Botella prepara una norma para regular la prostituci¨®n y la mendicidad en la calle
El nueva ordenanza ¡°de convivencia¡±, que sustituye a una del franquismo, tratar¨¢ tambi¨¦n el ¡®botell¨®n¡¯ y los ¡®lateros¡¯
El Ayuntamiento de Madrid, en manos del Partido Popular, pretende aprobar en el primer semestre del a?o que viene una ordenanza ¡°de convivencia ciudadana¡± que vigilar¨¢, entre otras actividades, la degradaci¨®n visual del entorno urbano; el uso inadecuado del espacio p¨²blico para juegos o apuestas, as¨ª como para la mendicidad y la oferta y demanda de servicios sexuales; los atentados contra la dignidad de las personas; el consumo de bebidas alcoh¨®licas (y la micci¨®n) en la v¨ªa p¨²blica; la venta ambulante, en particular de comidas y bebidas; y otras conductas vand¨¢licas o inapropiadas (ruido, m¨²sica, etc¨¦tera). La norma tambi¨¦n regular¨¢ la organizaci¨®n y autorizaci¨®n de actos p¨²blicos, y establecer¨¢ las sanciones correspondientes.
El Gobierno local da este paso, en ¡°respuesta a la demanda ciudadana¡±, para ¡°facilitar la intervenci¨®n de los distintos servicios municipales en el espacio p¨²blico¡±, aunque ¡°las medidas sociales y educativas primar¨¢n sobre la coerci¨®n¡±. La nueva norma derogar¨¢ la ordenanza de Polic¨ªa Urbana y Buen Gobierno de la Villa de Madrid, del 17 de julio de 1948, que, seg¨²n el Ayuntamiento, est¨¢ a¨²n vigente. Siendo eso as¨ª, tambi¨¦n es cierto que ha sido modificada o derogada parcialmente en m¨¢s de una veintena de ocasiones entre 1961 y 1990.
Esa norma establece, por ejemplo, que ¡°todos los habitantes de la Villa han de observar la compostura y correcci¨®n de palabra y modales que exige el elevado concepto de ciudadan¨ªa, del que debe ser modelo la capital de Espa?a, absteni¨¦ndose de proferir ofensas a la Patria, al R¨¦gimen, a la religi¨®n, a la moral y a la cultura¡±. Proh¨ªbe secar ropa en los balcones, sacudir alfombras por la ventana si no entre las siete y las nueve de la ma?ana, partir le?a o criar gallinas. Tambi¨¦n proh¨ªbe ¡°las ri?as en general, y poner objetos que obstaculicen el paso normal de los tranv¨ªas por los carriles¡±.
El objetivo fundamental de la nueva norma, adem¨¢s de acabar con estas disposiciones obsoletas, es ¡°fortalecer la seguridad¡±, dando ¡°una herramienta actualizada a la autoridad¡±, y la imagen de la ciudad ante visitantes y turistas¡±, sobre todo de cara a las aspiraciones ol¨ªmpicas de la capital, y ¡°mejorar la cohesi¨®n social¡±. Para ello, y sin explicar c¨®mo, se apuesta por ¡°nuevas formas de participaci¨®n ciudadana¡± y por el voluntariado.
En su declaraci¨®n de intenciones, comunicada hoy a los medios de comunicaci¨®n, el Ayuntamiento pone el ¨¦nfasis sobre todo en un aspecto: la prostituci¨®n en la calle. Con una redacci¨®n ambigua, da a entender que limitar¨¢ o directamente prohibir¨¢ esta pr¨¢ctica, aunque yendo m¨¢s all¨¢ de ese tema concreto, porque el ¡°vac¨ªo en la regulaci¨®n del uso ciudadano de la v¨ªa p¨²blica¡± que resulta ¡°m¨¢s perjudicial¡± para los ciudadanos.
La oposici¨®n, a instancias de Uni¨®n Progreso y Democracia, ten¨ªa previsto pedir al Gobierno local una ordenanza para regular la prostituci¨®n callejera, que deber¨ªa estar lista en el plazo de seis meses y, en su opini¨®n, habr¨ªa de imponer multas a los clientes pero no a las mujeres.
Barcelona (y otras ciudades, como Badajoz, Alicante o Granada) sanciona a las prostitutas, con multas de hasta 300 euros por ofrecer servicios sexuales en la calle (y hasta 750 si es cerca de un colegio). Y tambi¨¦n a los clientes (como Albacete y Sevilla), con entre 1.000 y 3.000 euros. La Generalitat de Catalu?a (CiU) multiplica por diez esas sanciones para la prostituci¨®n en carreteras. Y el ministro de Interior, Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz, avanz¨® en junio que pretende luchar en el mismo sentido con ¡°medidas de tipo administrativo y penal¡±.
Botella dijo entonces que se opone a sancionar a las prostitutas. ¡°Soy partidaria del modelo sueco, de ayudar a la mujer y multar al cliente¡±. En agosto, la presidenta regional, Esperanza Aguirre (PP), admiti¨® sus diferencias con la alcaldesa y abog¨® por ¡°regular¡± la prostituci¨®n ¡°precisamente para evitar la explotaci¨®n de algunas mujeres que la ejercen¡±.
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