Grilo y el mant¨®n negro

Cierra el Original Flamenco Festival jerezano en Madrid Joaqu¨ªn Grilo, un artista singular, muy personal en su baile y con una compleja evoluci¨®n hacia la madurez que siempre merece ser visto y atendido. Le conocemos desde siempre, y es de esos hombres a los que el tiempo posa en su centro y los cambia. Ahora su danza es menos expansiva, pero sigue en la cuerda de transmitir un sentido de verdad al paso y a la escena, que nunca sea el baile por el baile, eso que tanto abunda.

Amigo de la experimentaci¨®n y el riesgo, Grilo no se ha conformado con ser un artista virtuoso (que lo es por su t¨¦cnica y apostura) sino que se ha adentrado en una v¨ªa de expresi¨®n personal¨ªsima y llena de riesgo, donde no falta el car¨¢cter y cierto histri¨®n, detalles que huelgan el baile hacia la distensi¨®n, como si ese descentrado fuera su duda, su manera de hacer y de plantear preguntas al p¨²blico y acaso a ¨¦l mismo. As¨ª, este espect¨¢culo introspectivo y verdadero recital en solitario, plantea un desarrollo autobiogr¨¢fico que va desde la ni?ez y la ruptura de la umbilicalidad a la verdadera independencia sobre las tablas, lo que se ejemplifica en la escenograf¨ªa con ese ¨¢rbol ¨²tero, un tronco memorial del que sale ¨¦l mismo a alumbrar la aventura de la vida y de donde sale tambi¨¦n una voz de mujer como reclamo ancestral (Carmen Grilo pone el acento vern¨¢culo y lo sigue con mimo). Tambi¨¦n la voz de Jos¨¦ Antonio Valencia se une con precisi¨®n y poes¨ªa al tac¨®n del bailar¨ªn en un d¨²o pasional e intenso.

La m¨²sica, original y cadente, est¨¢ hilvanada por una percusi¨®n renovada donde no falta lo ¨¦tnico, pero sin sobrepasar una medida justa de equilibrio con lo tradicional que pide el baile. Especialmente jocoso el jaleo y muy en su sitio la sole¨¢, dos polos quiz¨¢ opuestos, dos maneras del ser esc¨¦nico, uno buscando dentro de la cueva del sentimiento y el otro intentando tender un puente de animaci¨®n y gracejo. Es un feliz regreso a Madrid de un artista que sobre lo bien aprendido y a¨²n tras los devaneos de la juventud, ha sabido conservar origen y ritos.