Colas para aprender alem¨¢n
Centenares de personas tratan de estudiar el idioma para emigrar a Alemania

El primer lunes de septiembre tiene algo de a?o nuevo. La gente recobra los deseos incumplidos y tal vez se apresura a cambiar sus h¨¢bitos de vida. Ayer, este inicio se plasm¨® a las puertas de una academia de idiomas en pleno centro de Valencia. All¨ª, centenares de personas soportaron horas de cola para inscribirse en los cursos de alem¨¢n. ¡°Estoy pensando en irme, sin cerrar campos¡±, reconoc¨ªa Diana Garc¨ªa, una historiadora de arte e int¨¦rprete de lengua de signos de 27 a?os que lleva en paro desde marzo. ¡°Este es el primer paso para largarme¡±, asent¨ªa Juan Luis. Este ingeniero industrial aguardaba su turno para recibir algunas lecciones b¨¢sicas y marcharse. ¡°Para trabajar ahora no te sirve solo con el ingl¨¦s. Te piden un nivel alto de alem¨¢n y 10 a?os de experiencia¡±.
En una muestra heterog¨¦nea en la que predominaban j¨®venes con alg¨²n tipo de formaci¨®n superior, los cursos m¨¢s demandados, de unos 370 euros de precio de media, fueron los intensivos. A medida que pasaba la jornada se cerraron las opciones y aumentaron las quejas. ¡°Queremos que nos digan, por lo menos, lo que queda libre¡±, espetaba Daniel Ortiz, otro ingeniero de 27 a?os. ¡°No dejan prematricularse en la p¨¢gina web y no sabemos si vamos a llegar antes de que se acaben las plazas¡±, rebat¨ªa al lado de Carmen Barber¨¢, una traductora de 22 a?os. Como este centro, que agot¨® su abanico de cursillos, la Escuela Oficial de Idiomas tambi¨¦n inform¨® de que la demanda de alem¨¢n hab¨ªa superado por primer a?o la de ingl¨¦s. ¡°Estamos desbordados¡±, agregaba Germ¨¢n, el portero de la finca, ¡°el a?o pasado no hab¨ªa ni la mitad¡±.
Paco, un hombre que acudi¨® para matricular a su hija, no se sorprend¨ªa de este ¨¦xito masivo y le a?ad¨ªa algo de reivindicaci¨®n. ¡°Yo me plantear¨ªa cualquier cosa menos quedarme aqu¨ª¡±, sosten¨ªa, ¡°porque no quiero cotizar en este pa¨ªs: d¨¢rselo a los que gobiernan es tirar el dinero¡±. Aunque, como la individualidad que caracteriza a los deseos, no todos coincid¨ªan: ¡°Yo lo hago por amor a la cultura y la lengua alemana¡±, resolv¨ªa por su parte Mercedes, de 57 a?os.
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