Ret¨®rica insoportable
El PP no puede proponer lo mismo en Euskadi y Galicia si no quiere seguir haciendo el rid¨ªculo
En condiciones normales la coincidencia de las citas electorales en el Pa¨ªs Vasco y en Galicia hubiese restado protagonismo a nuestra campa?a electoral en el conjunto del Estado. Por razones evidentes, Euskadi habr¨ªa ocupado el centro del escenario pol¨ªtico y ser¨ªa de nuevo el punto de atenci¨®n preferente de la opini¨®n p¨²blica espa?ola. Sin embargo, lo incierto del resultado y el hecho de que los comicios gallegos ser¨¢n el term¨®metro que mida con m¨¢s precisi¨®n el desgaste que ha sufrido Rajoy y su Gobierno, confieren en esta ocasi¨®n a las pr¨®ximas elecciones gallegas una relevancia de la que hubiese carecido en otras circunstancias. Por eso los ciudadanos deben tomar conciencia de que una victoria del PP ser¨¢ interpretada por Rajoy como un respaldo inequ¨ªvoco para seguir con su pol¨ªtica de recortes que, como los datos demuestran, solo conduce a la recesi¨®n y al desastre econ¨®mico y social. Por otra parte, no creo que la coincidencia de los dos procesos vaya a influir en nuestra din¨¢mica electoral ni en el veredicto que emitan los gallegos el pr¨®ximo 21-O.
Las diferencias socio-pol¨ªticas entre ambas comunidades son muy marcadas y exigen respuestas y proyectos tan diferentes que dif¨ªcilmente podr¨¢n interferir en las din¨¢micas internas respectivas. Por eso las proclamas de determinados dirigentes del PP afirmando que su partido defender¨¢ el mismo proyecto en Galicia que en Euskadi son el paradigma de la insoportable ret¨®rica electoralista, carente de sustancia, a la que recurren con indeseable frecuencia muchos de nuestros dirigentes pol¨ªticos.
A lo largo de los ¨²ltimos veinte a?os, en Galicia solo exist¨ªan dos posibles alternativas de Gobierno: la que representaba la mayor¨ªa absoluta del PP o la coalici¨®n entre socialistas y nacionalistas con la composici¨®n interna que los propios electores decidieran. Quien votaba al PSdeG y al BNG sab¨ªa con toda certeza que su voto no solo respaldaba al partido de su preferencia sino tambi¨¦n a la coalici¨®n de ambas fuerzas pol¨ªticas. Y quien respaldaba al PP ten¨ªa la misma certeza de que su voto no se transformar¨ªa en gobierno, salvo que el partido conservador consiguiese la mayor¨ªa absoluta. Es cierto que los pilares de las posibles alternativas de Gobierno en Galicia siguen siendo el PP o la coalici¨®n entre el PSdeG y el Bloque. Pero estas elecciones pueden introducir algunos matices que cambien un esquema que parec¨ªa inamovible en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas. En efecto, no es imposible, debido a la irrupci¨®n de otras fuerzas pol¨ªticas (UPyD y el partido de Mario Conde), que el voto de la derecha se fragmente y el PP aun perdiendo la mayor¨ªa absoluta pueda conservar el Gobierno con el apoyo de aquellas fuerzas, si estas logran suficiente representaci¨®n parlamentaria. Y en el campo de la izquierda no puede descartarse que la coalici¨®n entre socialistas y nacionalistas necesite el apoyo de alg¨²n grupo minoritario hasta ahora ausente del Parlamento de Galicia. La posible introducci¨®n de estos cambios, aunque aparentemente peque?os, pueden producir una modificaci¨®n en la din¨¢mica pol¨ªtica y parlamentaria, incluida la inestabilidad, m¨¢s amplia de lo que en principio pudiera pensarse.
En contraste con la situaci¨®n gallega, en el Pa¨ªs Vasco solo existen interrogantes sin respuesta. Finiquitada la colaboraci¨®n entre socialistas y populares que presidi¨® la ¨²ltima legislatura y cuyos resultados las encuestas castigan de forma inmisericorde, se abren distintas posibilidades y numerosas incertidumbres. ?Est¨¢ decidido el PNV a abrir de nuevo una din¨¢mica soberanista de la mano de EH Bildu y a reeditar la pol¨ªtica de frentes, es decir, la confrontaci¨®n irreconciliable entre dos polos antag¨®nicos y excluyentes (el nacionalista y el no nacionalista) y que este proyecto se extienda inevitablemente al conjunto del Estado con consecuencias pol¨ªticas incalculables? ?Est¨¢ el PSE dispuesto a establecer una colaboraci¨®n estable (pacto de gobierno o de legislatura) con el PNV, caso de que este partido gane las elecciones en Euskadi, o pasar¨¢, como anuncian algunos de sus dirigentes, a la oposici¨®n con todas las consecuencias? En todo caso, muy probablemente, el resultado electoral situar¨¢ al PNV y al PSE ante el mayor dilema de su historia reciente.
Comprender¨¢n, pues, los dirigentes del PP que no podr¨¢n decir lo mismo, ni proponer las mismas soluciones, en Euskadi que en Galicia. Salvo, claro est¨¢, que quieran seguir haciendo el rid¨ªculo.
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