Un gallego, dos votos

La Administraci¨®n de Alberto N¨²?ez Feij¨®o tendr¨¢ defectos, pero igual que no me he recatado en se?alarlos, no hay que ser cicatero en reconocer las virtudes, por mucha competencia que haya. La que veo es la austeridad. Sea porque el a?o contable feijoniano,¡ªen el neologismo en el que teima Ant¨®n Losada¡ª conste de seis o siete meses en lugar de los doce que rigen para los dem¨¢s. Sea porque aqu¨ª esperamos que una visita papal, aparte de un beneficio espiritual, derive en una inversi¨®n en turismo y no en una oportunidad m¨¢s de saquear las arcas p¨²blicas. Sea porque en vez del circo de la F¨®rmula 1 nos conformamos con que toque la Panorama o la Par¨ªs de Noia. Sea porque transigimos con que el Gobierno central nos duplique innecesariamente las terminales aeroportuarias en lugar de construir nosotros directamente aeropuertos in¨²tiles. Sea por lo que sea, el caso es que las cuentas de la Xunta resisten admirablemente la comparaci¨®n con las de la inmensa mayor¨ªa de las otras haciendas auton¨®micas. Desgraciadamente, no ha servido para nada. Ni a ¨¦l ni a Galicia.

Feij¨®o y/o Galicia est¨¢n en la situaci¨®n del primog¨¦nito de la par¨¢bola del hijo pr¨®digo, que despu¨¦s de que su hermano menor haya dilapidado su parte de la herencia en fiestas, fastos y otras cosas peores, ve como el tipo vuelve, encogiendo los hombros, y no pasa nada. Pero en lugar de protestarle al padre/Rajoy, como el de la par¨¢bola ¡ª ¡°Hace tantos a?os que te sirvo, y jam¨¢s dej¨¦ de cumplir una orden tuya, pero nunca me has dado un cabrito para tener una fiesta con mis amigos; ?ahora que ha venido ese hijo tuyo, que ha devorado tu hacienda con prostitutas, has matado para ¨¦l el novillo cebado!¡± (Lucas, 15, 29-30)¡ª, no levanta la voz, aunque solo sea para recibir de Rajoy la palmadita que recibi¨® el de la par¨¢bola: ¡°Hijo m¨ªo, t¨² est¨¢s siempre conmigo, y todo lo m¨ªo es tuyo¡± (Lc, 15, 31).

Pero con palmada o sin ella, quien ha forjado su car¨¢cter en la austeridad no ceja. Probablemente en ello resida, y no en las indudables ventajas para el PP, la perrencha de jibarizar el Parlamento. Para contrarrestar los dispendios de lo que antes era la oposici¨®n y ahora llama las minor¨ªas. En la socialista, por ejemplo, el derroche de posibles candidatos de fuste que compitan con el secretario general por el puesto de aspirante a presidente. Por si fuera poco la amenaza de Pepe Blanco avanzando al frente de sus huestes desde las llanuras del este, Fran Caama?o anuncia un posible desembarco en las escarpadas costas de poniente. Si nuestros cineastas no fuesen tan exquisitos podr¨ªan hacer un remake a lo Mariano Ozores, Ed Wood o Uwe Boll de Aliens vs. Predator titulado Exministros vs. Pachi.

El campo nacionalista ser¨¢ minoritario pero es f¨¦rtil y biodiverso como una leira amaz¨®nica. Al socaire del Bloque, la opci¨®n tradicional, ya variopinta, han surgido nuevas formaciones nacionalistas que algunos siguen llamando ¡°los escindidos del BNG¡±, igual que M¨¦ndez Ferr¨ªn ya no cumpl¨ªa los 50 y todav¨ªa hab¨ªa quien lo etiquetaba como ¡°joven narrador¡±. La del hist¨®rico l¨ªder Xos¨¦ Manuel Beiras, Anova, dicen que tiene bastantes papeletas para acceder al Parlamento si va de la mano de EU/IU, lo que reforzar¨ªa una situaci¨®n ya de por s¨ª curiosa en una sociedad te¨®ricamente conservadora como la gallega. Tener una de las c¨¢maras con m¨¢s representaci¨®n antisistema de Europa.

Me explico. Seg¨²n el bar¨®metro del CIS del pasado julio, en la escala ideol¨®gica de 1 (izquierda) a 10 (derecha), los encuestados situaban al BNG en el 2,43, el partido m¨¢s a la izquierda de todo el Estado, despu¨¦s de Amaiur. En julio de 2009 la gente lo ubicaba en el 2,64, los propios votantes en el 2,81, y ellos a s¨ª mismos se ve¨ªan en el 3,15. Entonces y ahora los votantes de EU/IU se sit¨²an en el 3,0, aunque la gente los corra al 2,57. Es decir, el electorado gallego podr¨¢ elegir entre una fuerza nacionalista muy de izquierdas, el BNG, y la coalici¨®n de una fuerza soberanista en principio m¨¢s izquierdista, Anova, y un partido sobradamente de izquierdas y mucho menos nacionalista (de hecho, en el electorado de EU hay tantos nacionalistas como en el del PP: un 16%). La otra opci¨®n galleguista, Compromiso por Galicia, que pretende ocupar el espacio que queda libre, el llam¨¦mosle socialdem¨®crata, el del 3 al 5, parece tom¨¢rselo con calma. Tanta que espera que el electorado no solo decida con su voto al presidente de Galicia, sino tambi¨¦n al candidato del partido a serlo.

Est¨¢ claro que la austeridad de un lado no es compatible con la exuberancia del otro. Si el PP sigue emperrado en hacer del Parlamento algo parecido a un consejo de administraci¨®n, para que la C¨¢mara refleje los matices de la sociedad y de la personalidad gallegas, es imprescindible una reforma radical. Hubo un tiempo para ¡°un hombre, un voto¡±. Ha llegado el de: ¡°Un gallego, dos votos¡±.

@sihomesi