta al ruedo entre las aclamaciones del respetable.
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