La fragmentaci¨®n del voto desaf¨ªa el dominio de los tres grandes partidos
Las escisiones del nacionalismo, el auge de Izquierda Unida y el desgaste del PP abren las opciones m¨¢s que nunca para el 21-0
Una reforma electoral durante el primer mandato de Manuel Fraga Iribarne solidific¨® el mapa electoral de Galicia. La ley, vigente desde entonces, elev¨® la barrera para entrar al Parlamento del 3% al 5% y se llev¨® por delante diversas formaciones galleguistas y de izquierdas. Al mismo tiempo empuj¨® a la confluencia dentro del Bloque Nacionalista Galego (BNG) a distintos grupos nacionalistas. Esta geograf¨ªa, limitada a PP, PSdeG-PSOE y BNG, dura ya dos d¨¦cadas. Pero con la crisis econ¨®mica y sus derivadas pol¨ªticas las elecciones del pr¨®ximo 21-O pueden abrir las puertas del Parlamento de Galicia a nuevos partidos o coaliciones.
Las entradas al escenario se encuentran a derecha y a izquierda, aunque este ¨²ltimo flanco parece m¨¢s vulnerable. Las dos grandes escisiones sufridas en el ¨²ltimo a?o por el Bloque ¡ªM¨¢is Galiza, de corte socialdem¨®crata, y Encontro Irmandi?o, liderado por Xos¨¦ Manuel Beiras y m¨¢s a la izquierda¡ª buscan una v¨ªa por la que romper el actual paisaje pol¨ªtico. Los beiristas, transmutados en una organizaci¨®n de programa independentista, funcionamiento asambleario y de nombre Anova Irmandade Nacionalista, llamaron a un ¡°frente amplio de izquierdas¡± en el que cabr¨ªan formaciones ¡°de ¨¢mbito estatal ¡°que reconozcan el derecho de autodeterminaci¨®n¡±.
Esquerda Unida, la franquicia gallega de IU, no tard¨® en recoger el guante. Su coordinadora, Yolanda D¨ªaz, reformul¨® la propuesta y habl¨® de la necesidad de constituir una ¡°alianza anticapitalista, una Syriza gallega¡±. La referencia a la coalici¨®n de izquierdas griega que subi¨® como la espuma en los ¨²ltimos comicios en Grecia cal¨® en el debate p¨²blico y las conversaciones comenzaron. Y contin¨²an, no solo con Anova. Todo ello cuando las encuestas manejadas por diferentes partidos pronostican que, por primera vez desde la ¨¦poca del Partido Comunista de Galicia, Esquerda Unida podr¨¢ sentarse en la C¨¢mara. ¡°Nuestra oferta de alianza no es solo para el Parlamento, es algo m¨¢s profundo¡±, explic¨® D¨ªaz a este peri¨®dico.
La otra rama desgajada del BNG, M¨¢is Galiza, acab¨® nucleando la plataforma Compromiso por Galicia, junto a un peque?o grupo ecologista y a los centristas de Acci¨®n Galega. No quieren ni o¨ªr hablar de ¡°la izquierda anticapitalista¡±, pero durante meses han intentado atraer a su cartel electoral a un Xos¨¦ Manuel Beiras que conserva popularidad y pegada discursiva. La gran inc¨®gnita reside ahora en si los beiristas optan por aliarse a EU en un frente de izquierdas o a Compromiso en un pacto de corte nacionalista y pol¨ªticamente m¨¢s heterog¨¦neo.
Tan heterog¨¦neo que en la direcci¨®n de Compromiso por Galicia se encuentra Rafael Cui?a, exmilitante del PP e hijo del fallecido delf¨ªn de Fraga Xos¨¦ Cu¨ª?a, la exconselleira nacionalista del bipartito Teresa T¨¢boas o el exsenador del BNG Xos¨¦ Manuel P¨¦rez Bouza. Y acaban de alcanzar un acuerdo con la peque?a organizaci¨®n de ¡°centro progresista¡± Terra Galega para presentarse a las elecciones del 21 de octubre. Su estrategia de fondo, revestida de galleguismo, no descuida los caladeros de la derecha. Aunque para pescar en ellos existen otras opciones m¨¢s ajustadas.
La actividad de UPyD en Galicia resulta pr¨¢cticamente inexistente. Su respaldo a las tesis de Galicia Biling¨¹e, una asociaci¨®n contraria a la promoci¨®n del gallego y que en 2009 sirvi¨® a los prop¨®sitos de campa?a de Feij¨®o, le granjearon alguna repercusi¨®n medi¨¢tica. Pero no demasiados sufragios. Galicia fue la segunda comunidad que menos los apoy¨® en las pasadas generales. Esta vez, la ola sobre la que cabalga Rosa D¨ªez se centrar¨¢ m¨¢s en los comicios vascos. O eso calculan, al menos, fuentes del PP gallego. Y el ¨²ltimo en hacer acto de presencia se llama Mario Conde. A¨²n no ha confirmado candidatura ¡ªel adelanto lo dificulta¡ª, pero su cercan¨ªa a los Baltar, los barones de la derecha orensana enfrentados a Feij¨®o, preocupa en la c¨²pula popular.
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