El fr¨¢gil refugio del jazz
Treinta a?os despu¨¦s, los principios fundacionales del Caf¨¦ Central siguen vigentes
![Los dueños del Café Central, en el local.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/C2H2M4I4YOPDJUNWR4RM3BA5UY.jpg?auth=5bdf66baace90a70e22c8be5253d8c47f107464ee9ad988f042ddccad06cf1bf&width=414)
¡°Si el Caf¨¦ Central no fuera nuestro, de todos modos vendr¨ªamos mucho¡±, r¨ªen Gerardo P¨¦rez y Nanye Bl¨¢zquez, dos de los socios fundadores de este emblem¨¢tico local situado en la plaza del ?ngel de Madrid, un lugar especial para m¨²sicos y amantes del jazz por ser el ¨²nico que se ha mantenido durante 30 a?os programando m¨²sica en vivo a diario y sin renunciar a su esp¨ªritu original. Pedro Iturralde, Lou Bennett, Art Farmer, Chano Dom¨ªnguez, Bob Sands, Javier Colina, Javier Krahe, Barry Harris¡ La lista es larga, pues hablamos de una historia formidable de 10.800 conciertos, muchos de ellos excelentes pero ruinosos y otros absolutamente memorables, como los de Don Pullen, en 1988, que pusieron al Caf¨¦ Central en el circuito internacional, o las cinco semanas seguidas a piano solo de Tete Montoliu, el salvador del establecimiento en 1994, cuando el verano y los mundiales se confabularon para ganarle la partida al jazz.
Afortunadamente no fue as¨ª. El Caf¨¦ Central sobrevivi¨® a aquella crisis de le¨®n y a otras muchas despu¨¦s, e incre¨ªblemente lleg¨® vivo a este mes de agosto de 2012 en el que ha querido regalarse ¡ªy regalar al p¨²blico¡ª una programaci¨®n especial, con cuatro semanas dedicadas a Chano Dom¨ªnguez, Zenet, Paquito D¡¯Rivera y al tr¨ªo compuesto por Javier Colina, Perico Sambeat y Marc Miralta.
¡°Llegar hasta aqu¨ª ha sido duro, para qu¨¦ nos vamos a enga?ar¡±, dice Gerardo P¨¦rez. ¡°Pero ha merecido la pena¡±.
Los pasos del Caf¨¦ Central
![La trompeta y el pie de Jerry González, en una actuación en 2010.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/Y6YYS6EQ5EHYQ7NU4PBZHMPSCY.jpg?auth=1ef398591356daaf8e98c64d6460758fe440fcebc4df7d769cbec863a1529808&width=414)
Los primeros pasos del Central son conocidos. El dictador acababa de morir y ellos eran cinco j¨®venes amigos que estudiaban en la universidad, sal¨ªan juntos y ten¨ªan inquietudes pol¨ªticas y gustos similares. ¡°?bamos a los conciertos en el San Juan Evangelista, en el Birimbau, en el Balboa Jazz¡ Al abrir el Caf¨¦ pensamos: ¡®queremos hacer un sitio al que a nosotros nos gustar¨ªa ir¡±. Un sitio ¡°bonito, con m¨²sica tranquila, donde siempre hubiera una propuesta de calidad y nunca encontraras un m¨²sico que te causara sonrojo¡±, cuenta P¨¦rez.
La tesis de partida era que en una ciudad como Madrid hab¨ªa p¨²blico suficiente para que 100 personas acudieran todas las noches a escuchar un concierto en vivo, bien de jazz o de otras m¨²sicas de calidad. Y as¨ª empezaron.
El local era una antigua casa de marcos y cristales, cerrada en 1981, y ese mismo a?o ellos lo alquilaron al precio de 80.000 pesetas mensuales. Tras la pertinente reforma ¡ª¡°la primera discusi¨®n se produjo por d¨®nde ¨ªbamos a colocar el escenario¡±¡ª el 12 de agosto de 1982 abri¨® sus puertas el Caf¨¦ con un piano de pared prestado y una peque?a tarimilla que m¨¢s tarde fue ampli¨¢ndose.
Los ochenta fueron sobre todo de los grupos espa?oles pero, a partir de 1988, con los conciertos del George Adams-Don Pullen Quartet, se abri¨® el mejill¨®n: fallecidos ilustres como Jeanne Lee, Mal Waldron, Tal Farlow, o vivos como Randy Weston, Lee Konitz, Houston Person o Etta Jones pasaron por el Central, la mayor¨ªa varias veces.
De los cinco socios originales quedan cuatro, si bien Gerardo, que estudi¨® Derecho, y Nanye, psic¨®logo de formaci¨®n ¡ª¡°aunque en toda mi vida solo he curado a un paciente¡±, admite¡ª, son los gestores que llevan el d¨ªa a d¨ªa del Caf¨¦ y su programaci¨®n.
![En 1994, Tete Montoliu sum¨® 31 d¨ªas de actuaciones un Central que languidec¨ªa. Fue un ¨¦xito.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/6VU7M2XKKSDGFEOEQZW7NCYXS4.jpg?auth=23c109e9d0dad71897f5ea9a7511ca5d838dc3f53b36e4e2bed5e57812198dba&width=414)
Aniversario y retornos
El pasado 6 de agosto era un d¨ªa especial. Chano Dom¨ªnguez llevaba casi una d¨¦cada sin tocar aqu¨ª. Acaba una pieza de Thelonius Monk para entrarle a Hacia donde, de la cubana Marta Vald¨¦s, que trufa con una versi¨®n de El manisero. El local est¨¢ hasta los topes, 110 o 115 personas, no m¨¢s porque no caben m¨¢s. Las primeras 70 entradas son para cubrir el cach¨¦ de los m¨²sicos y los gastos.
