La Vuelta llega al olimpo celta
El final de etapa en el mirador de ?zaro, gran atracci¨®n de la ronda en Galicia
Palidece la fe en el ciclismo, pero este busca nuevos santuarios para mantener el aura que ayude a captar creyentes. El pr¨®ximo jueves, en el tercero de los seis d¨ªas que la Vuelta Ciclista a Espa?a pase en Galicia ¡ªcinco etapas m¨¢s la jornada de descanso de hoy en Pontevedra¡ª, el mundo conocer¨¢ uno de sus nuevos templos. Ser¨¢ entonces cuando la caravana parta de Vilagarc¨ªa y, tras pasar por A Estrada, bordear todo el Barbanza, Noia y Muros, llegu¨¦ hasta el mirador de ?zaro, enclave ¨²nico vecino al monte Pindo, el olimpo celta enfrentado al Finisterrae.
Muchos de los ciclistas que lleguen hasta all¨ª creer¨¢n que, en efecto, aquello es el fin, que no puede haber cuesta m¨¢s empinada. ¡°En enero estuve vi¨¦ndolo y en una curva durante un tramo de unos 150 metros de hormig¨®n, puede haber un ligero margen de error, pero el navegador que llevaba en la bicicleta me marc¨® un porcentaje [de desnivel] del 30%¡±, recuerda Gustavo C¨¦sar Veloso, ciclista arousano que compite en la Vuelta defendiendo el maillot del equipo Andaluc¨ªa.
En el Angliru no hay rampas como los ¨²ltimos metros de hormig¨®n
?zaro es extremo en cuanto a dureza y valor paisaj¨ªstico. La cascada en la que desemboca el r¨ªo Xallas presidir¨¢ la ascensi¨®n en un tramo final de 1,7 kil¨®metros con una pendiente media del 14,1%. ¡°Cuando salga por televisi¨®n la gente va a alucinar¡±, resuelve C¨¦sar Ferr¨ªo, t¨¦cnico de deportes del Ayuntamiento de Dumbr¨ªa. Se trata de una cumbre referencial para los cicloturistas de la zona, pero inexplorada en el ciclismo profesional. En el aficionado casi tampoco. ¡°Nunca la hice en carrera¡±, apunta Veloso. ¡°Se subi¨® un par de veces en el Gran Premio de San Marcos¡±, ilustra Vicente Formoso, Triki, un exciclista afincado en Muros que lleg¨® a competir en categor¨ªa ¨¦lite, en la antesala del profesionalismo, y que alerta sobre la ausencia de espacios para la recuperaci¨®n y la imposibilidad de ascender sin despegar el trasero del sill¨ªn. Este detalle lo confirma Veloso tras su incursi¨®n invernal. ¡°Si iba sentado se me pinzaba la rueda de delante y llegu¨¦ arriba retorci¨¦ndome. Pero ya antes empiezan los problemas, porque el acceso desde abajo es muy estrecho y hay que estar muy bien colocado en un pelot¨®n que llegar¨¢ muy r¨¢pido¡±, confiesa el vencedor de hace tres a?os de la etapa de Xorret de Cat¨ª, cumbre alicantina que alguno ha querido comparar con la de ?zaro. Veloso prefiere mirar al Angliru. ¡°All¨ª no hay rampas como esos metros de hormig¨®n¡±. Ferr¨ªo explica que ¡°lo que ocurri¨® en esa zona es que debido a la pendiente, las m¨¢quinas asfaltadoras no pod¨ªan trabajar y tuvo que apa?arse as¨ª¡±.
Para ?zaro, Dumbr¨ªa y toda la comarca, la Vuelta no s¨®lo ser¨¢ un man¨¢ econ¨®mico puntual, sino un escaparate incomparable. ¡°Haces miles de folletos o revistas sobre la zona, te gastas 15.000 euros y no llegas ni a la d¨¦cima parte de la gente que llegaremos ahora con la retransmisi¨®n televisiva¡±. Para el que pueda estar interesado, un final de etapa supone pagar a la organizaci¨®n de la ronda ciclista en torno a los 100.000 euros, pero en este caso fue la Vuelta quien busc¨® a Dumbr¨ªa. El acuerdo monetario se redujo a menos de la mitad de ese canon habitual y lo sufragaron entre el Ayuntamiento, la asociaci¨®n supramunicipal Neria y la empresa Ferroatl¨¢ntica, responsable de las centrales hidroel¨¦ctricas del r¨ªo Xallas.
La jornada no es solo man¨¢ puntual, sino un escaparate incomparable
La idea es acoger a miles de aficionados, que tendr¨¢n f¨¢cil acceso a las rampas m¨¢s duras porque un sendero peatonal las jalona, pero tambi¨¦n mostrar el entorno como un espacio id¨®neo para el turismo, cicloturista o no. Y, en ¨²ltimo t¨¦rmino, activar la pr¨¢ctica del deporte de los pedales en la comarca. En Dumbr¨ªa se trabaja desde el a?o pasado en una escuela de ciclismo en la que ya ruedan 21 ni?os de benjam¨ªn a cadete. Triki se encarga de guiar sus pasos, de ayudarles a entender qu¨¦ es una bicicleta, cu¨¢les son sus partes y conocer las normas b¨¢sicas de circulaci¨®n, aunque tambi¨¦n una faceta m¨¢s pr¨¢ctica que tiene que ver con la postura, la habilidad sobre dos ruedas y el manejo, tanto de la bicicleta de monta?a como de la de carretera. ¡°La mala imagen puede influir en que algunos se retraigan, pero es un deporte que engancha porque da una gran sensaci¨®n de libertad¡±, explica el preparador, que ayer aprovech¨® para replicar con dos compa?eros los 190 kil¨®metros de la etapa del jueves.
Ya en Galicia, tras desplazarse el pelot¨®n por v¨ªa a¨¦rea desde Barcelona, Veloso pasa hoy la primera jornada de descanso entre los suyos. ¡°Lo voy llevando bien, a ver si tengo suerte de coger la fuga buena uno de estos d¨ªas¡±, sue?a. Se relame con la contrarreloj de pasado ma?ana entre Cambados y Pontevedra, a 10 kil¨®metros de su casa, y anticipa que, para el pelot¨®n, m¨¢s all¨¢ de la dur¨ªsima cuesta de ?zaro o de la llegada del s¨¢bado a Ancares, Galicia ser¨¢ una emboscada. ¡°Yo no me fiar¨ªa del libro de ruta. Parece todo llano, pero hay repechos, curvas y contra curvas. No hay descanso¡±.
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