M¨¢s r¨¢pido, m¨¢s alto, m¨¢s fuerte
Mi sobrino peque?o me anima a escribir de las Olimpiadas. ?Es que no ves que no hay m¨¢s temas, izeba, que ¨¦se es el tema? Abre sus grandes ojos y me enumera las haza?as de los deportistas vascos. Le gustar¨ªa que yo escribiera apasionantes cr¨®nicas deportivas, cosa para la que me siento tan dotada como para la f¨ªsica cu¨¢ntica. Pero ya ven, le hago caso¡ a mi manera.
Adem¨¢s de la emoci¨®n de la competici¨®n, de ver en cada ocasi¨®n qui¨¦n es citius, altius, fortius, como reza el lema ol¨ªmpico, lo que me maravilla de los Juegos es la lucha por los l¨ªmites del cuerpo humano. Por rascar aqu¨ª unas cent¨¦simas de segundo, all¨¢ unos cent¨ªmetros de largo. La obsesi¨®n por pulverizar los r¨¦cords y establecer otros que, a su vez, esperan ser pulverizados pr¨®ximamente. ?Hasta cu¨¢ndo, hasta d¨®nde? Habr¨¢ un momento en que ya no se pueda correr m¨¢s r¨¢pido, saltar m¨¢s alto, ser m¨¢s fuerte, ?no? Depender¨¢, supongo, de cu¨¢nta tecnolog¨ªa se permita incorporar al cuerpo de los deportistas, o a sus trajes o materiales. Los cuerpos de ¨¦lite ya se parecen a los coches de F¨®rmula 1, con una puesta a punto digna de la m¨¢s alta ingenier¨ªa, rodeados de un equipo de entrenadores, fisi¨®logos, nutricionistas, m¨¦dicos, kinesiterapeutas, biomec¨¢nicos y expertos en coaching deportivo. ?Y qu¨¦ m¨¢s? Entrenamiento en c¨¢maras hiperb¨¢ricas, zapatillas personalizadas de diez mil d¨®lares, ba?adores en tejidos innovadores¡ ?D¨®nde poner los l¨ªmites a ese apabullante avance t¨¦cnico y biotecnol¨®gico?
Las Olimpiadas tambi¨¦n son una ocasi¨®n id¨®nea para echar un vistazo a los avances de la mujer en el mundo. Veamos. Es la primera vez que todas las delegaciones han incluido mujeres en sus equipos (incluyendo Arabia Saud¨ª, Catar y Brunei). El ejemplo espa?ol es significativo: en la federaci¨®n, las deportistas constituyen ¨²nicamente el 20%; sin embargo, en Londres acaban de ganar el 67% de las medallas. A pesar de la menor dotaci¨®n presupuestaria, de la ¨ªnfima cobertura medi¨¢tica de los deportes femeninos en general, de la escasa promoci¨®n.
Ya no queda ninguna disciplina ol¨ªmpica en la que no existen pruebas femeninas: este a?o se ha incorporado tambi¨¦n el boxeo. Es obvio que las chicas practican con entusiasmo todos los deportes, muchos considerados tradicionalmente masculinos. ?Ocurre lo mismo al rev¨¦s? ?O sigue habiendo deportes ¨²nicamente femeninos? El lector ya sabe la respuesta. Hay dos disciplinas ol¨ªmpicas que no se conciben para ambos sexos: la gimnasia r¨ªtmica y la nataci¨®n sincronizada. Es decir, los deportes tradicionalmente considerados femeninos no se han ¡°masculinizado¡±. Algunos dir¨¢n que los cuerpos varoniles no est¨¢n hechos para esas delicadezas, pero eso es como decir que las boxeadoras no son unas ¡°se?oritas¡±¡ pura convenci¨®n. As¨ª que ya ves, querido sobrino, qu¨¦ curiosas lecciones extradeportivas se pueden sacar de unas trepidantes Olimpiadas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.