El secuestro ¡®pactado¡¯ del ¡®C¨®dice¡¯
El electricista vuelve a declarar a petici¨®n propia y asegura que se llev¨® la joya de la Catedral de Santiago por encargo de responsables de la Iglesia
Se acaba de levantar el secreto del sumario, la instrucci¨®n del rocambolesco caso del C¨®dice Calixtino est¨¢ pr¨¢cticamente finiquitada y en un par de d¨ªas, quiz¨¢s hoy mismo, los ¨²ltimos informes periciales y policiales estar¨¢n en manos del juez V¨¢zquez Ta¨ªn. Luego, la pelota pasar¨¢ al tejado de la Audiencia Provincial (que posiblemente marcar¨¢ la fecha del juicio antes del a?o que viene), y entonces, a lo mejor la bola vuelve y rebota en las famosas cubiertas de la Catedral de Santiago porque, en su ¨²ltima declaraci¨®n, el hombre que confes¨® haberse llevado el Codex dijo que lo hizo por encargo de algunos responsables del templo. Fuentes de la investigaci¨®n aseguraron a este diario que, en agosto, el electricista Manuel Fern¨¢ndez Casti?eiras volvi¨® a verse con el juez instructor para a?adir que si secuestr¨® el C¨®dice fue porque sigui¨® las directrices que le marcaron tanto el de¨¢n, Jos¨¦ Mar¨ªa D¨ªaz, como ¡°otro administrador¡±. La finalidad de tal operaci¨®n (en realidad ampliamente conseguida) ser¨ªa publicitaria: dar repercusi¨®n, fama y nuevos br¨ªos al mausoleo apost¨®lico, cuya recaudaci¨®n baja de forma notoria en los a?os ordinarios, es decir, los que no son santos. A cambio de la sustracci¨®n del valioso manuscrito, el extrabajador de la bas¨ªlica recibir¨ªa dinero. Luego, en una fecha se?alada, el volumen volver¨ªa a su lugar en perfecto estado.
La declaraci¨®n de Casti?eiras, que se llev¨® a cabo por solicitud de la defensa, tuvo lugar en la Audiencia y apenas ocupa un folio, pero es, seg¨²n un testimonio relacionado con el caso, contundente. Sin embargo, los investigadores le restan valor. Seg¨²n personal del equipo, Casti?eiras es ¡°un liante¡±, ¡°sus declaraciones ya no aportan nada¡±, y a pesar de que s¨ª contribuyese ¡°podr¨ªa ver reducida su pena a 10 a?os¡±, el electricista ¡°no quiere colaborar¡±. ¡°No hay que tener en cuenta mucho de lo que dice¡±, afirman estas fuentes.
Mientras tanto, Fern¨¢ndez Casti?eiras permanece en prisi¨®n en Teixeiro a pesar de que su libertad provisional no entra?a ya ning¨²n riesgo. Personas pr¨®ximas al trabajador aut¨®nomo, que mantuvo un habit¨¢culo en la catedral hasta los ¨²ltimos d¨ªas, una relaci¨®n laboral con la Iglesia compostelana durante 33 a?os y una estrecha relaci¨®n humana con el de¨¢n, ¨²ltimo custodio del C¨®dice, sospechan que alguien presiona para que el electricista no salga. Si sale, seg¨²n ellos, puede defenderse mejor y se?alar m¨¢s culpables.
No obstante, pese a las dificultades que tiene para comunicarse con el exterior, Casti?eiras lleg¨® a recibir la oferta de un televisivo abogado, que se prestaba a hacerse cargo de su defensa por la repercusi¨®n medi¨¢tica del caso. El letrado habr¨ªa utilizado los servicios de alg¨²n recluso de la misma prisi¨®n para transmitirle el mensaje al piadoso electricista de misa diaria.
Seg¨²n explican miembros de la investigaci¨®n, la evoluci¨®n de Casti?eiras es desconcertante. Ahora ¨¦l sostiene que el robo no fue tal cosa, sino una desaparici¨®n pactada, aunque en su primera declaraci¨®n ante la polic¨ªa confes¨® un robo por ajuste de cuentas. Desde entonces, se afirm¨® que el secuestro respond¨ªa a un af¨¢n de venganza, pero ahora desde instancias judiciales se afina: ¡°No es venganza, sino justicia divina. La venganza es pecado, y Manuel Fern¨¢ndez Casti?eiras es muy religioso. Puede, precisamente, que cuando trabaj¨® para la Iglesia viese cosas, pecados¡± que no toleraba. Una persona cercana al electricista, asegura, sin embargo, que el imputado quiere mucho al de¨¢n y que espera retomar la amistad con el jefe de los can¨®nigos al salir de prisi¨®n.
La finalidad era, seg¨²n ¨¦l, dar repercusi¨®n medi¨¢tica a la bas¨ªlica
Algunos cap¨ªtulos deben de faltar en esta historia si se pretende que resulte comprensible. Si no, seguir¨¢ siendo un delirio. En esa ¨²ltima cita en la Audiencia, el juez le mostr¨® a Casti?eiras un v¨ªdeo en el que se pudo ver a s¨ª mismo abriendo con total naturalidad, y con llave, la caja fuerte del dinero; extrayendo un bulto compacto y meti¨¦ndoselo de un simple movimiento en el bolsillo. La Iglesia asegura que del dep¨®sito de caudales solo hab¨ªa una llave. Otras fuentes afirman que eran cinco las copias, todas en manos de responsables. ?Qui¨¦n se la dio al electricista? ¡°Nosotros tenemos una hip¨®tesis¡±, responde el can¨®nigo fabriquero, Daniel Lorenzo, ¡°pero la respuesta solo va a poder d¨¢rnosla Manuel¡±.
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