Elvis casa en la Gran V¨ªa
Un reverendo de la Iglesia del Rey del Rock'n Roll, oficia todos los jueves bodas sin validez legal, al m¨¢s puro Las Vegas, en una discoteca madrile?a

¡°Ladies and gentlemen, esta noche viviremos un momento de amor¡ oh, yeah!¡ Lili y Edu, ?promet¨¦is amaros y respetaros para siempre?¡±. Los j¨®venes enamorados contestan afirmativamente a carcajada limpia. El reverendo Rafael Vis, disfrazado de Elvis Presley, sigue con el rito sin dejar de mover las caderas. ¡°?Est¨¢is preparados para recibir las alianzas?¡±. El novio, Eduardo Grande, saca del bolsillo de sus pantalones de pinzas los dos anillos que compr¨® la semana pasada por el m¨®dico precio de 70 euros el par. Lo introduce en el dedo de la novia, Lili Orlinova. ¡°Oh, my God, aleluya!¡±, grita el reverendo. El p¨²blico aplaude. De fondo suena Love me tender.
Un jueves m¨¢s, el reverendo Rafael Vis oficia una boda por el rito Elvis en Las Vegas Chapel Espa?a, una capilla instalada en el escenario de la m¨ªtica discoteca Ya¡¯sta, cerca de la Gran V¨ªa. ¡°Es la primera capilla m¨®vil especializada en bodas espect¨¢culo de este tipo en todo el pa¨ªs¡±, presume Rafael, un reverendo ordenado por la iglesia estadounidense Universal Life Church Monastery y adscrito a la Iglesia de Elvis, con sede en Oreg¨®n. Este segoviano de nacimiento y madrile?o de adopci¨®n ha consagrado su carrera profesional a la figura del Rey: ¡°Soy un personaje religioso; creo en Elvis como santo y me tomo mi trabajo muy en serio¡±, dice enfundado en unos pantalones pitillo y chaqueta negros con tachuelas de color platino.
Desde que adquiriera su categor¨ªa de predicador, hace tres a?os, los sillones de cuero rojo de esta discoteca han presenciado decenas de bodas gamberras. Las uniones van desde una pareja gay disfrazada de Batman y Robin, hasta la cl¨¢sica pareja de Marilyn y Elvis. ¡°Por 90 euros, ofrecemos una ceremonia que incluye el alquiler de estos ¨²ltimos trajes¡±, recuerda Susana, mujer de Rafael y chica pin up, vestida al estilo a?os cincuenta. Mientras su esposo oficia las ceremonias, ella se encarga de la m¨²sica, las luces y el decorado. Eso s¨ª, horas despu¨¦s de la profana liturgia, Susana protagoniza alg¨²n espect¨¢culo de burlesque.
Hoy dedica su funci¨®n al cincuenta aniversario de la muerte de Marilyn Monroe. Las im¨¢genes de Los caballeros las prefieren rubias se proyectaban por encima de las cabezas de Lili y Eduardo mientras se dan el s¨ª quiero. Ajenos a los reci¨¦n casados, un grupo de g¨®ticos se anima a salir a la pista de baile, ocupada por una pareja de bailarines que muestra sus proezas con el swing. En un rinc¨®n de la pista, Felisa los mira embobada. Es la primera vez que esta maquilladora asiste a Las Vegas Club y le cuesta pillar el ritmo.
La pareja contrat¨® la ceremonia que inclu¨ªa, por 40 euros, tres canciones de Elvis cantadas por el reverendo y una botella de cava. ¡°Siempre he querido casarme en Las Vegas pero no tengo un duro. Gracias al reverendo he cumplido mi sue?o sin ir muy lejos de Vallecas¡±, explica Lili, camarera de 21 a?os de origen b¨²lgaro. A diferencia de otras bodas, la de hoy solo tiene un invitado y testigo: Abd¨®n L¨®pez, cliente habitual de la Chocolater¨ªa Fontarr¨®n, donde trabaja Lili. L¨®pez, de 54 a?os, no puede evitar soltar unas l¨¢grimas cuando los reci¨¦n casados sellan su amor en el certificado de la Iglesia de Elvis, sin ning¨²n valor legal en Espa?a. Suena Suspicious minds. Del aut¨¦ntico Elvis.
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