Antes el PP que el Consell

El mejor m¨¦todo para llegar hasta el tu¨¦tano del Partido Popular en la Comunidad Valenciana no estriba tanto en considerar lo que ha hecho y dejado de hacer durante sus 17 a?os en el poder (que es muy revelador) como en cruzar su comportamiento con el Gobierno central cuando este lo ejerce el PSOE o el PP. En la bisectriz que trazan las acciones y omisiones de esas coyunturas es donde aflora la pureza de su personalidad pol¨ªtica y su grado de compromiso con los intereses generales. Es decir, donde se le transparenta el genoma. Aunque esto, la reciente visita de Mar¨ªa Dolores de Cospedal a Gandia (donde record¨® que ella, como Alberto Fabra, ¡°antes que presidentes auton¨®micos son militantes del PP¡±) ya lo ha dejado, como gusta solemnizar al PP en sus argumentarios, ¡°meridianamente claro¡±.

Solo hay que recordar c¨®mo rechifl¨® el partido por el AVE a Castell¨®n (y el corredor mediterr¨¢neo, al que se subi¨® ya en marcha despu¨¦s de descarrilarlo de las redes transeuropeas en Bruselas). C¨®mo Francisco Camps urg¨ªa a que se licitaran los tramos Valencia-Castell¨®n y Castell¨®n-Tarragona cuando ni siquiera contaban con la preceptiva declaraci¨®n de impacto ambiental (y con qu¨¦ ferroviario seguimiento le hac¨ªa el convoy el partido). C¨®mo el propio Alberto Fabra, entonces alcalde de Castell¨®n, promov¨ªa plataformas e impulsaba desesperadas cumbres con otros alcaldes con esa ineludible y vital reclamaci¨®n. En fin, c¨®mo se hund¨ªa todo si la alta velocidad no continuaba con urgencia hacia el norte de Valencia.

Ahora, con el PP en la Moncloa, ese imperativo ha quedado obsoleto. Jos¨¦ Blanco dej¨® Fomento con el concurso para la concesi¨®n de las obras a punto de caramelo y la actual titular, Ana Palacio, que prometi¨® licitar en mayo, se ha olvidado del asunto. Ahora a la consejera de Infraestructuras, Isabel Bonig, le parece que la plataforma cuesta demasiado dinero (el mismo que antes) y considera un acierto que el AVE a Castell¨®n se superponga al tercer hilo de mercanc¨ªas, que es el modo fino de designar la simplificaci¨®n de un corredor que la ministra ni siquiera ve como el m¨¢s prioritario para Espa?a.

Ahora Fabra ya no tiene prisa. Aplica la doctrina Cospedal: militantes del PP antes que presidentes auton¨®micos. Da lo mismo que se trate de la alta velocidad o de la financiaci¨®n, de la que el presidente valenciano ya solo habla con entusiasmo si es para arremeter contra Catalu?a (tirando por la borda el esfuerzo de normalizaci¨®n de relaciones llevado a cabo por los empresarios en los ¨²ltimos a?os). Es decir, los asuntos imperiosos de la Generalitat han quedado supeditados a los intereses del partido, que es un modo pr¨¢ctico de usar a fondo el art¨ªculo 155 sin tener que aplicarlo como pretende UPyD. Bajo esa perversi¨®n de prioridades, Camps llev¨® el autogobierno al descr¨¦dito y ahora Fabra lo dirige hacia la obsolescencia.