La Coma se opone al cierre de la escuela taller Itaca

"Este centro es lo ¨²nico que tiene la gente para optar a un futuro". Es lo que cree Elisabeth, monitora familiar de la escuela taller Itaca, en el barrio de La Coma de Valencia. Como ella, decenas de personas se han manifestado esta ma?ana frente al Palau de la Generalitat para oponerse al cierre del centro, que dejar¨¢ de recibir subvenciones a partir del 23 de diciembre. Han acudido all¨ª para entregarle un documento firmado por 1.200 personas en el que invitan al presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, a visitar el barrio y "vea si conviene ahorrar en un proyecto como la Itaca".

"Si dejas a la gente joven sin recursos, les acercas m¨¢s a la pobreza", razonaba Vicente Mestre el fiti, monitor de electricidad desde hace 12 a?os. "El cierre provocar¨ªa que el barrio se quedase sin el ¨²nico sitio donde los chavales se pueden sacar el graduado", a?ad¨ªa, "y eso se traducir¨ªa en que la calle se llenar¨ªa de gente sin nada que hacer". Desde CC OO se avisaba de que "cada euro ahorrado en el Itaca deber¨¢ empe?arse en m¨¢s polic¨ªa, m¨¢s servicios sociales o m¨¢s sanidad"

Esta escuela taller lleva m¨¢s de una d¨¦cada en funcionamiento y consta de nueve trabajadores y unos 35 alumnos por a?o. En ¨¦l se imparten cursos de fontaner¨ªa o recepcionista que "permiten dar una formaci¨®n para abrir al mundo laboral", seg¨²n Tom¨¢s Moreno, vicepresidente de la Asociaci¨®n de Vecinos de La Coma. "La demanda es brutal, este a?o se inscribieron m¨¢s de 300", continuaba, "y si lo quitan ser¨¢ el fin de una esperanza".

"All¨ª nos formamos profesional y personalmente", dec¨ªan dos exalumnas

Hace dos d¨ªas, ante la convocatoria de la protesta, la portavoz municipal de Comprom¨ªs en Paterna, Loles Ripoll, indic¨® que ¡°el cierre de la escuela taller Itaca supondr¨¢ abrir una brecha en la fr¨¢gil paz social que hay en el barrio, pero el Partido Popular, que gobierna en el Consell y en el municipio, nunca piensa que detr¨¢s de sus decisiones arbitrarias hay personas con nombre y apellidos, que son las que sufren el disparate en su gesti¨®n pol¨ªtica y econ¨®mica¡±.

Entre los asistentes destacaba la presencia de alumnos y exalumnos. Agust¨ªn Fern¨¢ndez, un joven de 17 a?os que acaba de graduarse en Itaca, remarcaba la importancia del centro: "Por lo menos salgo con algo. No s¨¦ lo que voy a hacer ahora, porque para seguir estudiando tienes que pagar", lamentaba. A su lado, Silvia y M?Jos¨¦, que coincidieron en un curso de recepcionista y telefonista hace siete a?os, se?alaban que ellas llevan desde entonces trabajando: "No nos formamos solo a nivel profesional, tambi¨¦n personal", coincid¨ªan, "y te permite tener la perspectiva de que puedes salir del barrio".

El caso es que esta ma?ana, despu¨¦s de hacerle llegar la invitaci¨®n a una asesora del presidente entre pitos o pancartas que presagiaban que "tanto recortar y recortar, el barrio va a explotar", los asistentes se han despedido con una inc¨®gnita seria: ?Qu¨¦ pasar¨¢ si al final cierra? "Puff", suspiraba la madre de una exalumna, "eso va a ser la guerra".