Novedades e inc¨®gnitas
Con la misma mayor¨ªa que tiene ahora el PP, el bipartito renunci¨® a reformar la ley electoral
Cuando entramos en la recta final de la legislatura podemos afirmar que en la pr¨®xima campa?a electoral se producir¨¢n importantes novedades respecto a los anteriores comicios, aunque existen todav¨ªa notables inc¨®gnitas por despejar. Desde luego, el primero y muy relevante cambio lo constituye la decisi¨®n del PP de modificar unilateralmente la ley electoral para rebajar de 75 a 61 el n¨²mero de diputados en el Parlamento de Galicia con la grosera excusa de la austeridad. Es evidente que el objetivo del PP no es reducir el gasto en los Parlamentos, como lo demuestra que en Castilla-La Mancha se incremente el n¨²mero de parlamentarios regionales a propuesta del Partido Popular, sino realizar reformas electorales a la carta que favorezcan las expectativas pol¨ªticas de Feij¨®o. Si el objetivo fuese realmente ahorrar, el presidente admitir¨ªa la propuesta realizada por el PSdeG, seg¨²n la cual deber¨ªan mantenerse los actuales 75 diputados en el Parlamento pero con la masa salarial que corresponder¨ªa a una C¨¢mara con 61 esca?os. Es decir, asumiendo la propuesta socialista se rebajar¨ªa el gasto del Parlamento, pero no se afectar¨ªa la representaci¨®n democr¨¢tica. Pero es evidente que lo que persigue el presidente Feij¨®o es precisamente distorsionar el pluralismo pol¨ªtico y la representaci¨®n popular, primando todav¨ªa m¨¢s las provincias de Lugo y Ourense, con el fin de asegurarse una mayor¨ªa absoluta que no tiene asegurada con la actual ley electoral.
La cosa se agrava si consideramos que la reforma se present¨® por sorpresa, de forma unilateral y a pocos meses de la contienda electoral. En todo caso, conviene resaltar que no estamos ante una cuesti¨®n menor o carente de inter¨¦s. Al contrario, las leyes electorales son siempre y en todas partes un factor que determinan decisivamente el sistema de partidos, el modelo pol¨ªtico y el dise?o institucional de un pa¨ªs. Por eso, a diferencia de la iniciativa unilateral de Feij¨®o, lo aconsejable en t¨¦rminos democr¨¢ticos es que tales leyes sean el producto del m¨¢s amplio consenso pol¨ªtico y social. A este respecto conviene recordar que, en contraste con la posici¨®n oportunista del PP al que todo parece valer con el fin de retener el poder, el bipartito, que dispuso de la misma mayor¨ªa parlamentaria que hoy sostiene al Gobierno popular, renunci¨® a imponer su reforma electoral al no contar dicha propuesta con la anuencia del PP. Esta diferencia de sensibilidad democr¨¢tica no deber¨ªa caer en saco roto. Desde luego, los verdaderos dem¨®cratas no podemos olvidarla, ni resignarnos pasivamente ante semejante atentado al juego limpio y a la representaci¨®n democr¨¢tica.
La segunda novedad para estas elecciones, aunque todav¨ªa llena de incertidumbres, la constituye la posibilidad de configurar un nuevo polo pol¨ªtico entre fuerzas de izquierda ¡ªprincipalmente IU¡ª y determinados sectores del nacionalismo hoy extramuros del Bloque. Sus promotores lo han bautizado como la Syriza gallega. Aunque el h¨¢bito no hace al monje y las diferencias entre ese hipot¨¦tico frente y la organizaci¨®n de la izquierda griega son m¨¢s que notables, la idea, de cuajar, podr¨ªa tener importantes repercusiones pol¨ªticas y electorales. Ahora bien, el ¨¦xito de esta operaci¨®n depende de varios factores. El primero, que esa posible alianza sea capaz de generar un proyecto pol¨ªtico y program¨¢tico unitario y coherente que supere la imagen de una simple sopa de siglas, alguna de las cuales poco representan. El segundo, que esa plataforma pol¨ªtica sea capaz de proyectar con credibilidad su vocaci¨®n de permanencia en la vida pol¨ªtica gallega y no se reduzca a una mera operaci¨®n electoral forzada por las urgencias y debilidades de sus componentes. Pronto sabremos en qu¨¦ sentido se resuelve estas incertidumbres.
Finalmente, la ¨²ltima inc¨®gnita relevante por resolver consiste en si en las primarias del PSdeG concurren varios candidatos o solo uno, el actual secretario general del partido. Porque el exministro de Justicia Francisco Caama?o amaga pero, de momento, no da, y adem¨¢s no est¨¢ claro que tenga los apoyos suficientes para lanzarse a la piscina. El presidente de la Diputaci¨®n de Lugo parece reservarse para futuras batallas y mejores tiempos, c¨®modamente instalado en la instituci¨®n provincial y en la direcci¨®n del partido en Lugo. Y Jos¨¦ Blanco, que sin duda ser¨ªa un duro rival para Feij¨®o en la disputa por la presidencia de la Xunta y presumiblemente reunir¨ªa los apoyos internos necesarios, no est¨¢ en condiciones de presentar su candidatura mientras no se resuelva su situaci¨®n judicial. No creo que el PSdeG se meta en semejante aventura en tanto el exministro de Fomento siga imputado. Por eso ser¨ªa deseable que la juez que instruye el caso no dilatara la situaci¨®n de Pepe Blanco de forma innecesaria. De lo contrario, podr¨ªa interferir en decisiones pol¨ªticas de enorme trascendencia. As¨ª pues, los proleg¨®menos de las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas, adem¨¢s de los efectos pol¨ªticos de la crisis econ¨®mica, presentan numerosas novedades e importantes inc¨®gnitas.
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