Un mandato a medio camino entre brillantes luces y crecientes sombras
Las ilusiones insatisfechas de la plantilla han neutralizado los logros de Ares
En un pa¨ªs marcado por las lacras del terrorismo y la violencia callejera, Interior ha sido tradicionalmente uno de los departamentos que m¨¢s ha marcado la imagen de los sucesivos Gobiernos vascos. Esta legislatura no ha sido la excepci¨®n. Rodolfo Ares ha dado forma a un mandato marcado por no pocas luces, pero oscurecido tambi¨¦n por numerosas sombras. La lucha contra ETA y su enaltecimiento ha sido el gran logro de los socialistas, pero no el ¨²nico hito durante sus tres a?os de gesti¨®n.
No entr¨® Ares con mal pie en el departamento. De inicio, se rode¨® de un equipo de confianza que complet¨® con responsables del sindicato mayoritario de la Ertzaintza, Erne, en un intento de ganarse el favor de los representantes de la plantilla. Con Jos¨¦ Antonio Varela, adem¨¢s, coloc¨® por primera vez a un ertzaina como director de la polic¨ªa vasca. Tampoco dud¨® en salir en defensa p¨²blica de los agentes cuya actuaci¨®n cuestionaba la izquierda abertzale e incluso respald¨® la intervenci¨®n del cuerpo fuera de Euskadi, como cuando detuvo en Jaca (Huesca) a un colaborador etarra o comenz¨® a operar en la comisar¨ªa de Hendaya (Francia). Gestos que fueron recibidos con agrado por parte de la plantilla.
Otras decisiones, sin embargo, han sido m¨¢s pol¨¦micas o se han quedado a medio camino. El consejero confirm¨® la reivindicada jubilaci¨®n anticipada para los agentes, aunque el acuerdo lo hab¨ªa labrado ya el anterior Ejecutivo del PNV. Tambi¨¦n complet¨® por primera vez un cuerpo de 8.000 agentes, pero ha incumplido la promesa de convocar dos nuevas promociones anuales para consolidar la plantilla. Hace un a?o, adem¨¢s, logr¨® varios acuerdos laborales que solo se han cumplido en parte: el convenio, a la baja; la segunda actividad, por decreto; y la carrera profesional, pospuesta para m¨¢s adelante, una vez conocida la imposibilidad de aprobar esta legislatura la nueva Ley de Polic¨ªa.
Ares abander¨® tambi¨¦n la adquisici¨®n de un nuevo vestuario que no ha terminado de implantarse, as¨ª como la renovaci¨®n de una flota de veh¨ªculos que se ha visto afectada por la crisis. Su decisi¨®n m¨¢s controvertida en esta materia, sin embargo, fue la colocaci¨®n de la ikurri?a oficial como distintivo en prendas y autom¨®viles, en sustituci¨®n de las antiguas ense?as.
La lucha contra el terrorismo y el ¡®caso Cabacas¡¯, hitos de la legislatura
M¨¢s all¨¢ de pol¨¦micas est¨¦riles, lo cierto es que la reorganizaci¨®n policial que pretend¨ªa el consejero se ha quedado a medio camino. Y ni siquiera su desarrollo completo hubiera satisfecho las elevadas expectativas de cambio que los agentes hab¨ªan depositado en la llegada de un consejero socialista, tras sucesivos mandatos del PNV. Las defraudadas ilusiones de la plantilla tuvieron su reflejo con dos manifestaciones multitudinarias por el centro de Bilbao, en cada una de las cuales se reunieron cerca de 3.000 ertzainas.
El ¨²ltimo golpe para el consejero, quiz¨¢ el que m¨¢s le ha afectado desde el punto de vista personal, fue el fallecimiento del joven aficionado del Athletic I?igo Cabacas, tras recibir un pelotazo de la Ertzaintza. El suceso provoc¨® una serie de cambios de urgencia en las intervenciones antidisturbios que, sin embargo, no han conseguido aplacar el malestar ciudadano.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.