La cohabitaci¨®n PP-PSOE es posible

El PSPV lleva gobernando 25 a?os con mayor¨ªa absoluta en Bolulla, un peque?o pueblo de 450 habitantes de La Marina Baixa ubicado a 20 kil¨®metros de Benidorm que tiene un 40% de poblaci¨®n extranjera. Y podr¨ªa seguir haci¨¦ndolo, ya que dispone de cuatro concejales frente a los tres que consigui¨® el PP. Pero ambos han decidido andar juntos el camino hasta las pr¨®ximas elecciones locales de 2015, en un gesto que, dado el enfrentamiento que viven las dos principales fuerzas pol¨ªticas espa?olas, tiene visos de excepci¨®n.

?El segundo teniente de alcalde, Antonio Carratal¨¢, del PSPV, que cumple su quinto periodo administrativo formando parte del Gobierno local, explica que ¡°el PP siempre ha mantenido una oposici¨®n negativa y ahora, por primera vez, se ha ofrecido a colaborar¡±. As¨ª que pens¨® en ¡°unir fuerzas para conseguir ayudas y subvenciones¡±, aprovechando que todas las instituciones supramunicipales est¨¢n gobernadas por el PP.

En 2011, el PP present¨® una lista con siete mujeres encabezada por Mar¨ªa Jos¨¦ Montiel, a la que acompa?aba su hermana Isabel, profesora en un instituto de Benidorm y la Universidad Miguel Hern¨¢ndez de Elche, ambas hijas de un exconcejal de UCD de la poblaci¨®n. Aunque no consiguieron el poder de un municipio en el que nunca han gobernado los populares, su actitud dialogante y positiva hizo entrar en raz¨®n a los socialistas.

¡°Cuando el pueblo se est¨¢ muriendo, no tenemos nada de qu¨¦ discutir. O remamos todos juntos o nos hundiremos¡±, asegura Isabel, que desde junio detenta las competencias en Sostenibilidad, Agricultura y Medio Ambiente, mientras a Mar¨ªa Jos¨¦, el alcalde, Andr¨¦s Ferrer, le ha delegado las de Turismo.

El salario de todos los ediles de Bolulla se limita a los 20 euros que perciben por asistir a plenos trimestrales. Pero el caso m¨¢s llamativo es el de Isobel Mortimer, una residente inglesa que firm¨® un contrato de asesora con el Ayuntamiento de dos euros anuales por ejercer de traductora. ¡°En pueblos como Bolulla siempre se ha vivido muy austeramente y la crisis se nota menos que en otros sitios¡±, asegura Isabel Montiel.

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