En una pausa, Chano recuerda la primera vez que toc¨® en el Central hace 20 a?os y se refiere al ¡°lujo que es para un grupo de jazz tocar en un local que te contrate por una semana entera. A uno le da tiempo a crecer¡±, asegura, ¡°tanto es as¨ª que de aqu¨ª han salido formaciones directamente a grabar al estudio¡±. Por eso, dice, ¡°para nosotros, para los m¨²sicos de jazz, el Caf¨¦ Central es un lugar m¨ªtico¡±.
Gerardo y Nanye afirman que, entre las pocas cosas que ten¨ªan claras, una era esa: los grupos deb¨ªan estar una semana para que la m¨²sica fuera fluyendo y elev¨¢ndose. El contrabajista Javier Colina, que en 1995 grab¨® un disco de lujo en el Central con Tete Montoliu, considera que este modo de trabajar, ¡°¨²nico en Espa?a y en muchas partes del mundo¡±, ha hecho m¨¢s por el jazz que muchas casas de discos. ¡°Por desgracia, en Espa?a el jazz siempre fue algo de minor¨ªas, casi marginal; pero el Central siempre era nuestro ¨²ltimo refugio¡±.
En 1991, la revista brit¨¢nica Wire elabor¨® la lista de los mejores clubes de jazz europeos e incluy¨® al Caf¨¦ Central en octavo lugar. En 2002 ¡ªy a partir de entonces cada a?o¡ª la prestigiosa publicaci¨®n norteamericana Down Beat hizo otra selecci¨®n con los 100 sitios para escuchar jazz en el mundo: el Caf¨¦ Central era el ¨²nico club de Espa?a que sal¨ªa. Down Beat ampli¨® este a?o la lista hasta 212 locales, pero, de nuevo, el Central es el ¨²nico espa?ol. ¡°Los reconocimientos dan satisfacci¨®n y son bienvenidos, aunque no sirven para pagar la renta¡±, bromea P¨¦rez.
Igual que en otros momentos de su historia, la situaci¨®n del Caf¨¦ hoy es cr¨ªtica. Verano, Eurocopa y crisis galopante son la tormenta perfecta para el jazz, aunque lo peor de todo ahora es la espada de Damocles que pende sobre los contratos de pr¨®rroga forzosa, como el que tiene el Caf¨¦ Central. Por una reciente resoluci¨®n judicial, todos estos contratos vencen en enero de 2015. ¡°Ya hay franquicias que est¨¢n dispuestas a pagar cinco veces lo que nosotros, as¨ª que si no ocurre un milagro tendremos que irnos y esto ser¨¢ un McDonalds¡±.
Hace 18 a?os, coincidiendo con otro mundial y otro verano, el establecimiento estuvo a punto de quebrar. ¡°Pero en 1994 estaba Tete Montoliu para salvarnos¡±, dice Bl¨¢zquez, que le tira un beso al cielo al pianista catal¨¢n. ¡°El Caf¨¦ se hund¨ªa, ten¨ªa el agua hasta los ojos y Tete Montoliu, con treinta y un d¨ªas de su m¨²sica, nos la baj¨® hasta la barbilla. Respiramos. Por eso ser¨¢ siempre el m¨²sico m¨¢s importante para el Caf¨¦ Central¡±, dice Gerardo P¨¦rez.
Mientras P¨¦rez evoca aquel episodio, Chano Dom¨ªnguez termina un maravilloso Fuego fatuo, de Falla, que ha evolucionado a Monk. ¡°La m¨²sica cura¡¯, me dijo una vez en este mismo escenario Randy Weston, y es verdad¡±, afirma Nanye. Y recuerda otra frase redonda del cineasta Fernando Trueba: ¡°Un solo de Paquito [D¡¯Rivera] te puede arreglar un mal d¨ªa¡±.
As¨ª es y, como hasta la ¨²ltima noche habr¨¢ m¨²sica en el Central, nada de lamentos.
Los hitos de un club treintea?ero
- Agosto de 1982. Cinco amigos aficionados al jazz fundan el Caf¨¦ Central en una antigua tienda de marcos y espejos. Pagaban 80.000 pesetas por el alquiler del local.
- 1988. Tras unos inicios de apoyo a m¨²sicos espa?oles, el club se lanza a programar actuaciones de artistas internacionales. Un piano de cola sustituye en 1989 el de pared de los primeros a?os.
- 1991. La prestigiosa revista brit¨¢nica especializada Wire elabora una lista de los mejores clubes de jazz europeos. El Caf¨¦ Central figura en octava posici¨®n.
- 1994. Tete Montoliu rescata el local de la ruina actuando durante cinco semanas seguidas. Los meses previos hab¨ªan sido calamitosos por la competencia del Mundial de f¨²tbol de EE UU y la escasa afluencia de gente.
- 2002. La prestigiosa revista de jazz estadounidense Down Beat publica una lista con los 100 sitios para escuchar jazz en el mundo. El Caf¨¦ Central es el ¨²nico espa?ol de la lista.
- 2005-2006. Las obras en la plaza del ?ngel reducen la afluencia de p¨²blico a la sala.
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