Ares dilapida la paz social
Los recortes por la crisis resucitan la unidad sindical un a?o despu¨¦s de un acuerdo laboral hist¨®rico Las centrales prev¨¦n ¡°una conflictividad como nunca¡±
La paz social es una especie rara en la Ertzaintza, incluso ante un escenario hist¨®rico que parece dif¨ªcil de mejorar para un cuerpo policial en Euskadi tras el cese definitivo de ETA decretado el pasado mes de octubre. El acuerdo laboral alcanzado entre el Departamento de Interior y los sindicatos del que ayer se cumpli¨® un a?o hac¨ªa prever una etapa de sosiego muy poco frecuente en la Polic¨ªa vasca, pero la crisis y ciertas decisiones de la consejer¨ªa se han sumado para echar abajo la esperanza de los agentes y encrespar a los sindicatos. Todos han salido al paso de la reciente adjudicaci¨®n de plazas vacantes en comisi¨®n de servicios, la ¨²ltima pol¨¦mica y la gota que ha colmado el vaso.
Hace apenas dos semanas que la central mayoritaria e independiente Erne predijo ¡°tiempos dif¨ªciles y una conflictividad como nunca¡± en la Ertzaintza. La advertencia, a trav¨¦s de un comunicado, obedec¨ªa a la percepci¨®n de un ¡°enchufismo puro y duro¡± en la pol¨¦mica adjudicaci¨®n de plazas, de la que tan pendiente est¨¢n los cientos de agentes que aspiran a trabajar m¨¢s cerca de casa. Interpretado el aviso de forma aislada, podr¨ªa parecer que la Polic¨ªa vasca atraviesa la etapa m¨¢s dif¨ªcil desde su creaci¨®n en 1982, un hecho que dista bastante de la realidad. No se puede obviar, sin embargo, que el departamento ha perdido en solo un a?o el cr¨¦dito que se gan¨® con un acuerdo hist¨®rico logrado, adem¨¢s, en plena recesi¨®n.
La adjudicaci¨®n de plazas en comisi¨®n de servicios encrespa a las centrales
Fue el 12 de agosto de 2011 cuando el consejero, Rodolfo Ares, puso fin a dos a?os de tensas relaciones y protestas al firmar con la mayor¨ªa sindical un nuevo convenio que sustitu¨ªa al que llevaba casi un lustro prorrogado. Pero adem¨¢s arregl¨® otras viejas reivindicaciones de los ertzainas, como la regulaci¨®n de la segunda actividad o de la promoci¨®n interna.
Y lo hizo en pleno azote de la crisis, consciente de que el malestar en el seno del cuerpo y las reclamaciones de la plantilla hab¨ªan comenzado a convertirse en un lastre para la imagen del Gobierno socialista, transcurrida ya la mitad de la legislatura.
El pacto se sell¨® con una cl¨¢usula de paz social por parte de las centrales que no tard¨® demasiado tiempo en saltar por los aires.
La crisis fue la primera en golpear. Pese a que la situaci¨®n econ¨®mica no ha sido tan grave en Euskadi como en el resto de Espa?a, el Gobierno vasco anunci¨® a finales del pasado a?o una serie de recortes al conjunto de los funcionarios que pon¨ªa en entredicho los acuerdos laborales pactados meses atr¨¢s para la Ertzaintza. Los agentes se consideraron estafados y perjudicados en comparaci¨®n con el resto de los trabajadores p¨²blicos. Ares se ofreci¨® desde el primer momento a negociar para mitigar las consecuencias sobre los ertzainas, pero lo cierto es que no fue capaz de satisfacer las reivindicaciones de una plantilla que en marzo sali¨® a las calles de Bilbao en la manifestaci¨®n m¨¢s multitudinaria de la Polic¨ªa vasca en los ¨²ltimos a?os.
Los sindicatos retomar¨¢n sus protestas a finales de este mes
Aquella marcha, en la que tomaron parte cerca de 3.000 personas, simboliz¨® el recrudecimiento de una tensa situaci¨®n que incluso se ha agravado con el paso de los meses, a medida que las expectativas de la plantilla se han ido viendo defraudadas. La ilusi¨®n que gener¨® el relevo socialista al frente de una consejer¨ªa cuya trayectoria hab¨ªa sido siempre nacionalista y parec¨ªa sometida a enfrentamientos hist¨®ricos se ha quedado en eso para la plantilla, en una ilusi¨®n.
Cronolog¨ªa
Agosto de 2011. Ares firma con la mayor¨ªa sindical un nuevo convenio a cambio de la paz social.
Octubre. El silencio de las centrales, aunque a rega?adientes, permite celebrar la segunda edici¨®n del D¨ªa de la Ertzaintza.
Noviembre. El anuncio de nuevos recortes a los funcionarios vascos levanta las primeras reacciones.
Febrero de 2012. Erne rompe su silencio y amenaza con resucitar el conflicto.
Marzo. 3.000 agentes se manifiestan en Bilbao.
Julio. La adjudicaci¨®n de las plazas en comisi¨®n de servicios colma la paciencia de la plantilla. Erne denuncia "enchufismo" y avanza "una conflictividad como nunca".
Ares puede presumir de haber impulsado numerosos cambios en apenas tres a?os. La pol¨ªtica de tolerancia cero contra el enaltecimiento del terrorismo en las calles de Euskadi o la consolidaci¨®n de un cuerpo de 8.000 agentes son los iconos de un mandato que tambi¨¦n ha servido para reorganizar estructuras con el fin de optimizar recursos. Pero muchas de las medidas adoptadas, sin embargo, han estado acompa?adas de la pol¨¦mica o no se han desarrollado en su integridad.
La asignaci¨®n de las plazas en comisi¨®n de servicio se ha convertido en la gota que ha colmado el vaso. Con independencia de posibles errores en la asignaci¨®n, que el propio Ares no descarta, lo cierto es que su anuncio, el pasado 27 de julio, ha dejado insatisfechos por igual a los seis sindicatos policiales, que se han unido en demanda de dimisiones.
Es su estrategia de desgaste al poder pol¨ªtico. Los ¨¢nimos se han serenado en las ¨²ltimas semanas por la condici¨®n inh¨¢bil del verano, pero la batalla se reanudar¨¢ en las ¨²ltimas jornadas de agosto. En concreto, los sindicatos se concentrar¨¢n durante la reuni¨®n del Consejo de Gobierno en San Sebasti¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 28.
Ser¨¢ el inicio de una campa?a de protestas que se prolongar¨¢ y ganar¨¢ en intensidad durante las siguientes semanas. Una campa?a que adem¨¢s arreciar¨¢ a medida que se acerquen unas elecciones auton¨®micas en las que el consejero Ares se volcar¨¢ en la pol¨ªtica y en el PSE, en detrimento del d¨ªa a d¨ªa del cuerpo. Los agentes, sin embargo, no van a dar un paso atr¨¢s. Muy sensibilizados con los recortes de los funcionarios se siente minusvalorados tras a?os de dura lucha contra ETA.
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