Fandi?o marca el camino
El vizca¨ªno corta una oreja en cada toro y junto con Mora raya a gran altura
Parecen de otra liga. Ayer no hubo arrimones f¨¢ciles ni concesiones para la galer¨ªa. Ayer, Iv¨¢n Fandi?o marc¨® el camino. Dijo con claridad c¨®mo se cortan las orejas. Y eso que le faltaron toros para firmar una actuaci¨®n m¨¢s importante a¨²n.
Porque los jandillas no tuvieron fuerza. Y tanto Fandi?o como David Mora pisan demasiado fuerte para que les aguanten estos morlacos cortados a la medida de las figuras. Ambos hicieron el toreo bueno, el de cruzarse, echar la muleta adelante y llevar al toro hasta atr¨¢s, donde el animal se esfuerza. Y claro, as¨ª los jandillas aguantaron tres series antes de pararse y bajar el tono de las faenas.
Siempre quedar¨¢ la pol¨¦mica de si la oreja concedida en el quinto al torero de Ordu?a fue justa o no; desde luego, la petici¨®n estaba en el l¨ªmite de la mayor¨ªa y el presidente tard¨® en atenderla. La oreja se cort¨® ya en el desolladero. A saber d¨®nde estaban los alguacilillos para poner orden en el ruedo, que esa es su verdadera misi¨®n.
JANDILLA / CID, FANDI?O Y MORA
Seis toros de Jandilla, con pitones, pero poco trap¨ªo y con poca fuerza. El Cid: estocada y descabello (silencio) y tres pinchazos y estocada ca¨ªda (saludos tras aviso). Iv¨¢n Fandi?o: estocada (oreja) y estocada (oreja). David Mora: estocada casi entera (oreja) y estocada (saludos).
Saludaron los banderilleros El Puchi y V¨ªctor Mart¨ªnez en el tercero.
Asisti¨® el lehendakari, Patxi L¨®pez, al que Fandi?o brind¨® el segundo.
Plaza de Bilbao. 22 de agosto de 2012. Media entrada. Quinta de las Corridas Generales.
Circunstancias al margen, Iv¨¢n Fandi?o fue el protagonista de una buena tarde, en la que expuso sus armas con especial empe?o. Su quite por chicuelinas en el primero de la tarde fue la carta de presentaci¨®n, porque cuando tom¨® la muleta dict¨® el camino del toreo: siempre cruzado, derechazos largos y ce?idos en series bien ligadas; por el izquierdo el astado punteaba y el vizca¨ªno no le dej¨® tocar la muleta casi nunca.
Una de sus claves fue dominar los tiempos de la faena. Supo cu¨¢ndo dar reposo al animal y cuando vio bajar el tono de los muletazos, dispuso una traca final en cada toro, que remat¨® con dos soberbias estocadas. En el primero, recet¨® una serie con la mano derecha templada y honda, mientras que en el quinto las manoletinas no pudieron ser m¨¢s ce?idas.
David Mora lo debi¨® vivir desde el callej¨®n como dardos que se le clavaban en el orgullo torero, porque la forma en que sali¨® a recibir al tercero es de los mejores momentos de la feria. A las dos largas de rodillas, arriesgadas, les sigui¨® una tanda de ver¨®nicas rematadas con una media para recordar.
Ah¨ª sac¨® toda su raza. Ten¨ªa el camino marcado y el de Borox se ci?o a la estela de Fandi?o. Llam¨® al jandilla desde los medios y la primera serie de derechazos fue suficiente para que la banda arrancase por Nerva. Hab¨ªa verdad, pero el toro tampoco pudo aguantar el ritmo. Mora, un tanto ansioso de triunfo, tampoco le dio el reposo necesario, pero hubo naturales dulces y derechazos templados, belleza para colocarlo y buenos volapi¨¦s.
Parec¨ªan de otra liga y quiz¨¢s lo sean, porque El Cid abri¨® la tarde y lo hizo con el toreo de las figuras; ese en el que no se cruzan, en el que la muleta viaja a media altura y con el animal despegado. Cuando actuaron Fandi?o y Mora, nadie recordaba ya lo anterior; por eso el sevillano tuvo que apretar en el cuarto, pero el jandilla volvi¨® a reventarse demasiado pronto.
Ayer no hubo pico, ni toreo en l¨ªnea recta, ni muletazos despegados; ayer se cruzaron y se los pasaron por la taleguilla. Habr¨¢ quien aplauda a quienes practican el otro estilo, pero desde luego seguro que no se emocionan como ayer vibraron en Vista Alegre.
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