La adjudicataria del hospital de Vigo ralentiza la obra en pleno verano
Finaliza el contrato para unos 400 trabajadores, sin fecha de vuelta
A contracorriente, la UTE que construye el nuevo hospital de Vigo ha operado en el ritmo de la obra un dr¨¢stico frenazo que reh¨²sa explicar. Ni aprovecha el verano, como es habitual en el sector, para acelerar su ejecuci¨®n, ni parece interesada en culminarla cuanto antes para empezar as¨ª a percibir los retornos correspondientes a su inversi¨®n. Las zozobras de la obra que este diario se?al¨® en octubre, a las pocas semanas de comenzar, siguen presentes, con la financiaci¨®n que no llega y el proyecto ejecutivo ¡°definitivo¡± del hospital sin cerrar. Lo ¨²nico que se va acabando es la contrataci¨®n de trabajadores. En unos d¨ªas, seg¨²n estimaciones de la CIG, solo quedar¨¢n unos 150 en ella.
La construcci¨®n alcanz¨® en julio su techo de empleo, con 550 operarios en tres turnos, lejos, con todo, del millar de puestos directos, m¨¢s otros 1.500 indirectos, que el presidente de la Xunta, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, y otros portavoces del Gobierno gallego y del PP anunciaron como inminentes en la inauguraci¨®n, en septiembre. A la vuelta del 25 de julio, la UTE comunic¨® de modo abrupto a las empresas subcontratadas y a muchos de sus empleados directos la finalizaci¨®n de los contratos, emplaz¨¢ndoles a consumir antes las vacaciones que pudieran corresponderles, si era el caso, y sin fecha de vuelta al tajo. La motivaci¨®n aducida fue que se iba a adoptar un ¡°nuevo dise?o constructivo¡±, seg¨²n las mismas fuentes sindicales.
Nadie ofrece mayores explicaciones ni el menor esfuerzo de transparencia pese a las m¨²ltiples sensibilidades que toca el proyecto. En la estructura de la obra, seg¨²n insisten los defensores de la sanidad p¨²blica, hay construidos 60.000 metros cuadrados menos de los que figuraban en el proyecto b¨¢sico y las autoridades del Sergas a¨²n debaten con los jefes de servicio el tama?o que corresponder¨¢n a cada uno. A estas alturas, ni siquera est¨¢ decidida la ubicaci¨®n del macrolaboratorio, que estaba claramente fijada en el nuevo hospital para dar servicio a todo el ¨¢rea sanitaria. Por el camino, el Sergas, la adjudicataria o los dos juntos encontraron otra opci¨®n de emplazamiento en el Hospital Meixoeiro y as¨ª est¨¢n, desde hace meses, deshojando esa margarita.
La UTE, seg¨²n el Sergas, reorganiza los turnos para adaptarse al verano
En esta tesitura, la UTE que lidera Acciona remite al Servizo Galego de Sa¨²de (Sergas) para obtener explicaciones sobre la ca¨ªda de ritmo en la obra, pero el Sergas se lava las manos: ¡°Las obras contin¨²an seg¨²n los plazos previstos¡±, respondi¨® un portavoz a este diario el jueves, por escrito. ¡°Para el actual mes de agosto¡±, a?ade la nota, ¡°la UTE concesionaria de esta obra realiz¨® una reorganizaci¨®n de los turnos de trabajo para adaptarse al periodo estival. La Administraci¨®n sanitaria gallega destaca que el contrato con la UTE que realiza las obras es una concesi¨®n a riesgo y ventura del adjudicatario¡± que, por lo dem¨¢s, no admite sobrecostes de ning¨²n g¨¦nero. No obstante, la UTE ya ha consignado casi ocho millones por ese concepto en los trabajos de cimentaci¨®n.
De admitirse que la UTE adjudicataria es la ¨²nica y plena responsable de la obra, tampoco encajan, por falta de coherencia, las frecuentes acusaciones del PP contra el alcalde de Vigo, Abel Caballero, a quien ya han empezado a responsabilizar de los posibles retrasos en la puesta en marcha del hospital. Los portavoces populares han invocado, primero, la obligaci¨®n municipal de asumir el coste de las acometidas de distintos servicios (luz, agua o fibra ¨®ptica) seg¨²n lo establecido en un convenio firmado en 2006 por Corina Porro, entonces alcaldesa, y las conselleiras de Sanidade y Pol¨ªtica Territorial de la Xunta bipartita. A ello a?aden los populares la obligaci¨®n municipal de ceder una parcela para construir la subestaci¨®n el¨¦ctrica que dar¨¢ servicio al hospital.
Caballero dice haberse enterado por la prensa de su obligaci¨®n con la parcela ¡ª¡°En el ayuntamiento no consta ning¨²n requerimiento¡±, asegura¡ª y relega el convenio de 2006, ya que no se acompa?¨® de reserva de cr¨¦dito, a una mera declaraci¨®n de intenciones ¡°cuando hab¨ªa un proyecto de hospital p¨²blico. El Ayuntamiento no est¨¢ obligado a ninguna prestaci¨®n para un hospital privado, que es lo que se est¨¢ haciendo: que se las haga la Xunta¡±, zanja.
Siguen sin cerrarse la financiaci¨®n ni el proyecto ejecutivo ¡°definitivo¡±
El problema de la financiaci¨®n ha estado desde el principio en el ojo del hurac¨¢n. Concessia, dentro de la UTE, es la empresa responsable de captarla. Pero, participada por diversas cajas de ahorros que ya no lo son o viven en azarosa coyuntura, Concessia admit¨ªa en octubre, con la obra en marcha, que sus problemas para obtener y cerrar el cr¨¦dito necesario. Entonces contaba con el colch¨®n de los propios fondos de la UTE, el 20% de los 375 millones que cuesta la obra. Es lo que ya ha consumido o est¨¢ a punto de agotarse. Y desde octubre, la tormenta financiera solo ha ido ganando fuerza. Concessia tampoco se presta a aclarar la situaci¨®n.
En las derivas del rescate financiero del BCE, la UTE de Vigo sigue tropezando con escollos en su busca del pr¨¦stamo. Su garant¨ªa son las cuotas que empezar¨¢ a librar el Sergas as¨ª acabe la obra. No parece suficiente en el conocido clima de descr¨¦dito ¡ªnunca mejor dicho¡ª de las comunidades aut¨®nomas y su pol¨ªtica esencial de recortes. ¡°En este momento¡±, afirman fuentes bien informadas, ¡°a las constructoras solo les cabe plantar la obra, aunque quiz¨¢ consigan aguantar hasta las elecciones¡±.
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