Lo que uno ve
Se trata sin duda de la manifestaci¨®n m¨¢s grande en la historia de Barcelona
Mani rara. Por una parte es una manifestaci¨®n antisistema. Literalmente. Convocada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que defiende la independencia, ese derecho de autoderminaci¨®n defendido por las izquierdas hasta 1977, omitido en 1978 y defendido en Cortes Constituyentes por un solo diputado que, en lo que es una bella met¨¢fora, se lo confit¨® con patatas. Por otra parte, puede ser todo lo contrario. Una manifestaci¨®n como las acaecidas tras el 11-M, en la que un Gobierno intenta liderar un malestar para evitar ser identificado como parte del malestar, como responsable, en este caso, de la degradaci¨®n del bienestar, la democracia y el autogobierno. Por todo eso, es importante visualizar lo que est¨¢ pasando. Algo, por otra parte, imposible. Se trata sin duda de la manifestaci¨®n m¨¢s grande en la historia de Barcelona. Dato: tardo una hora en recorrer 100 metros entre Catalunya y Gran Via, a trav¨¦s del paseo de Gr¨¤cia, algo inusual a menos que, me consta, lleves hot shorts. La magnitud de la agrupaci¨®n humana impide, en fin, describirla period¨ªsticamente. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando? ?Qu¨¦ hacen aqu¨ª tantas personas? ?Los manifestantes apoyan un derecho o a un Gobierno que les est¨¢ dando un tute a los derechos?
Acudo a la zona cero, donde se deber¨ªa formar la cabecera de la manifestaci¨®n, suponiendo que esta reuni¨®n desparramada a¨²n tenga la capacidad de tener cabecera. La cabecera, si se ha formado, tiene en su protocolo aspecto gubernamental. En primer lugar, la ANC ¡ªpredominio de CiU, un lugar apacible en el que, al parecer, dos sectores de CiU se est¨¢n dando de mamporros¡ª y la Asociaci¨®n de Municipios Independentistas ¡ªpredominio CiU, indeed¡ª. Detr¨¢s de esta declaraci¨®n de principios est¨¦ticos, va ?mnium ¡ªCiU by a tube¡ª. Detr¨¢s, a su vez, una CiU sin iconograf¨ªa ¡ªsin Mas ni Millet¡ª, represent¨¢ndose a s¨ª misma ¡ªdos partidos y varias sensibilidades ante la independencia, incluida la ausencia de sensibilidad; parece, glups, que el sector m¨¢s independentista est¨¢ relacionado con la prestigiosa firma Zumosol.
La procesi¨®n, como siempre, la cierran los sindicatos, en su papel de coche escoba epistemol¨®gico.
El primer objeto no necesariamente relacionado con CiU viene detr¨¢s y es el cuarto. Es ERC ¡ªdiscurso supeditado a CiU desde hace meses¡ª. Detr¨¢s ICV ¡ªparece ser que ha formalizado su independentismo esta semana¡ª. Detr¨¢s SI ¡ªel partido m¨¢s n¨ªtidamente independentista y que, de una forma discreta, m¨¢s ha visualizado el discurso independentista en la sociedad¡ª. Detr¨¢s, la CUP ¡ªsu participaci¨®n es un misterio iconogr¨¢fico que, por falta de visi¨®n, no puedo dilucidar; ¨²nico grupo de izquierdas con discurso propio y problem¨¢tico frente a la independencia, en la ma?ana del 11-S, su web no convocaba a la manifestaci¨®n¡ª. La procesi¨®n, como siempre, la cierran los sindicatos, en su papel de coche escoba epistemol¨®gico.
Les describo las zonas por las que paseo, ignorando si son o no categ¨®ricas. Mucha persona mayor. Muchos grupos de j¨®venes segregados en sexos. Mucha bandera. Pero es que mucha. Nunca hab¨ªa visto tanta. Curiosamente, pocas pancartas. Veo tres. Una friqui ¡ª¡°El Pensament Catal¨¤ rebrotar¨¤ dels seus il¡¤lussos enterradors¡±¡ª; otra, vista varias veces, en formato DIN A4 e impresa posiblemente en uno de los talleres de uno de los sectores de CiU, daba para el pelo, parad¨®jicamente, a Duran Lleida. Una tercera quiz¨¢s explicaba algo muy importante: ¡°Prou, prou, prou, prou, prou, prou¡¡±, una aspiraci¨®n ciudadana verbalizada hace m¨¢s de un a?o y ante la que CiU ¡ª¨²nico partido involucrado en la Transici¨®n y que, al parecer, a¨²n no ha visto c¨®mo se le funden los pies¡ª parece no haber tomado nota. En el caso, glups, de que no estemos asistiendo a su intento de tomar nota.
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