Catalu?a es culpable

Habida cuenta de la ancestral costumbre de la derecha valenciana, singularmente del PP, de echarle la culpa de todos los males reales o ficticios que sufre la Comunidad Valenciana a nuestros vecinos del norte, sorprend¨ªa el silencio que ven¨ªa manteniendo ante la masiva petici¨®n de independencia formulada por un amplio sector de la sociedad catalana. Habituados al casposo y demag¨®gico discurso anticatalanista que los portavoces populares, ora Seraf¨ªn Castellano, ora Alicia de Miguel, prodigan sin otra raz¨®n ni finalidad que la de conseguir r¨¦ditos electorales, resultaba extra?o que no hubiesen aprovechado la manifestaci¨®n de la Diada para pescar en r¨ªo revuelto.

Acostumbrados a los voceros oficiales, sorprendi¨® que fuera el mism¨ªsimo presidente de la Generalitat quien saliera ayer a enfatizar los agravios comparativos con Catalu?a. Alberto Fabra, como otros barones del PP, cerr¨® filas con Mariano Rajoy frente a Artur Mas tras la entrevista que ambos mantuvieron en La Moncloa. Hasta ah¨ª todo normal e incluso comprensible. Pero lo que extra?¨® en persona tan comedida y parca en sus manifestaciones fueron los argumentos utilizados. Dijo el presidente que la Comunidad Valenciana ¡°est¨¢ m¨¢s legitimada [que Catalu?a] para reclamar dotaciones econ¨®micas¡± porque junto a Murcia (?), est¨¢ infrafinanciada. Fabra arguy¨® que la balanza fiscal valenciana ¡ªcomo la catalana¡ª es negativa a lo que hay que a?adir que la renta per c¨¢pita est¨¢ por debajo de la media espa?ola. ¡°Dos supuestos que no se dan en Catalu?a¡±.

Tras las declaraciones del presidente, la pregunta inmediata es: qu¨¦ tendr¨¢ que ver la velocidad con el tocino. Es obvio que la Comunidad Valenciana tiene una p¨¦sima financiaci¨®n. Catalu?a, tambi¨¦n. Y es sabido que la renta per c¨¢pita est¨¢ por debajo de la media espa?ola. La de los catalanes, no. ?Y? No hay ninguna novedad. Hasta donde se sabe, el Gobierno de Artur Mas no es el responsable de que los valencianos suframos una p¨¦sima financiaci¨®n auton¨®mica, La situaci¨®n en que nos encontramos responde a pol¨ªticas muy concretas llevadas a cabo por presidentes de Gobiernos muy concretos. A saber: Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, que hizo suyo el deleznable modelo que impuls¨® Eduardo Zaplana; Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, que modific¨® el anterior y corrigi¨® en una ¨ªnfima parte, apenas nada, la discriminaci¨®n que sufr¨ªa la Comunidad Valenciana, y Mariano Rajoy, que lo mantiene.

Se supone que Fabra lo que tendr¨ªa que hacer es exigirle a Rajoy que liquide el actual sistema de financiaci¨®n, sustituy¨¦ndolo por otro m¨¢s justo, pero no con ret¨®rica hueca y la boca chica para que no se le enfaden demasiado los hombres de negro del ministro Montoro, sino con la fuerza con la que el PP se lo exig¨ªa a Zapatero. Pero como no lo puede hacer, carga contra Catalu?a. Sale gratis y da votos. Pero Fabra deber¨ªa pensar que donde hay un separatista hay siempre un separador. ?Es eso a lo que quiere jugar?