¡°La ciencia es esencial en una sociedad abierta y democr¨¢tica¡±

Si el curr¨ªculo de cualquiera de sus predecesores ya habr¨ªa ocupado m¨¢s de la mitad de esta entrevista, el de Juan Ignacio P¨¦rez presenta adem¨¢s algunos de los hitos m¨¢s recientes de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (UPV). Fue responsable como rector de devolver la calma institucional a un centro rodeado por la pol¨¦mica o de poner en marcha el proceso de convergencia europeo.

Ahora, desde la C¨¢tedra de Cultura Cient¨ªfica, analiza la situaci¨®n de la divulgaci¨®n, la educaci¨®n, el escepticismo y la universidad en el marco de uno de los Cursos de Verano de la UPV, que ha codirigido, y que ha versado sobre la compatibilidad entre ciencia y democracia.

Pregunta. Durante los ¨²ltimos a?os se han extendido, dentro de las universidades, unidades de cultura y comunicaci¨®n. ?A qu¨¦ cree que se debe este creciente inter¨¦s?

Respuesta. En el caso de la UPV y su C¨¢tedra de Cultura Cient¨ªfica lo hizo porque, adem¨¢s de la gran actividad investigadora que hace en ciencia y tecnolog¨ªa, hab¨ªa un d¨¦ficit comunicativo que nos pareci¨® importante tener en cuenta. Era necesario saber comunicar ciencia y tambi¨¦n tratar de ampliar la cultura de la ciudadan¨ªa acerca de ella. Esto es una tendencia general. Muchas universidades est¨¢n interesadas en dar a conocer lo que se hace dentro de ellas. Es algo importante, porque somos una sociedad muy dependiente de la ciencia. Es necesario saber y conocer en qu¨¦ consiste esta herramienta tan poderosa que poseemos.

P. La importancia de la educaci¨®n a la hora de divulgar ciencia es clave. ?Qu¨¦ opina del pesimismo con el que se habla sobre ella? ?Cree que hay poco inter¨¦s de los centros en promover la ciencia?

R. No es que haya falta de inter¨¦s; es que hay poca cultura cient¨ªfica. El sistema educativo todav¨ªa no ha conseguido llegar al nivel de transmisi¨®n que nos gustar¨ªa. Pero s¨ª que es cierto que la educaci¨®n es un elemento fundamental. Y, pese a todo, creo que ha mejorado, porque ha alcanzado unos grados de universalizaci¨®n como no hab¨ªamos visto nunca. El pesimismo siempre est¨¢ de moda; tendemos a pensar que las cosas van a ir a peor. Y normalmente la humanidad, en t¨¦rminos generales, suele ir mejorando poco a poco. El problema es que s¨®lo miramos los ¨²ltimos dos o tres a?os, y nos angustiamos. Pero yo creo que estamos bastante mejor que hace 300 a?os, cuando la Revoluci¨®n Cient¨ªfica. En esto yo soy optimista, un optimista antropol¨®gico.

P. En una sociedad donde la mec¨¢nica cu¨¢ntica se utiliza para justificar cualquier supercher¨ªa y timo, la homeopat¨ªa se vende junto a medicamentos en las farmacias y ciertas universidades dan cr¨¦ditos por acudir a cursos pseudocient¨ªficos, ?se puede tener esperanza en el futuro?

R. S¨ª, claro que s¨ª. Es una cuesti¨®n de tiempo. En el pasado, esto es muy importante recordarlo, hab¨ªa muchas m¨¢s supersticiones. Incluso se quemaban brujas. Nunca hay que olvidar cosas as¨ª porque, al hacerlo, se acaban frivolizando algunos sucesos con consecuencias dram¨¢ticas. Tambi¨¦n en la actualidad, hasta no hace mucho, en Sud¨¢frica se segu¨ªa diciendo que el sida no se transmit¨ªa por las relaciones sexuales. Incluso en esto estamos mejorando, y por eso hay esperanza.

P. ?Cu¨¢les son los riesgos de una sociedad no educada en la cultura cient¨ªfica?

R. Se pierde criterio a la hora de decidir colectivamente en relaci¨®n a asuntos que nos afectan directamente. Ah¨ª est¨¢ el riesgo. A su vez, estoy convencido de que tambi¨¦n nos aporta capacidad cr¨ªtica, un elemento esencial en el funcionamiento de las sociedades abiertas y democr¨¢ticas. Sin ella, no hay cr¨ªtica del poder. Hay indicios, v¨ªnculos y evidencias, algunos de ellos no son concluyentes porque en este terreno es dif¨ªcil que lo sean, que relacionan el progreso tecnol¨®gico-cient¨ªfico de una sociedad y el grado de democracia que hay en esta. Por lo tanto, es conveniente cuidar el desarrollo cient¨ªfico porque al final acaba siendo una garant¨ªa del desarrollo democr¨¢tico.