Vamos a contar mentiras¡
Son muchos los que prefieren las mentiras piadosas como si fueran un b¨¢lsamo de fierabr¨¢s contra la depresi¨®n imperante
Son muchos lo que mantienen que el mejor favor que hoy se le puede hacer a la fiesta es esconder sus defectos y ocultar a la luz sus pecados y carencias. Son legi¨®n los amantes de lo pol¨ªticamente correcto y enemigos furibundos de los alrededores de la verdad. Prefieren las mentiras piadosas como si fueran un b¨¢lsamo de fierabr¨¢s contra la depresi¨®n imperante. As¨ª, mientras se solazan en su tibieza, y hacen un impagable favor a los taurinos, la fiesta de los toros se derrumba entre un oc¨¦ano de vulgaridad.
Contemos mentiras, pues, a ver qu¨¦ pasa.
Ayer comenz¨® la Feria de M¨¢laga con una novillada de tres chavales punteros en quienes se tienen depositadas muchas esperanzas: G¨®mez del Pilar, un madrile?o que sorprendi¨® muy gratamente en San Isidro; Tom¨¢s Campos, un extreme?o valeroso; y Fernando Rey, un malague?o que ayer debutaba con picadores, triunfador del programa televisivo Quiero ser torero. Hasta ahora, todo verdad.
Decepcionaron
los tres ases
de la noviller¨ªa moderna
La plaza registr¨® una aceptable entrada para los tiempos que corren (mentira); los novillos de Guadaira fueron manejables (otra mentira); los j¨®venes demostraron decisi¨®n, buenas maneras y entrega (tampoco es verdad); y el festejo result¨® agradable, de modo que si no hubo triunfos sonados fue por la mala suerte de los novilleros (mentira tambi¨¦n).
Si alguien quiere tranquilizar su conciencia con las medias verdades, all¨¢ cada cual con su sentido de la ecuanimidad.
V¨¦ase el asunto desde otra perspectiva.
Los tendidos de la plaza presentaban un aspecto muy preocupante. No m¨¢s all¨¢ de un cuarto de entrada para contemplar los afanes de tres ases de la torer¨ªa moderna. Preocupante, al menos, que debuten un triunfador de la feria madrile?a y un malague?o y no conciten m¨¢s atenci¨®n que la de cuatro familiares y vecinos. Y el madrile?o, ni eso.
Los novillos de Guadaira solo lucieron una bonita estampa, sin alarde alguno, y comodones de hechuras y pitones. Animalitos todos ellos modernos y rockeros: inv¨¢lidos, mansos, descastados y nobles hasta el alm¨ªbar. A todos les falt¨® la sal de la casta y el picante de la bravura. Bonancibles, s¨ª, sant¨ªsimos algunos de ellos, pero insulsos por su g¨¦lido coraz¨®n. Solo el ¨²ltimo se salv¨® de la quema.
Poco p¨²blico en
La Malagueta, novillos inv¨¢lidos
y toreros insulsos
Y quedan los tres fen¨®menos de la torer¨ªa andante. Si lo que ayer demostraron es el preludio de su futura trayectoria en la fiesta, v¨¢monos y que el ¨²ltimo apague la luz. Si ellos son los mejores cimientos del porvenir, poca historia le queda a este espect¨¢culo.
Los tres poseen condiciones; al menos, eso parece, pero les puede la frialdad de quien busca la elegancia art¨ªstica como ¨²nico fin alcanzable. Parece como si a toda costa quisieran parecerse a Morante y Manzanares, y se pierden en un mar de posturas, de frialdad, de quiero y no puedo, de entrega sin pasi¨®n, de acompa?amiento m¨¢s que de mando y de aburrimiento m¨¢s que de emoci¨®n. Un dolor amargo, adem¨¢s, a la hora de matar, aunque eso se aprende ¡ªdicen¡ª, y los tres deben aplicarse en el carret¨®n.
GUADAIRA/DEL PILAR, CAMPOS, REY
- Novillos de Guadaira, bien presentados, mansos, muy blandos, nobles y descastados. Encastado el sexto.
- G¨®mez del Pilar: cinco pinchazos ¡ªaviso¡ª dos pinchazos y media (silencio); estocada atravesada ¡ªaviso¡ª dos descabellos ¡ª2? aviso¡ª y descabello (ovaci¨®n).
- Tom¨¢s Campos: estocada ca¨ªda (oreja); pinchazo, estocada ¡ªaviso¡ª (ovaci¨®n).
- Fernando Rey: cinco pinchazos ¡ªaviso¡ª pinchazo y un descabello (palmas); estocada (oreja).
- Plaza de La Malagueta. 10 de agosto. Primer festejo de feria. Un cuarto de entrada.
No dijo nada G¨®mez del Pilar. Tiene maneras, y planta y buen gusto, pero tambi¨¦n sentido del conformismo y la vulgaridad. Un par de tandas cortas de hondos naturales en el cuarto fue lo ¨²nico, muy poco, destacable. Le falt¨® arrebato, pasi¨®n y ese sentido de la entrega que caracteriza a los triunfadores. Decepcion¨® ayer este joven que alumbr¨® maneras toreras en Madrid, y se perdi¨® en un oleaje de dudas incomprensibles en quien debe salir cada tarde a morir.
Un bendito era el primer novillo de Tom¨¢s Campos, y el novillero anduvo por all¨ª un tanto cursil¨®n, entre esteta e incoloro ante un oponente almibarado, sin picante y de nobleza insufrible. Faltaron en sus manos toreras buenas dosis de pasi¨®n.
El debutante Fernando Rey abandon¨® las milongas cursis que derroch¨® ante su primero, se envalenton¨® ante el encastado sexto y se entreg¨® como de ¨¦l se esperaba: con el coraz¨®n de quien quiere ser figura. Fue lo m¨¢s interesante de la tarde.
A pesar de la calidad de ese novillo ¨²ltimo, la entrega del chaval y la algarab¨ªa de sus paisanos, el festejo fue un tostonazo insoportable. Que perdonen los castos amantes de lo pol¨ªticamente correcto: la verdad no tiene m¨¢s que un camino, a pesar de que, nunca como ahora, tantos fueron tan amantes de la mentira.
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