¡°?Otra vez a esperar! ?Vaya infierno de viernes!¡±

Stella Myiale suele tardar dos horas en llegar a la farmacia donde trabaja. Esta ma?ana, seg¨²n sus c¨¢lculos, tardar¨¢ tres. Myiale vive en Alcal¨¢ de Henares pero trabaja en la zona norte de la capital. Mientras espera la llegada del tren en la estaci¨®n de Gregorio Mara?¨®n, donde coger¨¢ la l¨ªnea 10 que la dejar¨¢ en la parada de metro de Reyes Cat¨®licos, su destino final, lee una novela de aventuras.

Apoyada en la pared del and¨¦n mira con resignaci¨®n el panel de informaci¨®n, que anuncia la llegada del pr¨®ximo convoy en 15 minutos. Cuando se le pregunta por qu¨¦ no ha cogido un taxi su respuesta es contundente: ¡°Ni en broma. Prefiero trabajar una hora m¨¢s que gastarme m¨¢s de 30 euros en el trayecto¡±, explica esta polaca, de 52 a?os.

A su lado, una decena de viajeros espera con paciencia la llegada del pr¨®ximo tren. Laura y Dani, estudiantes de Medicina, aprovechan los minutos para echar una cabezada despu¨¦s de una noche de fiesta. Cuando por fin aparecen las luces del tren, Francisco Alvarado, un guardia civil de 24 a?os, suspira aliviado. No sab¨ªa que esta ma?ana hab¨ªa huelga de autobuses y metro en Madrid ¡ªen protesta por los recortes y la supresi¨®n de la paga extra de navidad a los funcionarios¡ª y llegar¨¢ tarde a su turno de vigilancia en el Ministerio de Defensa. ¡°Empiezo a las seis y media. Menos mal que solamente me retrasar¨¦ unos 10 minutos¡±. A las 6.37 ya estaba en la estaci¨®n de Cuzco, a dos minutos de su trabajo.

¡°Esta ma?ana no estoy notando tanto la huelga como la ¨²ltima vez¡±, ha asegurado Antonio Garc¨ªa, un funcionario de Hacienda de 52 a?os que vive cerca del metro Pavones, en la l¨ªnea 9, al sureste de Madrid. A las 7.20 le quedaban solamente dos paradas de la l¨ªnea 7 de metro para llegar a Guzm¨¢n el Bueno. Gonzalo Vivero, estudiante de Econ¨®micas, ha reconocido que esta ma?ana ha adelantado el despertador 25 minutos para no llegar tarde a la Universidad de Alcal¨¢ de Henares. Vivero, de 18 a?os, vive en la zona de Canillas, al noreste de Madrid. De Canillas se desplaza en metro hasta la terminal de avenida Am¨¦rica, donde coge el autob¨²s 123 que le lleva a la facultad. ¡°Ten¨ªa miedo de la huelga pero al final no ha sido para tanto, el metro ha tardado, como mucho, 10 minutos¡±.

Los que s¨ª estaban desquiciados eran los viajeros que se agolpaban a las siete de la ma?ana en la parada de autob¨²s situada en avenida de Am¨¦rica a la altura de Francisco Silvela. M¨¢s de un centenar de personas esperaba el paso de los autobuses de las l¨ªneas 114-115-122 y 200. ¡°Llevo media hora aqu¨ª y no ha pasado ni uno. No creo que est¨¦n cumpliendo los servicios m¨ªnimos¡±, critica Jos¨¦ Luis Olmo, un trabajador de la construcci¨®n que reside en Fuenlabrada.

¡°No he tenido problemas con el metro pero esto est¨¢ siendo un suplicio¡±. Delante de ¨¦l, esperan unas 20 personas. A sus espaldas, la cola llega hasta la calle de Francisco de Silvela. A su lado, Dolores Garc¨ªa, limpiadora en el aeropuerto de Barajas, ve c¨®mo el autob¨²s de la l¨ªnea 115, que lleva 40 minutos esperando, cierra sus puertas ante sus ojos. Est¨¢ abarrotado de viajeros. Despu¨¦s de soltar un par de improperios al conductor, se coloca de nuevo en la cola. ¡°?Otra vez a esperar! ?Vaya infierno de viernes!¡±.

El paro parcial de metro y autobuses, que ha durado de seis a ocho de la ma?ana, se repite de seis a ocho de la tarde, es decir, en las horas punta de ma?ana y tarde. Seg¨²n los sindicatos, el seguimiento del primer paro del d¨ªa ha superado el 95% en el suburbano y ha sido del 100% en los autobuses. Los sindicatos subrayan el cumplimiento de los servicios p¨²blicos y la ausencia de incidentes. La Consejer¨ªa de Transportes, que tambi¨¦n destaca que los m¨ªnimos se han respetado, no ha ofrecido cifras pero s¨ª Metro: el 48%. La semana se cierra as¨ª como empez¨®, con una huelga de transportes, esperas y una hora punta m¨¢s larga y complicada.